-Abel- me llamo una voz detrás de mí. No le di mucha importancia. Así que continúe caminando.
¿Qué me está sucediendo? ¿Acaso soy un vampiro? ¿Un hombre lobo...o mujer lobo? ¿Un extraterrestre? No lo sé pero tengo tantas preguntas sin respuestas.
Alguien apareció delante de mí en un abrir y cerrar de ojos, obligándome a parar en seco y a apartar mis pensamientos de mi mente.
-Abel- dijo Ryan lentamente, observándome con esos ojos esmeralda tan hermosos. Se veía... ¿confundido? ¿Asombrado?, no lo sé. Es tan frustrante.
Un momento... ¿Cómo sabe mi nombre?
-¿Cómo sabes mi nombre?- le espete de una. Sin rodeos.
-Bueno, creo que toda la escuela ya sabe tu nombre- dijo Ryan sarcásticamente.
Eso era verdad. Desde el día siguiente a mi llegada ya estaba en la portada del periódico escolar.
-El sarcasmo es el punto más bajo de la inteligencia- le dije secamente.
Ryan sonrió con una sonrisa torcida
-Estoy de acuerdo con eso. Te llamaba para preguntarte si aún estaba en pie lo de la cena de hoy- dijo Ryan con voz ronca.
No lo entiendo. El mismo vio que detuve un balón sin ni siquiera tocarlo, ¡y que lo deje levitando por más de un segundo! ¿Qué paso con eso? Si Ryan fuera una persona normal en este preciso momento me estaría preguntando desesperadamente ¡como carajos hice eso!
¿Y si ese es el problema? ¿Y si Ryan no es una persona normal? Quizá debería seguirle el juego. Fingir que nada sucedió. Hasta que el lance la primera pregunta. Si eso es lo que hare.
-Ahora me preguntas- dije tratando de parecer completamente normal.
Él me sonrió a modo de respuesta.
-Sí, bueno, no te estaba preguntando, te estaba recordando-
-Ah, bueno, gracias, me había olvidado completamente de eso- comente sarcásticamente.
-pensé que el sarcasmo era el punto más bajo de la inteligencia- me recordó
-sí, yo también pensé lo mismo- y le di una sonrisa
- Oh, vaya ¡Si tienes dientes!- musito con fingida felicidad.
-Sí, tengo dientes, imbécil-musite malhumorada de nuevo
-lo siento, pero parece que es la primera vez que te veo sonreír, no sonríes muy seguido- me dijo mostrándome una radiante sonrisa que dejaba al descubierto sus impecables dientes.
- Sí, digamos que soy una de esas personas muy cerradas- murmure
Bueno, realmente antes, en florida, solía ser la más alegre del instituto. Me reía por todo. Ahora obviamente ya no tanto. La muerte de mi padre me afecto mucho, él era la única persona en la que realmente confiaba, y después de él estaba Austin, quien obviamente me dio una lección: no confíes en nadie. Desde entonces, evito a toda costa a los amigos y a las personas que simulan "inspirar confianza", ya que todo se va a la mierda al final. Pero Anna, bueno, mi corazón ya esta tan roto que creo que podrá soportar otra decepción.
-Estoy de acuerdo contigo, pareces además, una de esas personas que siempre están malhumoradas y también de esas personas que van directo al grano- dijo Ryan aun sonriendo.
Sí, este chico Ryan es muy rarito, si en verdad me parezco a todas esas personas que dice, entonces, ¿Por qué sonríe?
-Bueno, soy de pocos amigos-
-¿Se puede saber el por qué?- pregunto Ryan tratando de ocultar el interés.
Y eso fue lo que produjo que ese poco de respeto que estaba empezando a sentir por el chico desapareciera, nadie es de confianza.
-No. No se puede saber el porqué, ahora si no te importa, llego tarde a clases- le dije fríamente mientras le esquivaba una vez más.
Ryan se rio a mis espaldas. Dios, ¡no entiendo por qué se ríe!
-Oye... puedes confiar en mi...- dijo con cara de perro mojado.
-si he oído esa frase muchas veces- me daba igual.
-Te recojo al terminar clases para que salgamos a comer. Si te escondes, no te preocupes, te encontrare-
Me gire un momento
-Nunca me encontrarías, soy muy ágil huyendo-
Se rio- De hecho, si te encontraría, ya que tengo amigos que me ayudarían a encontrarte, así que si yo fuera tú, no huiría, te estaré esperando detrás de la escuela. Tenemos cosas de que hablar.
¿Qué? ¿Qué cosas? ¿Acaso será acerca de lo del balón?
-¿Qué cosas tenemos que hablar?- le pregunte con curiosidad.
Sonrió con picardía- te estaré esperando- dijo mientras giraba sobre sus talones y se alejaba de mi vista.
-¡QUE! ESPERA ¡DIME!- le grite a sus espaldas, pero para el momento ya se había ido. ¿Cómo podía ser tan rápido? ¿Será un vampiro?
Maldito idiota, dije mentalmente, no me queda otra opción más que ir con él a las afueras del instituto, era mi oportunidad de saber acerca de lo que sabía él. El obviamente sabe algo, ya que quiere hablar conmigo sobre algo.
Ahora no me queda más que esperar, para así quizá obtener respuestas a mis preguntas jamás formuladas.
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We are...
Science FictionMi vida era genial. Mis padres se amaban, mi hermano me cuidaba y me amaba, éramos todos unidos. Pero cuando mi padre murió las cosas cambiaron, el hermano que pensé que me amaba mostró su verdadera cara y me abandonó, dejándome con el corazón roto...