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Jungkook entró al cuarto de su hermana una vez Jimin fue a bañarse, ya que habían quedado todos llenos tierra y pasto por tirarse al suelo en el cementerio, y comenzó a mirar todo con nostalgia.

-Debo seguir adelante, ¿Cierto?-Le susurro a la nada, como si esperara una respuesta, tomando el brazalete favorito de su hermana y colocándolo en su muñeca.-Debo dejarte ir...

Jungkook soltó un jadeo intentando aguantar las lágrimas, había llorado sin parar todos esos días y sus ojos ya ardían a más no poder, debía controlarse o terminaría enfermando.

-Pero es tan difícil Jiyoonie... Siento que no puedo si no estás aquí conmigo...-Jungkook hablo bajo con su voz quebrada, sentándose en la cama de su melliza, la cual aún tenía las sabanas deshechas y con el olor perteneciente a su perfume en estas.

Jeon se dejó caer lentamente en la cama, abrazando un peluche en forma de stitch que reposaba sobre una de las almohadas, dejando salir algunas lágrimas.

-Tu no lo merecías, solo defendías a un amigo, no debian hacerte eso-Jimin escuchaba todo detrás de la puerta, ya cambiado y con su cabello goteando.

Tenía que dejar a Jeon desahogarse a solas, sacar esa espina que llevaba enterrada en su corazón.

-Lo siento, de verdad siento haberte condenado a esto, lamento no haber luchado por sacarnos de esta vida, lamento no habernos ido apenas pudimos, pero no puedo dejar esto así hermanita, yo no puedo quedarme sentado y verlos seguir con su vida en paz y felices, a pesar de que le arrebataron la vida a una chica inocente-Jungkook hablo con rabia, acostándose boca arriba sin dejar de llorar silenciosamente.

Era inútil, no podía evitar llorar, la rabia y la tristeza lo inundaban, como si estuviera en un mar y estas fueran rocas atadas a sus pies, hundiendolo sin piedad.

-Espero que me perdones, pero no voy a dejar que esto quede así, si la policía nos da la espalda, yo tomaré la justicia por mis propias manos, se que la pandilla me apoyará en esto. Voy a vengar tu muerte Jiyi, tarde o temprano, pero lo hare-Jimin toco la puerta en ese momento, y Jeon seco sus lágrimas rápidamente, levantándose.

-Pasa-El pelirosa entro a la habitación en ese momento, fingiendo que no había escuchado nada.

-¿Todo bien?-Jimin se sentó junto a el, besando sus labios cortamente.

-Si, mmm, se que teníamos planes de quedarnos aquí y ver películas, pero de hecho tengo varias cosas que hacer con la pandilla, ¿Te parece si te dejo en tu casa?-Jungkook tomo su mano dulcemente, con una mirada de disculpa.

Jimin suspiro, el no era quien para oponerse a lo que Jungkook deseaba hacer, hablaría con su madre, intentaría evitar que todo se vuelva un desastre, pero de no poder hacerlo, el estaría junto a Jungkook a pesar de todo, todo con tal de verlo sonreír otra vez.

Mucha gente dice que la venganza no es el camino, y ciertamente no lo es. Pero lamentablemente, el mundo es injusto.

Gente inocente muere a manos de malvados que viven su vida en paz, se condena a los débiles y los fuertes llevan el poder, es un mundo al revés, y a veces hay que salirse de lo que se ve como normal, a veces tenemos que hacer justicia nosotros mismos, librar a este al menos un poco de esa inmensa oscuridad que lo caracteriza en la actualidad, un día a la vez.

Jimin asintió con una sonrisa pequeña, levantándose.

-Claro, yo tengo que hablar con mis padres de todas formas sobre algunas cosas-Jungkook se levanto asintiendo, y mirando a Park atentamente tomo su rostro, besando su frente, nariz, mejillas y sus labios suavemente.

-Eres una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida, Minnie, y espero que siempre lo tengas claro-Jungkook le hablo suave a Park, el cual sonrío con sus ojos húmedos, asintiendo.

Angeles y Demonios (Kookmin/Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora