We are...

Capitulo 18

Me había divertido bastante  ''limpiando el coche'' de Austin. Se puede decir que quedo impecable con su pintura rosa, su dibujo de unicornios en las ventanas y la gran palabra ''idiota'' pintada de negro en la parte delantera del coche. Ryan me había traído de regreso a casa en medio de risotadas y de vez en cuando palabrotas, me había ayudado a no pensar que mi novio me había engañado de nuevo. Pero no contaba que la memoria era como un arco que lanzaba flechas cuando quería.

-¿Estas bien?- me había preguntado antes de marcharse

No, no lo estaba.

-Por supuesto. Gracias por esta tarde, me divertí muchísimo- le dije con una sonrisa.

-De nada, yo también me divertí mucho. ¡Quién diría que estaríamos juntos todo un día y sin pelear!- Dijo mientras soltaba una risita.

-Ni yo me lo creería- le dije riéndome- ahora vete idiota, tengo sueño.

Ryan rio de nuevo

-Ya que lo pides con tanta amabilidad... Que descanses pequeña ogro, sueña conmigo- dijo mientras me guiñaba un ojo.

-No gracias, quiero dormir bien y con la seguridad de no morir en medio de la noche porque tu horrible cara apareció en medio de mis sueños-

Ryan rió de nuevo

-Sigue diciéndote eso hasta que te lo creas- y con esas palabras se marchó.

Por más que me costara decir esto, este era el momento que menos quería que llegara. Sería el momento en donde me pondría a pensar en todo lo que ha pasado.

¿Por qué soy tan estúpida? Sabía que esto volvería a pasar, pero aun así decidí intentarlo. Algo tenía claro: El Austin de quien me enamoré había muerto hace mucho tiempo. Ya no había rastros de él. Lo cual significaba que esta vez otra persona me había roto el corazón. No solo me dolía el alma, si no el orgullo. Me había prometido que no me iba a enamorar de nuevo, que no iba a permitir que un idiota me rompiera lo que me quedaba en el corazón.

¡Pero señoras y señores, el culpable es el mismo idiota!

Prendí mi celular esperando tener algún un mensaje de  Lucy o de Anna, pero 50 mensajes y 20 llamadas de Austin me invadieron.

''Tenemos que hablar''

''No es lo que piensas''

''Eres lo más importante de mi vida''

''Extraño tus labios''

''Perdóname nena''

''Te amo''

¿Cómo era capaz? Todo era mentira. Mentira y más mentira. Era increíble que antes me desvelara esperando un mensaje suyo. Pero oh no... claro que no. Ahora todos sus jodidos mensajes se pueden ir en paz a la mierda.

Volví a volar y a caer. Sin quererlo mis ojos se llenaron de lágrimas... No sabía si de dolor, o de rabia, tal vez de ambos. En estos momentos hasta respirar me lastimaba más. Algo estaba claro: Había aprendido la lección: Amar es una enfermedad que todos poseemos, pero solo en algunos se desarrolla más. Mi misión ahora sería encontrar no solo a mi estúpido hermano, si no también encontrar la cura de esa enfermedad para no volver a padecerla nunca más.

Me tire en mi cama deseando tener una nutella en mis manos, pero no me quedaban fuerzas ni ganas para buscarla. Poco a poco mis ojos se fueron cerrando.

-¿Abby? ¿Cómo es que te conectas conmigo?

-Debe ser porque somos "hermanos'', Mason- le dije haciendo comillas en la palabra ''hermanos''

-Sé que estas enojada... pero tienes que entender que las cosas que hice fue por un motivo-

-¿Ah sí? ¿Y cuál motivo exactamente? ¿Algo relacionado con nuestra ''sangre alienígena''?- lo mire retándolo

-¿Quién te dijo eso? ¡¿Quién te lo dijo?!-

-¿Qué pasa, hermanito? ¿Creíste que era lo suficientemente estúpida como para no darme cuenta?

-¡Tienes que entender! ¡Lo hice para protegernos! ¡Si no me iba a intentar ocultar nuestra energía los intrusos nos descubrirían!

-¡¿Y qué me dices de papá?!  ¡¿También se fue para protegernos!?

-Papá solo... solo quería mantenernos a salvo- dijo- Sé que no debí de haberme ido de esa forma de casa... pero solo estaba desesperado... algún día te explicare todo, lo prometo.

-Debiste de haberme contado todo. Toda la verdad. Tal vez te hubiera podido ayudar, pero decidiste dejarnos ahogándonos. Ese día llegara pronto, te estoy buscando. Dime ahora Mason ¿en dónde te estas ocultando? Te hare una visita.

Mason suspiró mientras tenía una mirada perdida.

-Perdón. Perdón por todo. A ti y a mamá les debo una gran disculpa-

-Eso lo hablaremos cuando te vea. ¿En dónde estás Mason?- Le insistí. Sentía en el fondo que el tiempo de esta extraña conexión se agotaba.

Suspiró de nuevo

-Te estaré esperando, hermanita. Habrá una mesa y tomaremos el té-

-¡MASON!-

-Vale, vale. Solo espero que no se te olvide esta conexión como las otras veces...-

-¡Se nos acaba el tiempo! No se me olvidará.

Suspiro pesadamente mientras se rendía.

-Calle 3B/A Edificio 4D, Virginia occidental.-

HOLAAAA
Lamento de verdad haberme demorado en publicar y lamento aún más que el capítulo sea corto. La escuela me ha dado duro pero les prometo subir el otro CAP rápido.

NOTA: Tengo pensado cambiarle el nombre a la historia... Pero no sé por cuál
Comenten cual les gustaría o si prefieren que se quede así. Gracias por todo los quiero muchísimo!

Besos

Isabella