SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)

XIX

Bien, iba todo bien.

A mi padre se le pagaría lo que se le debía y no me había topado con Hyunjin toda la tarde de ayer y toda la mañana de hoy. Tampoco con Seungmin que era otro a quién queria evitar.

Pero había algo mal, Adeline estaba "sufriendo" por Hyunjin, lo digo entre comillas ya que la conozco hace dos años y puedo decir que simplemente le duele el ego, porque el único que tiene efecto en ella como para sufrir es su queridísimo Changbin.

Así que estaba pensando en hablar con Hyunjin, aunque no quería, para ver si se podia hacer algo. Pero de todos modos debía hablar con él ya que su camiseta planchada y lavada seguía en mi mochila y se la debía de entregar tarde o temprano. Le comenté el plan a Catherine y pareció de acuerdo.

—Aunque, ¿No era que lo odiabas? —Me preguntó como quién pilla más rápido a un mentiroso que a un ladrón.

—Si pero...—Toqué su hombro— Sólo confía en mí.

Miré la hora, perfecto. Aún quedaban treinta minutos de receso, era el almuerzo así que Hyunjin debería estar comiendo en la cafetería o en algún otro lugar.

Fui a la cafetería porque era lo más probable pero ya no quedaba casi nadie, solo los típicos que salen a almorzar a última hora así que me di una vuelta y...

Mal.

Hyunjin se encontraba con Seungmin y con los chicos, le hice unos gestos pero no me veía así que me tuve que acercar más muriendo de nervios y de vergüenza. Hasta que me vió y los chicos curiosos también miraron a mi dirección, me escondí entonces justo antes que sus cabezas dieran la vuelta por completo, detrás de la muralla. Esperando que Hyunjin haya entendido la señal.

Me quedé unos segundos y cuándo saldría de nuevo a mirar si es que Hyunjin venía. Choque con él, golpeando mi cara, nariz, con su pecho.

Ouch.

Hyunjin me tomó por los hombros preguntándome si estaba bien pero me safé de su agarre comenzando a caminar y él siguiendome atrás, entre risas burlescas mientras yo me tocaba la nariz donde sentía un calor.

Caminé lejos de todos los ojos curiosos y de posibles cotilleos, detrás de la biblioteca. Perfecto. Había justo una mesa desocupada así que me senté allí.

—¿Qué es tan importante que estamos escondidos? —Preguntó, parándose frente a mí pero lo corrí rápidamente, él me miró curioso.

—Lo pueden malinterpretar. —Aclaré, mirando a todos lados.

Hyunjin rió pero de todas maneras me hizo caso y se sentó en la silla.

—¿Acaso tienes vergüenza de mí? —Preguntó con fingido dolor y con su mano en el corazón.

—No, no y hablando de vergüenza, vine aquí a hablar de algo.

—¿Sobre qué? —Preguntó alzando una ceja mientras se cruzaba de piernas.

—Adeline.

Hyunjin me miró como diciendo ¿en serio? Sin embargo suspiró sonoramente y se arregló el pelo.

—¿Qué sobre ella?

—¿Cómo que qué sobre ella? —Pregunté histérica, él sonrió. Siempre se estaba burlando de mí, de todo lo que hacía o de todas las expresiones que ponia.
Miré a todos los lados y me acerqué un poco a él para hablar bajito. —Te acostaste con ella.

Se encogió de hombros, con la misma expresión de desinterés que tenía desde que dije el nombre de mi amiga.

Pero con eso sólo estaba confirmando lo que ya se venía sabiendo, a Hyunjin no le importaba Adeline y no tenía las intenciones con las que mi amiga soñaba.