XLVIII

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Las horas siguieron pasando y conversábamos cosas triviales con Hyunjin, cada día lo conocía más y no podía esperar al día siguiente para saber más de él. Las chicas salieron bien vestidas y bien guapas hacía el club y en la casa quedaron sólo los hombres, que luego de que tomaran decisiones. Se decidieron por ir a tomar también afuera. Y a pesar que Hyunjin fue invitado, se rehusó a ir. Entonces estábamos solos y teníamos la casa sola.

Era extraño pero estaba nerviosa, no sabía por qué sin embargo era una presión adicional el que la casa estuviese sin nadie...nadie más que él y yo.

Seguíamos allí sentados, esta vez en silencio. El sonido de las olas en la lejanía y del viento frío que corría moviendo las palmeras quizás eran unas de las cosas más tranquilizantes, junto con el latido de Hyunjin en mi oído. Estaba en paz allí sentada, sin miedo del pasado, sin miedo del futuro.

—¿Vamos adentro?

Oh mierda.
Me sobresalté sin querer y el rió por ello.

Nos separamos y sin querer mi sonrisa ya comenzaba a temblar y hasta mis piernas, estaba demasiado nerviosa. Hyunjin me miró.

—Está haciendo mucho frío...—Se excusó.

Asentí y entré a la casa entre pasos torpes, Hyunjin me siguió y cerró la puerta que terminó en un chillido. Estaba todo en completo silencio y mi corazón latía tan fuerte que juraba que se me saldría por los oídos.

Nos quedamos parados en el piso de madera, se sentían eternos y jamás en los meses que ya llevaba conociéndolo me había sentido tan incómoda y tan nerviosa.

Hyunjin se arregló la garganta. —¿Quieres un té?

Le dije que sí aunque no quería, todo por evitar la incomodidad del momento. No podía creer que el simple hecho de que la casa esté vacía nos coloque tan nerviosos. Allí caí en cuenta que con Hyunjin jamás habíamos compartido una cama, hace poco nos habíamos besado pero ya habíamos compartido días tristes, llenos de rabia, ya nos habíamos conocido los puntos débiles y los de fortaleza, era cómo si estuviésemos haciendo las cosas al revés pero estaba bien, porque lo estábamos haciendo a nuestra manera.

El sonido de la taza rompiéndose en el suelo nos sobresaltó a los dos, Hyunjin emanó un grito de frustración y yo rápidamente fui a ayudarlo. Se le había caído la taza y el agua caliente ya se esparcía por el suelo.

—No, Laurine. Aléjate, está caliente...yo lo hago.

Di unos pasos atrás y mirándolo, observándolo. Me di cuenta que sus manos temblaban, Hyunjin estaba tan nervioso y sus nervios se proyectaban en el temblor de sus manos.

Me dio mucha gracia y ternura, estábamos montando un show muy grande sólo por que estábamos solos entonces estalle en carcajadas, Hyunjin se me unió cuando ya había recogido y botado la taza. Nos reímos un buen rato en un ataque de risa, llenando la casa con nuestras risas alocadas y agitadas.

El silencio y la incomodidad se esfumó, mis piernas tomaron la fuerza necesaria y mi corazón se calmó. Miré las manos alargadas de Hyunjin y ya no temblaban, por lo que tomé camino a su habitación porque desde hace un tiempo tenía la curiosidad de cómo era la habitación que compartía con los chicos. Estaban todas las camas hechas, sorprendentemente. Había una cama de dos plazas y un camarote.

Jugué con mi mente qué cama era la que ocupaba él y recordé que hace unos días me había dicho que era la de dos plazas y la compartía con Jeongin. Entonces me senté allí y Hyunjin no demoró en llegar y mi corazón no demoró en acelerarse nuevamente.

—¿Quiénes duermen aquí? —Consulte, aunque ya lo sabía.

—Chan arriba, Felix abajo. Y Jeongin duerme conmigo. —Respondió y se sentó a mi lado.

Dejó su mano en la cama y había comenzado a temblar nuevamente. La tomé y la junte con la mía. Hyunjin bajó la mirada avergonzado y hasta tímido. Con la ligera luz de la luna que emprendía un viaje por la ventana pasando por la cortina hasta proyectarse en los ojos de Hyunjin. Eleve su mano a la mía y la acerqué a mis labios para besarla, aunque mi corazón fuese a explotar. Hyunjin sonrió, aún mirando el suelo.

—Te amo... Laurine.

Me quedé congelada, mis ojos ya no miraban los suyos y solté su mano como si se tratase de espinas.

¿Qué era amar a alguien? ¿A una persona ajena a mi familia y a mis amigas? ¿Qué era amar al hombre que estaba al lado mío?

Por el rabillo de mi ojo noté como sonreía, y me miraba.

—No te sientas con la obligación de decirlo también, lo dije porque lo sentía y lo siento, de verdad...soy completamente tuyo.

Mi garganta se secó sin prevenirlo, entonces la moje con mi saliva.

El frío que hacía aquella noche de Diciembre fue cubierto por el calor que me daban las palabras de Hyunjin. Por mi espalda corría un calor que me daba cosquillas, y mis mejillas ardían con la ingenuidad de quién nunca había sido amado por alguien ajeno. Lo miré y en sus ojos, en ese brillo tan cálido que me abrigaba y me calmaba no veía ninguna pizca de arrepentimiento o de mentira, sus ojos, eran el claro ejemplo de que todas las palabras eran verdad. No tenía excusa, Hyunjin estaba sentado frente a mí diciéndome aquello. No tenía dónde huir porque sabía que volvería una y mil veces.

Tragué saliva nuevamente porque mi garganta no parecía actuar con claridad.

Hyunjin acercó sus manos temblorosas hacía mi rostro, para que lo mirase. Nos miramos por segundos cuando ya comenzaba a acariciar mi rostro y mi cabello. Me sonreía. Su sonrisa nerviosa, el latido de mi corazón que no parecía detenerse. Se acercó a mí y me besó, me besó como aquella noche en la playa porque sobraban palabras y sus labios me hablaron por sí mismos. Al término del beso y yo aún sin creerme lo que me había dicho lo besé de nuevo, esta vez con más decisión y comprobando hasta por sus labios suaves que sus palabras eran tan verdaderas como que yo estaba loca por él.

Me alejé y me miró cautivo y hasta curioso, una mirada que la reconocí de inmediato. Pero no me sentía completamente preparada, no cuando no sabía con certeza si lo amaba o no. Por lo que me acosté bajo las sábanas y las frazadas y lo invité. Se acostó a un lado de mí y acaricie su piel con calma, mirándonos en todo momento. Aquella casa estaba sola pero se sentía tan llena junto a Hyunjin...

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SILVER SPOON - HYUNJIN (현진)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora