SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)

XXIX

Dijeron que dirían los ganadores así que toda la pista de baile se vació, nos fuimos a las graderías a nuestros respectivas áreas donde nos encontramos con los chicos. Chan, Felix, Jeongin, y Hyunjin nos sonreían y se veían tan eufóricos cómo nosotros.

Hyunjin quién estaba una gradería más arriba que yo me tomó por los hombros y allí dejó sus manos y estaba tan ida, y tan feliz que ni me animé a quitarlas.

—El ganador de este año, 2019....es....¡El amarillo!

Adeline se tiró de la graderías perdiendo el equilibrio y casi se cayó pero a mi preocupación gritó eufórica por el triunfo. Algunos se pasaron por la rejilla, corrimos al centro del escenario sobre el rostro largo de los del morado. Se lanzaron papeles en modo ganador y una canción de campeones nos acompañaba mientras saltabamos, la copa fue dada a la reina y el rey de amarillo. Y mientras coreabamos cánticos respecto al área todos nos abrazamos felices.

La fiesta continuó, la música se sentía más fuerte y yo me sentía tan feliz como nunca. Bailamos en círculo con los chicos, ellos parecían tímidos y Hyunjin no me sacaba los ojos de encima, parece que estaba notando algo extraño en mi personalidad esta noche.

—¡Al centro! —Gritó Chan— ¡Hyunjin!

Alentamos a Hyunjin y aquel pelinegro se puso a bailar en el centro, reímos. Luego le tocó a Chan, a Jeongin y hasta a mí, que fuera de control sin más bailé allí en la mitad, con todos los ojos sobre mí.

Se me acercó Ashley quién me tocó el hombro.

—Laurine, ¿Irán al after party?

—¿Cuál? ¿Dónde es? —Pregunté confundida y seguía bailando al ritmo de la música.

—Es cerca de aquí, nos iremos caminando en diez o veinte minutos, nos encontramos afuera.

Asentí y le pasé la voz a mi grupo. Luego de bailar y de gozar cuando concluyeron los minutos salimos al encuentro y habían varios de la alianza, todos se veían contentos.

—No creo que pueda ir. —Dijo Catherine con un puchero— Cómo saben vivo lejos y no creo que me dejen...

—¡Pero quédense en mi casa! —Ofreció Adeline.

—¡Perfecto! —Exclamé eufórica.

Y rápidamente con Catherine avisamos a nuestros padres que nos quedaríamos en la casa de Adeline. Los cuales dijeron que sí sin más rodeos.

Miré hacia atrás mientras sonreía contenta y me encontré con una espalda muy conocida, sin descaro miré aún más y aquella persona de ojos brillantes me miró directo a los ojos, me avergoncé tanto que me di vuelta.

Era minho, ¿Qué hacía aquí?

Mordí mi labio nerviosa, me excuse con las chicas que iría al baño y busqué a Hyunjin que lo encontré con los chicos menos con Felix que al parecer estaba afuera con Minho. Lo agarré del brazo y me lo llevé a hablar.

—Hasta que te dignas a hablarme borrachita.

—Minho está aquí. —Le avisé y él abrió sus ojos más de lo normal sorprendido.

—Felix dijo que iría a buscar a alguien afuera pero nunca pensé que sería él...¡Pero esto es bueno, Hansen!

—Lo sé, pero fue tan impredecible que...no sé.

Puso sus manos en mis hombros como ya era constumbre y me sonrió.

—Haz lo mejor hoy, intenta hablarle cómo una persona normal y te irá bien.

—¿No estoy muy borracha?

Hyunjin hizo una mueca.-Intenta no tomar más.

—¿Se me nota?

Hizo la misma mueca y luego indicó con sus dedos que un poquito.

—Bueno, ya, me voy. ¿Vas igual para allá?

—Si, Hansen. Nos vemos allá, suerte. —Chocó mi mano con la suya y me sonrió.

Salí entonces más nerviosa que antes, y tratando de controlarme lo más posible.

Nos encaminamos al famoso lugar, una casa que se llenó en un abrir y cerrar de ojos. Fuimos a comprar alcohol y comida y cuando volvimos todos bailaban, busqué a Minho con la mirada y lo encontré hablando con unos chicos que no conocía.

No entendía que estaba haciendo aquí, era de otro Instituto pero no me molestaba para nada.

Los chicos ganadores trajeron la copa que le habían dado por ganar este año y tomamos alcohol en turnos de adentro de esta. Luego con las chicas fuimos a bailar un rato y ellas me molestaban con Minho disimuladamente.

Noté que estaba cerca de la mesa con comida así que para allá fui en compañía de las chicas, pero justo un amigo de Minho se metió a darle conversa.

Me serví un poco de alcohol en un vaso y justo cuando iba a sacar papas fritas del paquete la mano de Minho va en camino, pero tan pronto como notó que yo sacaría me dio el paso para que lo hiciera primero así que lo hice y lo miré, desgraciadamente él no me miraba.

Intenté toda la noche estar cerca de él pero parecía imposible, con cada paso que daba estaba más lejos.

Eran alrededor de las dos de la mañana, algunas personas ya se comenzaban a ir y la fiesta parecía que moría lentamente. Me senté en una silla y las chicas me siguieron, me encontré con compañeros de años anteriores así que les metí conversación y ahí apareció Minho que ni sabía y se había metido en otro lado.

Pero de pronto me sentí mal, me comenzó a dar calor y sentía unas horribles ganas de vomitar.
Oh, no. ¿Por qué justo ahora?
Lo retuve, intente mantenerme cuerda y sacar conversación, intentar mantenerme concentrada en otra cosa.

Minho sacó patatas fritas y luego nos ofreció a cada una, saqué una por cortesía y porque me gustaba él pero realmente no quería y me la comí solo porque Lee Minho me la había ofrecido.

Me seguía sintiendo de aquel modo hasta que recordé que tenía una goma de mascar sobrante en el bolsillo, la tomé y fue como si hubiese renacido. Todo el malestar se había ido.

Tomé camino al baño ya que parecía que hablar con Minho era imposible, y en la sala de estar me encontre con Hyunjin y una chica anónima en el sillón, ella tenía sus piernas entre las suyas y parecían bastante comprometidos. Me hice la que no vi nada y pasé al baño a mirarme al espejo.

Estaba toda demacrada.

Salí y de pronto todos los que quedaban de la fiesta se encontraban en la sala de estar. Y Hyunjin tenía su cabeza en el hombro de aquella muchacha quién jugaba con su mano. Adeline no parecía interesada o pretendía no estarlo. Minho estaba sentado en la silla jugando algún juego de su celular. Uhm.

Mientras esperábamos el taxi que nos llevaría a la casa de Adeline la goma de mascar que previamente tenía en mi boca cayó a mi cabello produciendo las risas de toda la sala de estar. Claro, siendo una payasa en frente de mi crush. Una experta en eso. Y otro día y noche perdiendo la oportunidad de hablar con Lee Minho...