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Seungmin se estaba dando el lujo de mandarme mensajes siempre que veía mi celular, un poco de incertidumbre nació en mí. Sabía que Seungmin quería algo más pero realmente no me sentía capaz de dárselo, nunca lo había visto como un novio y no creía que ahora a tan solo tres meses de salir lo comience a ver así. Pero, de igual manera le respondía a pesar de todo era un gran amigo y gran besador además.

Me estiré en mi asiento para luego bostezar, Adeline me miró alzando una ceja.

—¿Tan casada estás? —Preguntó burlesca y asentí.

Le llegó un mensaje y sin querer mis ojos bajaron allí. Se trataba de nadie más ni menos que Hyunjin, no alcancé a leer qué decía simplemente me limité a mirarla y ella se sonrojó.

—¿Están hasta texteando? —Le pregunté y ella me hizo una señal para que bajara la voz. Negué con mi cabeza en forma de burla y alcé mi mirada para ver al pelinegro al otro lado de la sala quién estaba metido en el celular.

Adeline me mostró su celular, los mensajes. Llevaban hablando ya unos días y lo último que le había enviado era que cómo se hacía la tarea de matemáticas. Reí sin querer, llamando la atención de todo el salón ya que previamente se encontraba en silencio. Adeline me golpeó en la pierna para que no me riera más a lo que hice caso y comencé a reírme en silencio, casi ahogándome por no poder respirar.

—No seas mala, —Susurró Adeline en mi oído— No es muy inteligente que digamos.

—Ya lo noté. —Le sonreí burlesca y ella también rió.

—Adeline y Laurine, me muestran lo que han hecho. —El regaño del maestro de matemáticas nos sacó de nuestro trance de burlas.

Para la mala suerte de Adeline no había hecho mucho, mientras que yo ya lo tenía todo hecho. Le incité para que me copiara pero el profesor llegó tan rápido que no tuvo tiempo.

—Las tendré que cambiar de lugar por esta clase, no puedo permitir que Adeline baje sus calificaciones.

Adeline era una de las mejores estudiantes en matemáticas, podía hacer los ejercicios y problemas hasta con los ojos cerrados pero, tenía la mala constumbre de hacer las cosas a última hora. Hice un puchero, la pasaba tan bien con Adeline.

Finalmente la sentó atrás con Changbin, y el curso no pudo evitar hacer sonidos burlescos ya que el año anterior habían estado juntos y de vez en cuando tienen encuentros ya que, terminaron de buena manera.

Adeline se notaba cohibida por las burlas y no pude evitar reírme. Así fue como me quedé sin compañera de banco, al menos en Matemáticas. Pero coloqué mi bolso en su lugar para que no se sintiera tan vacío.

El timbre sonó y pensé que Adeline vendría rápido porque me extrañaba pero al mirar para atrás noté que charlaba animadamente con Changbin.

Quién la culpaba, si Changbin era el estereotipo de hombre perfecto, menos por su altura. Pero además, tenía unas facciones dignas de admirar, una mirada seductora y una sonrisa que podía derretir hasta el corazón más congelado. Le gustaba hacer ejercicios y era bastante fuerte a pesar de ser delgado, siempre ganaba todas las competencias en Deportes. Aparte que le gustaba leer y era muy inteligente, era una de las pocas personas del curso quién sí trabajaba y realizaba su parte en los trabajos en grupo.

Se podría decir que todas las chicas del Instituto lo encontraban guapo. Además que tenía un aura de chico malo, se vestía siempre de negro, con el uniforme lo único que tenía de distinto color eran los pantalones grises. Caminaba con confianza y sólo tenía un amigo, Woojin. Nunca iba a las fiestas donde hubiera mucha gente y se sentía incómodo en grupos como en el de Hyunjin. Simplemente el hombre perfecto y me encantaba que estuviera con Adeline ya que eran bastante similares pero ella era muy dispersa, no sabía lo que quería muy bien.

Luego de esperar minutos ella al fin se dignó a unirse a mí con Catherine.

Changbin pasó entonces por detrás de ella, serio como siempre y con su caminar tan atractivo y a un lado de él Woojin que prácticamente era igual a él, por eso se llevaban tan bien.

Adeline llegó con una sonrisa en su rostro y nosotras rápidamente la molestamos.

—¿Por qué tan feliz, eh? —Le pegó con el codo Catherine y ella se cubrió el rostro.

—Creo que sigo enamorada como siempre.

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SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora