XXVI

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Los días pasaron rápido, Hyunjin se ausentó debido a que su rostro no mejoraba y lo llamaba todas las noches para confirmar que seguía bien.

Era miércoles, mi cumpleaños.

Me desperté con varios mensajes en modo de deseo de feliz cumpleaños y estaba feliz. Valga la redundancia. Me encaminé contenta sintiendo aquel aire distinto cuando es el cumpleaños de uno.

Llegué al salón y sorpresivamente llegué temprano ya que la maestra aún no estaba ni tampoco las chicas pero varios cómo Chan, Felix, Jeongin me desearon feliz cumpleaños. Estaba contenta, pero, ¿Dónde estaban las chicas?

De pronto la puerta se abrió y la maestra entró, atrás de ella venían Catherine y Adeline con una sonrisa traviesa en sus rostros.

Me abrazaron en modo feliz cumpleaños y luego me entregaron una caja que emocionada abrí. Era una caja con fotos de nosotras y con muchos dulces, les agradecí un montón. Eran tan tiernas, me encantaban, en ese momento me di cuenta que aquellas personas que estaban a mi lado las querría por siempre allí.

Había un ensayo general en la cancha, así que para allá fuimos todos. Más personas me desearon feliz cumpleaños, amigas y amigos externos al salón hasta simplemente conocidos. Con esto de las redes sociales casi todo el mundo se enteraba de que uno cumplía años.

Me encontré con Seungmin quién estaba sentando cerca de mí, me miró y yo pensando que me desearía feliz cumpleaños, no lo hizo. Sólo se limitó a mirarme con recelo.

Así pasó el día viendo los bailes de otros cursos, por suerte mi curso no salió y saldría mañana ya que Hyunjin no estaba. Aunque estaba segura que tampoco vendría mañana pero al menos por hoy no pasaría vergüenza bailando sola.

Cuando llegó el término de la jornada con las chicas nos encaminamos a comer al mall. Comimos hot dogs con refrescos y patatas fritas. Pasamos un buen momento, nos reímos demasiado aparte nos sacamos fotos instantáneas en la cabina y luego nos fuimos caminando para dejar el centro comercial.

Me despedí de las chicas y comencé a caminar para tomar un taxi que me llevaría a casa. Pero justo en la esquina, me pareció ver a Minho. Mi más grande crush, ¿No podría ser él verdad? Sin embargo seguí caminando y mirando y enfocando por si es que era él de quien se trataba y lo confirmé, era él, él mismísimo Lee Minho con su grupo de amigos y una chica, la misma chica con la que Changbin había estado pero no podía dejar de mirarlo a él. Él tan lindo cómo siempre, con su pelo peinado y con esa sonrisa incomoda que siempre llevaba. Me esquivó, o algo así interpreté. Me miró con incomodidad cómo si estuviese haciendo algo malo y aquella chica reía al lado de él.

Parecía como si se hubiese hecho un agujero en mi corazón, mis piernas se siguieron moviendo sin mucho sentido. No sabía cómo ya había tomado un taxi y me encontraba dentro, lo busqué con la mirada y a medida que el taxi avanzaba ellos avanzaban caminando.

Ahora entendía lo que Changbin hablaba, de que la chica con la que estaba, estaba confundida entre él y alguien más. Solo que nunca me imaginé que aquel "alguien más" sería Minho. El mundo se sentía tan pequeño de pronto.

Lee Minho parecía incómodo y nervioso a un lado de ella, no hablaba nada, tal cuál habría sido conmigo en un pasado. Pero a ella parecía no incomodarle, hablaba igual y se cubría la boca mientras se reía.

El taxi avanzó más rápido dejando atrás aquella escena nostálgica pero en mi mente se seguía repitiendo sin merced.

Sentía como si estuviese cayendo en un agujero negro y la única persona que tenía la culpa era yo.
Por ser tan estúpida y pensar que aquel hombre tan guapo y con una personalidad tan única me esperaría. Aquello sólo funciona en las películas románticas.

El taxi ya estaba por mi calle así que lo detuve.

—¿Me pagó? —Consultó el conductor y mi mente parecía perdida en el espacio tiempo. Intenté buscar la respuesta pero al parecer realmente no le había pagado así que avergonzada porque la gente del taxi me miraba extrañada le pagué y me bajé.

Llegué a mi casa y mis padres parecían muy contentos, armando toda la comida para que luego viniera mi familia a celebrar mi cumpleaños. Les sonreí de manera falsa y me metí al baño, me quedé mirando al espejo un momento y las lágrimas que estaba reteniendo cayeron. Cayeron sin más, sin piedad, intenté pararlas, me sequé las lágrimas para que así no hubiese rastro para los invitados, debía parecer feliz. No podía creer que aquel encuentro había arruinado mi cumpleaños y que yo me dejé arruinar por aquella escena.

Sin embargo decidí ser fuerte y pasé toda la tarde con una sonrisa forzada en la comida, riéndome de las bromas y agradeciendo los regalos de mis familiares.

Cayó la noche y ellos se fueron. Me quedé sentada en la sala de estar mirando un punto fijo.

–¿Estás bien? ¿Hubo algo que te molestó? —Preguntó mi madre.

—No, —Respondí de inmediato porque lo menos que quería era que pensaran que fue su culpa— Simplemente estoy muy cansada.

Mis padres parecieron satisfechos con aquella respuesta y me dejaron, el sonido de una bocina alertó a mi padre quién luego de ver por la ventana me avisó que era Hyunjin.

SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora