CAPITULO 9 HERMANOS POR SIEMPRE

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-Me alegra verte de nuevo, Candy –Dijo el joven sonriente al ver la reacción de la rubia, pues pensaba que su silencio durante estos tiempos se debía a que ya no lo recordaba o simplemente no quería contestarle, pero ese abrazo, esa emoción le detonaron lo contrario.

-¿De mí no te acuerdas? –Terrence se acercó un poco a los rubios, Candy le miro un tanto confusa y pensativa –Soy Terrence Grandchester, el...

-¡Terrence! Ya me acorde –Dijo sonriéndole –Me alegro de volver a verte –Exclamo la joven sinceramente

-A mí también –Le dio un beso suave en la mano, los demás habían visto la escena sin entender bien algunas cosas pero la tía abuela les interrumpió, sonriente al ver la escena entre Candy y Anthony.

-Bien creo que lo mejor es que se vayan ya al colegio, chicos –Dijo sonriéndoles –Grace ¿tomarías él te conmigo, querida?

-Por supuesto –Miro a sus pequeñas acercándose a ellas –Cuídense mucho –Les dio un beso y un breve pero fuerte abrazo –Por favor sigan unidas como hasta ahora, no olviden que son hermanas –Susurro un tanto preocupada

-Lo prometo mama –Candy le abrazo más fuerte sin querer separarse de ella

-Yo también lo prometo mama

-Bien nos vemos luego, hijas, las quiero

-Nos vemos mama –Dijeron al unísono antes de dar media vuelta e ingresar al automóvil que las llevaría al colegio

-Tony –Terry le llamo rápidamente a Anthony quien se acercó sonriente

-¿Qué pasa, Terry?

-Conocí a Candy en el barco –Confeso avergonzado por no decirlo antes –Yo...

-No te preocupes –Sonrió tiernamente a su hermano –Ante todo siempre seremos hermanos ¿no?

-Si pero se supone que no debía guardarte secretos

-Todos tenemos secretos, nadie debe obligar a nadie a revelarlos si no lo desea –Le puso una mano en el hombro –No estoy enojado, al contrario me alegra que mi hermano se lleve bien con una vieja amiga que es muy especial para mí, aun cuando no la haya visto durante todo este tiempo.

-Me alegra que reaparezca en nuestras vidas –Sonrió –Candy me pareció una hermosa y dulce persona, aun cuando no la trate tanto como tú.

Anthony le miro algo dudoso ante la pregunta que haría pero debía hacerla –No te gusta ¿verdad?

Terrence se sonrojo un poco pero decidió ser honesto –Para ser sincero es muy hermosa, pero no sé si gustar sea la palabra correcta cuando la acabo de ver nuevamente

-A mí me encanta, Terry, siempre fue así –Dijo el rubio sonrojándose también –Pero siempre seremos hermanos no importa...no importa nada, nunca dejaremos de serlo ni siquiera por un amor ¿verdad?

-Si lo juro, hermano

-Lo juro

-¡Hey chicos, ya apúrense! ¿Qué tanto hacen, Tony?

Anthony y Terrence se apresuraron a entrar al automóvil para irse al colegio San Pablo.

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Al llegar a un gran edificio antiguo que parecía convento, descendieron del automóvil, para dirigirse a la entrada principal donde los esperaba una monja que no sonreía y se le veía muy dura, Candy se sintió un tanto perturbada pensando que estuvo bien no llevar a Clin y dejarlo en Escocia.

AMI-ENEMIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora