SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)

XXI

Y ahí me estaba preguntando, ¿Por qué Seungmin habría dicho asesino a Hyunjin?

Busqué a aquel chico alto y de pelo negro por el patio, jugaba fútbol en la cancha contra a otro equipo. Un juego de receso solamente. Lo miré y miré y luego de vivir aquella noche lluviosa con él, simplemente tres horas pero podía confirmar y hasta firmar en papel que Hyunjin no era capaz de matar a nadie.

¿Y por qué si quiera me estaba emparejando con él Seungmin? ¿Solo por que nos vió riendo en el patio?

El nivel de celos de aquel chico me estaba impresionando de verdad, sólo por que no quise estar con él. ¿Son todos los hombres así? ¡Qué horror!

Seguía mirando al pelinegro y es que era la única diversión que se encontraba en el patio en ese momento. Reí cuando se cayó sin querer y las chicas rápidamente tomaron atención a lo que estaba mirando, a Adeline no le dio mucha gracia y clavó el cuchillo en la manzana que estaba comiendo con rabia.

—Lo odio tanto. —Dijo y con Catherine nos miramos.

—¿Y Changbin? ¿Haz hablado con él? —Le preguntó Catherine y Adeline negó.

Eh ahí la razón por la cual odiaba a todo el mundo.

—Tiene que estar hablando con aquella chica de la que los chicos hablan.

La miré curiosa y al parecer era la única que no estaba al tanto.

—¿Quién?

—¡Ah, Laurine! Ayer cuando estabas con Seungmin, vimos a Changbin con una chica, delgada y bonita.

—¿Ah sí? —Me sentí mal de inmediato, sabía cuanto le gustaba a Adeline.

—Si, es del mismo Instituto que tú —recalcó— Minho. —Casi me ahogue con mi saliva.

—¿En serio? —Adeline asintió, con una mirada triste.

Lee Minho, cómo olvidarlo.

—¡Espera! —Dije, recordando lo acontecido esta mañana camino al Instituto— Hoy los vi, en la mañana...me parecía que era Changbin.

—¿Y qué? ¿Qué hicieron? —Preguntó impaciente Adeline.

—Yo iba a cruzar la calle y vi a Changbin en la esquina despidiéndose de ella, ella venía con otro chico que parecía su amigo...

Adeline asintió.

Catherine miró su celular ya que le había llegado una notificación y luego me miró sonriendo. Para posteriormente mostarnos qué anunciaba aquella pantalla, nada más ni nada menos que mi cumpleaños; el cual era en la semana que venía.

—¡Yuju! —Celebró Adeline— Tenemos que ir a comer.

—Por supuesto, no se cumplen dieciocho todos los días. —Reí.

Las horas transcurrieron y algo en mi interior no se sentía bien cada vez que pillaba a Seungmin en el patio tan triste. ¿Acaso yo tenía ese efecto en él? ¿Por qué tenía tanto poder? No quería tenerlo, quería que Seungmin fuese aquel chico tan alegre que siempre fue pero parecía tan ido.

Lo malo es que no podía hacer nada porque si fuese a estar con él simplemente para hacerlo feliz y no porque es lo que realmente siento sería la mejor manera de ser infeliz.

—Laurine, ya se le pasará. —Me dijo Adeline— No es tu culpa, recuerda.

Asentí con tristeza y mis ojos se dirigieron al otro lado del salón donde unos ojos cafés me miraban con cautela, pero Hyunjin al darse cuenta que lo miraba rápidamente movió su cabeza a otro lado. ¿Por qué hacía eso?

Adeline fue a ayudar a Catherine al otro lado de la sala y quedándome sola en mi lugar escuché a Changbin y Woojin hablar, quiénes no hablaban para nada bajo a pesar que querían siempre pasar desapercibidos ya que estaban con audífonos escuchando alguna canción de metal o rapeando con palabras que sacaban del salón. No es que sea metida, es que literal que al lugar que ocupaba con Adeline se escuchaba absolutamente todo.

Así que disimulando, escuché lo que deseaba escuchar.

—¿Y cómo te va con ella? —Le preguntaba Woojin.

—Nada, ya fue. —Casi salté de la emoción pero me quedé allí escuchando más— Estaba confundida entre otro chico y yo. No me hice más drama y le dije que no habláramos más.

—Mejor, así te evitas tonteras.

Hubo un momento de silencio.

—Ni siquiera me gustaba.

Aquello salió de la mismísima boca de Changbin, sonreí preparada para contárselo a Adeline cuando saliéramos de clases y así fue cuando nos dirigíamos al paradero de autobuses les conté todo lo que oí y a pesar de Adeline se mostró como si no le importara, sus ojos y su sonrisa traviesa decían lo contrario.

De pronto lo vimos, vimos a mi gran crush Lee Minho caminando con sus amigos por el centro de la ciudad, nos vió y saludó. A mi primero, y por poco quedé pegada en la pared, tenía el poder de hacerme sentir como si me muriera por él, como si cuando me tocara simplemente el hombro mi cuerpo se volviese de gelatina pero aquello fue, simplemente un hola, más cortés que por querer pero me dejó con todas las hormonas y demás revolucionadas, y con las bromas de mis amigas por supuesto.

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Gracias por leer! ♡ maratón de caps para celebrar que ya la terminé jij