—¿Me dejan morir?, ¿Me dejan decirles lo que mis ojos ven?, ¿Pueden volver a escuchar mi voz?.—Decia Wei Ying mientras más se acobijaba, entre más se arrullaba al tener aquella soledad nuevamente, sus labios temblaban al unisono de aquel invierno, solo las rosas de su pequeño jardín lo podian aliviar de aquella tensión en que su corazón se encontraba, nadie podia hacerlo cambiar o mantener en otro lugar. —¿Soy tan miserable?.
Un rechinido se escucho y en aquella dirección volteó, su hermano estaba de nuevo ahí mientras que sus pasos eran pesados y abrumadores, el aire era melancolico con una profunda enemistad. Un golpe lo saco de aquella ilusión y desamparo.—¡¿Qué piensas hacer Wei Wuxian?!, ¡¿Como te atreviste?!
Wei Wuxian por un momento dudo, las palabras quedaron en su boca guardandoselas para si mismo, su hombros cayeron al punto de quedar casi en el suelo, su mirada bajo y una mueca transformo su rostro palido.—¿Como querias que te dijera ello, Jiang Cheng?, Tu serias el siguiente sucesor de la empresa y si mis acciones administrativas te sirvieron no me quejare.
—¿Pensaste en ti mismo?, ¿Donde quedo ese Wei Wuxian descarado y mal hablado?.—Jiang Wanyi lo tomó por el cuello haciendolo girar a el.—Madre tenía razón sobre ti, ella ni A-Li no hubiera muerto en aquel accidente automovilistico tan solo hubieras muerto tu.
—Dime lo que quieras Jiang Cheng, pero mis palabras fueron verdaderas. En ningún momento te mentí, tus padres y Shijie quisieron salvarme aún si yo estaba recio, ¿Acaso no entiendes que yo preferia morir a que tu te quedaras sin ellos?.
—¡Callate!.—Gritó el más joven.
—No lo hare Jiang Cheng, vete, dejame solo, dejame de esta casa, si no quieres verme la cara largate, yo no te detendre.—Wei Wuxian se levanto aun con su cuerpo temblando.—Pero ten en mente que nunca deje morir al papá Jiang, a Mamá Yu, ni a Shijie pero eso sera mi perdición y nunca encontrare la paz.
Jiang Cheng levantó su mano y al instante una bofetada resono por toda la habitación, Wei Wuxian no se quejo pero mordio su labio para no romper en llanto, vio como aquel joven de traje morado salía y su mirada contenian esa rabia e enojo. Por unos momentos no se movio de aquel lugar en donde estaba parado, sus ojos miraron cada parte de su antigua habitación, sus peluches, sus libros y notas de amor que alguna vez guardo y tanto anhelo, sus figuras de acción y fotografías antiguas de su Lan Zhan.—¿En donde esta el Wei Wuxian de antes?, ¿En donde quedo aquella personalidad mia?, ¿En que parte me equivoque?, ¿En donde esta es persona que dijo que nunca me dejaria?—Dijo al mismo tiempo que una lagrima recorria su mejilla.—¿Donde esta mi familia?.
Sus piernas tambalearon y cayó de rodillas, en sus mejillas recorrian las más gruesas lagrimas y los sollozos no se hicieron esperar, la auto-culpa golpeó su corazón haciendolo volver a caer a lo más profundo de la oscuridad, sus llantos llegaron a todas partes haciendo que los pajarillos volaran freneticamente a todas partes, la luna hacia su aparición y las estrellas brillaban a más no poder, su corazón dolia... dolía mucho, su cabeza retumbaba y palabras en su mente lo hacian ver como un alma solitaria.—¿Quien soy en realidad?.—
—Eres Wei Ying.—Un susurro lo saco de esos pensamientos, su vista se enfoco a la puerta de la habitación pero no encontro a nadie, su pecho se oprimio nuevamente, y aquella ilusión por querrer ver a su antiguo compañero eran indecifrables.
—Lan Zhan...—habló y las cortinas se abrieron paso dejandolo frio por completo.
El tiempo transcurria y estar en aquella solitaria casa era como si un fantasma recidiera en ella, sin espiritu, sin un alma espacio o tiempo, queria gritar, queria salir, correr y llorar en los brazos de alguien. Por una vez en su vida quiso cantar y calentar aquel pedazo de corazón que aun tenia, darle amor a aquel jardín lleno de rosas rojas, algunas veces solo recordaba las ultimas palabras de su shijie... Y tan solo de pensarlas, sus ojos se cristalizaban y lloraban pero no paraban. Se sentia impotente al no haber hecho nada, al no poder salvar a las personas que lo habian amado y fortalecido, se sentia inmune a las palabras de odio que le daba su hermano, su compañero y amigo.—¿En donde quedaron esas promesas?.—Se preguntaba asi mismo.
—A-Xian... prometeme que cuidaras a A-Ling y a A-Cheng.— La mano de aquella fragil mujer lo despertó y aun si su sangre lo queria hacer vomitar, Wei Ying se levantó y de dispuso a tomar su mano.—A-Xian, dejame protegerte una vez más.
—Shijie, Papá Jiang.—Wei Ying tomo la mano de cada herido ahí, sus ojos se quedaron en la mujer que lo miraba desesperadamente.—Mamá...
—Wei Ying aun si nosotros.—Yu Ziyuan tosio e intentó tomar su mejilla—Aun si nosotros no estemos, cuida a Jiang Cheng, protegelo y nunca te apartes de el.
—A-Xian, nosotros estaremos junto a ti, no te preocupes por nada.—Jiang Fenmiang estiro lentamente su brazo y acaricio la cabeza del menor.—Te queremos A-Xian.
Jiang Yanli mostro una leve sonrisa antes de que ojos se fueran cerrando poco a poco, vio como su padre e madre se sonreian antes de que entrelazaran sus manos, vio como se iban y sus sonrisas estaban aun en su rostro. Sus lagrimas bajaron, sus gritos resonaron por toda la cabina, llamando desesperadamente a cada uno de ellos, su cuerpo estaba debil y su cabeza dolia.—Mamá, Papá Jiang, Shijie.—Susurró y su cuerpo cayó.
Wei Ying abrio sus ojos encontrandose tendido en una cama del hospital, cables en sus brazos e muñecas, dolor en sus piernas y cabeza, intento voltear su cabeza y claramente vio como su hermano lo miraba, una pequeña sonrisa quizo aparecer en su rostro sin embargo no ocurrio.
—¡¿Como te atreves a sonreir Wei Wuxian?!, ¡Mataste a mis padres e hermana!.—Jiang Cheng se levantó de su asiento y por unos segundos lo tomo desprevenido.—¡Dejaste a Jin Ling sin madre!.
—Yo... No...
—¡¿Tu no qué?!.
Un estruendo hizo que Jiang Cheng parara, los dos fijaron su vista en aquella medico y el ceño fruncido que tenia.—Le ordeno ahora mismo que salga de la habitación.—El menor bufó fuertemente y antes de dejar la habitación miro a Wei Ying sin ninguna pizca de afecto.
—Lo siento.—Fue lo unico que salio de sus labios, su pecho dolia y su respiración era tambaleante.—Lo siento..—Sozolló,
Wen Qing vio como el menor estaba en un desastre de lagrimas, lo quizo dejar solo, sin embargo, un aviso hizo que parara y gritó corriendo hacia la puerta.—Traigan rapidamente al Doctor Lan, el paciente entrara a estado de infarto, ¡Rapido!.—
Wei Ying no sabia en donde o en que lugar estaba, sentia algo calido en su pecho, y como unas manos suaves tocaban su cabello, queria sonreir al sentir tal tacto, pero no podia. Sus ojos ardian y su garganta dolia. Escucho como alguien lo llamaba y le cantaba, esa voz la queria escuchar más y más pero se fue.
Finalmente al cuarto dia, el pudo despertar pero sabia que todo habia perdido sentido al no ver a su Shijie sonriendole y a sus padres adoptivos regañandolo, nada seria igual.
—¿Estas seguro Wei Ying?.—Papeles en su mano estaban, su mano por un momento dudo pero un suspiro dio.—Perderas todo. Shijie no hubiera querido esto, ella queria que fueras feliz.
—No e estado más seguro de esto Shishu.—Respondio al mismo tiempo en que ponia su firma en aquella linea.—Esto se lo debo a Papá Jiang de todos modos, y mamá estaba esquivocada, yo no merecia ser feliz. Todo me lo arrebataron, me quede sin amor.
Wei Ying entrego los papeles firmados a Xiao Xingchen, mientras que este sonreia debilmente.—Desde ahora ya no eres parte de la empresa Jiang, dando el 25% de todas tus acciones a Jiang Wanyi.
El menor solo suspiro dejando caer una lagrima.—E..eso es lo mejor.—
º
ºBien, como ya vieron este fanfic es de la actualidad, realmente no tenia pensado hacerlo pero una canción hizo que desesperadamente tomara mi laptop y empezara a escribir, no se de donde saco tantos sentimientos pero les dare final feliz en este, porque en Fire On Fire no creo :cc
Gracias por leerme una vez más :3
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Allí Citta di smeraldo
FanfictionDespués de aquel rompimiento y sufrimiento, Wei Ying intentó seguir con su vida, apesar de tener todos los dias en su cabeza aquellas simples palabras que lo lastimaron y dolieron en su más profundo de su ser. Todo era calmado en la empresa Jiang, c...