CAPITULO 18 NUEVA MAMA

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EL AMOR NO SE COMPRA

A veces como padres solemos tener muchos errores, a veces una palabra hiere más que un golpe, a veces hacen mal las cosas, en ocasiones uno como hijo no puede reprocharles nada porque finalmente no estamos en su lugar, no sabemos realmente lo que es ser padre, hasta que lo somos, pero nada tiene justificación de palabras crueles por desesperación o regaños infunda mentados, todos hemos pasado por esto.

Pero ¿Qué ocurre, cuando la que considerabas tu mama ya no está? En su lugar esta una nueva mama, a la cual no conoces en absoluto... ¿Cómo debes reaccionar? Cualquiera reaccionaria realmente mal ante esto ¿no?

El amor tampoco se gana de la noche a la mañana hasta una relación de madre e hijos o de padres e hijos, que no se han visto en mucho tiempo, tal vez nunca, puede causar mucho malestar en los hijos y también en los padres, pues ellos se desesperan pero los hijos no miden su molestia al sentirse presionados a amar.

Si el sentimiento no nace, no se puede obligar, tampoco puedes pretender tener algo que no fue cultivado y cuidado durante todo este tiempo, no puedes aspirar al amor que no ha sido puesto en los corazones de los demás y menos llegar de un día a otro a cambiar vidas y creer que todo estará bien mañana.

Pero tampoco pueden pretender los padres que siempre estuvieron ahí pero que en realidad no lo hicieron pretender que un hijo les tenga más confianza que al amigo, hermano o novio (a) que ha estado ahí para él, a veces suele pasar que tenemos más confianza a un amigo, un hermano o hasta a la pareja, más que a los padres.

Lo cual es triste pero cierto y es porque cuando el niño o niña tenía que hablar de sus cosas no estuvieron ahí para él, hay casos que no fueron por gusto pero hay veces que por atender más a un hermano, los padres se olvidan de los demás hijos, pero...tampoco podemos juzgarlo...pero ellos tampoco deben reprocharnos pues finalmente si creen que con algo nos pueden comprar...están equivocados el amor no se compra, ni se obliga, se siente o no se siente así de simple y sencillo...

C.M.M.

Ya hacía unos días que estaban en New York aún no se acostumbraba a aquel cambio tan radical en su vida, además de que extrañaba a sus padres, no descansaba bien pues pensaba solo en ellos, ella los amaba tanto y estaba sola ahora al menos así se sentía y culpable fingiendo todo aquel tiempo ser la hija de Eleonor Baker, quien le llenaba de regalos y cosas lujosas, algo que no le parecía pues sus padres no es que no la hubieran consentido pero siempre le indicaban que debían de ser cuidadosos con el dinero, además pensaba que todo eso lo hacía Eleonor para lograr llegar a ella y estaba...mal así no lo conseguiría.

-¿Candy?

-¡¿Terrence?! ¡¿Dónde demonios estabas?! ¡Llevábamos días sin saber de ti! ¡¿Porque te fuiste sin decirnos nada?! –Le reclamaba la rubia molesta mirando desaprobatoriamente como venia

-Lo...yo lo siento...es que tenía que pensar bien algunas cosas –Murmuro realmente avergonzado, Anthony iba con él a emborracharse cuando lo necesitaba por lo que no tenía problemas pero Candy, era mujer debía aprender a dejar aquellos vicios si de verdad quería ser un buen hermano para ella y no...sobretodo no preocuparla

-Con un lo siento...no lo arreglaras –Dijo la rubia molesta –Anda vamos para que te bañes...apestas

Terrence sonrió levemente al ver el comportamiento de la rubia, pese a que no hablaban mucho, le alegraba que por lo menos ella se preocupara por él, claro que cualquier hermana lo haría pero...desearía que no fuera su hermana aun dentro de su ser, sentía que era más que cariño lo que sentía por ella, pero debía olvidarse de aquella idea.

AMI-ENEMIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora