SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)

XXVIII

La semana pasó tan rápido como se vió, era increíble cómo los últimos días pasaban prácticamente volando. Quedaban solo dos semanas de clases, se tendrían los últimos exámenes y ensayos del baile.

El lunes Hyunjin regresó ya que según decía no había ningún rastro de alguna pelea en su rostro, luego de que su madre pusiera todos sus conocimientos de belleza sobre las heridas. Y el martes y miércoles siguiente se vivió con los últimos ensayos del baile y se sentía como si una parte de mí se estaba yendo con este término. Solo once días y ya. Luego la graduación y las vacaciones en la playa en conjunto con mis compañeros.

Cómo con Hyunjin nos habíamos hecho tan cercanos, ya no había mayores problemas en los pasos del baile. Seungmin una vez nos vió bailando y en cuántos sus ojos notaron que mi pareja era Hyunjin se fue del lugar. Ya nada se podia hacer con Seungmin, casi ni me miraba y menos de hablar. Se sentía mal terminar el año así, cómo si algo faltara, como si algo estuviese inconcluso.

Era jueves por la mañana, nos estábamos alistando para los dos días siguientes donde se celebraba el día del estudiante. Para aquello el Instituto organizaba diversos grupos los cuáles tenían colores característicos y competían por quién era mejor. Nosotros éramos el grupo amarillo, y hoy habrían un montón de juegos y concursos para decidir el ganador con mayor puntaje el día viernes en la fiesta de la noche.

Con las chicas nos pintamos las caras con rayas de color amarillo, nos echamos brillo en el pelo del mismo color y caminando con nuestra camisa color amarillo además nos dirigimos a la cancha donde se efectuaría el gran show. Algo que algunos ansiaban todo el año.

Al llegar a la cancha, estaba ya todo puesto, nuestro lugar en las graderías con adornos de nuestro color correspondiente al igual que los otros grupos de colores morado, verde y azul.

Nos sentamos arriba, siendo los primeros en llegar en la gradería más alta.

Eché un vistazo y estaba ya el escenario puesto, con grandes parlantes y el animador y los jueces instalándose.

Sentí como me tiraban el pelo así que miré, era Hyunjin que justo estaba en la gradería de abajo de la mía. Le sonreí sin que se notara mucho y luego miré a Adeline quién miraba un punto fijo en la cancha.

El día transcurrió entre juegos y concursos que sacaban nuestro lado más competitivo a través de cantos eufóricos alentando nuestro área.

El otro curso que también conformaba nuestra alianza había ganado ya muchas pruebas así que nuestros ojos y nuestro aliento estaban en ellos ya que mi curso más perdía que ganaba. La única competencia que teníamos era un curso del color morado, que también nos daban la pelea con los puntajes.

Las horas pasaron y casi quedando afónica me fui a mi casa, mandaron los puntajes y mi curso tenía 400. Mientras que los que ganaban en el momento eran los morados, tenían 1800. Pero solo por 100 puntos le ganaban al curso más ganador de los amarillos que tenían 1700.

Llegó el día siguiente, viernes y se sentía la tensión entre los dos cursos que tenían el puntaje más alto y la competitividad incrementaba.

En esa mañana de día viernes con las chicas esta vez nos maquillamos y peinamos para bailar aquel famoso baile de salsa. Bailariamos con una falda negra un poco más arriba de las rodillas, una blusa roja que dejaba ver los hombros y tacos que no eran tan altos negros. También nos pondríamos una flor roja grande en el cabello al termino de una trenza y maquillaje producido, párpados azules y labios rojos.

Odiaba los labios rojos pero no importaba.

Seríamos los cuartos en bailar así que luego de presenciar tres bailes y estar con los nervios de punta, nos tocó bailar a nosotros, tomé el brazo de Hyunjin y caminamos al escenario.