CAPITULO 12 DISCUSIONES

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-¿Qué hacías abrazándola?

-Tony...

-Dime, Terry, ella te gusta ¿no?

-Vamos estaba triste, tú mismo viste como lloraba o peor aún sabes perfectamente bien porque lloraba ¿O me equivoco?

-Pero... ¿ella te gusta?

Terrence se levantó de su cama para acercarse al joven rubio que durante toda su infancia compartió con el felicidad, tristeza, molestia y diversiones al hacer travesuras juntos, no podía, ni debía fijar sus ojos en Candy, pero lamentablemente en el corazón no se manda.

-Si...me gusta un poco –Susurro avergonzado, no sabía porque pero Candy llamaba tanto su atención, no entendía a que se debía pero sabía que la chica le gustaba, le gustaba molestarla y que ella también le molestara, que le prestara atención pese a que no hubieran estado tanto tiempo juntos.

Anthony no supo que decir pero molesto se acercó a su hermano –No te le acerques

-Anthony...

-¡¿porque tuviste que fijarte en ella?!

-¡No es algo que yo haya decidido!

-¡Por favor eres mi hermano no quiero que te vuelvas mi enemigo!

-¡¿Quieres calmarte?! Además ella decidirá al final.

-No quiero que andes por ahí molestándola, por favor –Anthony ya no gritaba pero su voz salió fríamente, algo que sorprendió a Terry, pues el joven nunca le había hablado tan enserio.

-No puede ser que estemos peleando por una mujer.

-Pues créelo, ya me voy, pero por favor –Anthony le miro suplicante –La amo

Terrence quedo inmóvil pensando en esas últimas palabras de su hermano y repitiéndose una y otra vez que no debía, que su hermano era primero que cualquier mujer del mundo, por más hermosa que fuera.

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En América, en un hermoso teatro de Broadway, Peter Britter se encontraba esperando a que la señora Baker saliera de su función, en cuanto la vio se acercó a ella, temblando un poco al saber cuál sería la respuesta de la rubia.

-Buenas noches, Señora Baker

-Buenas noches ¿Quién es usted?

-Soy Peter Britter...

La mujer palideció un poco, pues con el nombre supo de inmediato a que se debía la visita del hombre –No puedo atenderlo aquí, por favor vayamos a mi casa

-Bien

Ambos se encaminaron al automóvil que estaba enfrente del teatro, una vez que estuvieron a salvo en el automóvil, ella comenzó a hablar –Bien, ¿A qué se debe su urgencia de conocerme?

-Por supuesto a que quiero saber qué clase de persona es usted, ya que desea conocer a mi hija.

-Querrá decir mi hija...

-Ella es una Britter legalmente

-Más vale que la traiga de regreso a América, Sr. Britter, es ilegal sacar a una menor de edad que ni siquiera es su hija.

-Pero usted...

-Por favor, se perfectamente bien de lo que hablo, ya se comprobó que la chica es mi hija y todo está a mi favor para que ella pueda pasar legalmente a ser mi hija, así que no lo haga más complicado y deje de impedir mi encuentro con ella –La señora Baker estaba harta de tantos abogados y demás, solo porque la familia Britter no quería entregarles a su hija –Iré a un viaje a Londres y deseo verla, así que en unos días espero poder contar con la presencia de la niña en mi mansión de Londres ¿De acuerdo?

AMI-ENEMIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora