Ya habían pasado una semana, las heridas de Jimin habían sanado del todo, y, a pesar de que su corazón seguía doliendo, le dieron de alta del hospital.
Paso varios días haciendo tramites en la ciudad, su padre le mando un mensaje de texto diciendo que ya habían abandonado toda potestad de sus papeles de la escuela y demás, así que tenia que poner todo en orden y así poder sacarse ese ultimo peso de encima.
Ahora verdaderamente estaba solo, prácticamente había dejado de ser un Park.
Jimin no iba a decir que se sentía bien, de hecho, al darse cuenta que ya sus padres no tomarían responsabilidad alguna de el le dio un miedo tremendo, y tuvo un ataque de panico en el baño de una cafetería cerca de la escuela. Pero al final del día, se dio cuenta de que al fin, era una persona libre.
Ya no había necesidad y obligación de ser perfecto, ya podía equivocarse, caer, ser el mismo, sin miedo a represalias.
Y se sentía jodidamente feliz, pero jodidamente triste también.
Y joder, era un asco sentirse así.
-Hola, señorito independiente-Era la salida de la escuela cuando su chico lo fue a buscar, y Jimin no pudo evitar sonreír y alegrarse cuando cayó en cuenta de que ya no había necesidad de que Jungkook conservará su casco puesto para no ser visto.
-Hola, amor mío-Jungkook le dio un suave beso en los labios, y sonriendo abrazo a Park.
-¿Que tal tu primer día de vuelta?
-La verdad, estresante, paso solo una semana pero tengo un montón de tarea y trabajos pendientes, así que, tengo mucho por hacer-Jimin se ajusto bien la mochila tomando el casco que le tendía Jungkook, y colocándose se subió detrás de el, abrazándolo.
-A veces se me olvida que en tu escuela si estudian de verdad-Jimin no pudo evitar reírse, y mientras Jungkoon encendía la moto y arrancaba rumbo al otro lado del pueblo, se relajo en su espalda, disfrutando el viaje.
Jungkook y el vivían juntos ahora, y Jimin se había negado al principio, ya que Tae le ofreció quedarse con el, pero seguir en el lado Sur del pueblo, aunque sonará raro, se sentía sofocante.
El lado norte era el lado donde conoció la libertad, tal vez por eso sentía un apego a el.
Cuando Jungkook apago la moto Jimin se bajó de un salto, y tomando las llaves abrió el remolque, entrando rápidamente dispuesto a ponerse a trabajar.
Maldita escuela, no veía la hora de que llegara la puta graduación.
Jungkook sonrió, y guardando los cascos de la moto entró tranquilamente, yendo a la cocina mientras se sacaba su chaqueta de cuero, dispuesto a ponerse a cocinar.
-¿Quiere comer algo en especial hoy, principe Park?-Jimin le sonrió brillantemente a su novio, asintiendo y soltando que quería pasta carbonara.-Pasta carbonara será.
Jungkook se puso manos a la obra, y mientras ponía la pasta a cocinar, se dio el tiempo de observar a su novio.
Era tan hermoso, maldita sea, Park Jimin.
Jimin se había colocado sus lentes de lectura, ya se había cambiado por una pijama holgada y no paraba de escribir y leer, avanzando sus trabajos pendientes.
Y Jungkook sentía una paz tan grande que llegó a ser hasta abrumador.
Si su hermana lo viera se echaría a reír, diciendo que es todo un estúpido, hechizado por el chico que hace deberes en la mesa.
-¿Sabías que te amo un montón?-Jungkook hablo suave, a lo que Jimin alzó la mirada con sus ojos brillando.
-¿Sabías que yo te amo dos montones?-Ambos soltaron risas tontas, volviendo a lo suyo.
Así se sentía vivir bien.
9:00PM
Jimin le acomodo la chaqueta a Jungkook sobre sus hombros, y este se dio vuelta, cargandolo y colocandolo sobre la mesa.
-Cierra bien todo cuando me vaya, ¿Ok?, no pasará nada, pero no está de más prevenir-Jimin asintió rodando los ojos, era como la décima vez que le decía lo mismo.
-Si, señor, tranquilo.
-Volvere antes de las 12, arreglo unas cosas en el bar y vengo-Jimin asintió agarrando las mejillas de Jeon y besandolo.
Era una manera muy efectiva de callarlo.
-Te amo, cuídate mucho, te esperare aquí-Jungkook asintió, y robandole unos últimos besos a Park salio del remolque, subiéndose a su moto junto a los chicos que lo esperaban afuera y yéndose.
Jimin los despidió con la mano, y entrando a su hogar cerro bien la puerta y todas las ventanas, caminando a la cocina.
-Bien, 3 horas para limpiar este basurero y arreglarme, haz hecho más cosas en menos tiempo, tu puedes Jimin-Subiendo las mangas de su pijama Jimin se puso manos a la obra.
Ese maldito remolque iba a brillar para el final de la noche.
11:30
Ahora si parecía un hogar, maldita sea, sus manos eran magicas.
Jimin se encargo de limpiar, desechar y redecorar un poco el remolque, respetando siempre la habitación de Jiyoon y todas sus cosas, y a pesar de que aún había mucho para ordenar fuera, se sentía muy feliz con el resultado de dentro de este.
-Mierda mierda mierda-Cuando volteó a ver el reloj en el living se dio cuenta que solo tenia media hora para alistarse, así que corrió como nunca al baño, duchandose rápidamente.
Apenas salió de la ducha busco su teléfono, llamando a Taehyung por facetime mientras se secaba el cabello con una toalla de mano.
-HOLA AMOR DE MI VIDA, SOULMATE MIO, CORAZON DE OTRO-Taehyung le sonrió picaramente a Jimin, viendo que seguía en toalla-Así que al fin decidiste darle uso al regalo de bienvenida que te di, ¿No?
Jimin le saco el dedo medio a su amigo, riendo.
-Lo hago solo porque quiero mierda, callate.
-JA JA, te dije que era un buen regalo
-Ya callate y ayúdame imbecil, ¿Debería usar solo el conjunto?, ¿O el conjunto y el juguete?-Jimin reviso el cajón que Jungkook le habia dado del closet, sacando las cosas que su amigo le había dado como supuesto regalo de inauguracion luego de su mudanza al remolque.
-Los dos, pendejo, go big or go home dicen por ahí-Jimin se fijo como su mejor amigo se tiraba a su cama, hablándole tranquilamente.
-Ok, ok, a lo grande, esta bien-Jimin dejo caer la toalla, y sacando los traslucidos calzones del conjunto tomo su celular-Ya, cuelgo, que no quiero que veas como me meto un puto juguete.
-Sería mucho menos de lo que te he visto hacer, hijo, ¡Buena suerteeee, adioses!-Jimin colgó riendo, y rápidamente tomo el bonito plug que su amigo le había dado junto al lubricante, mordiéndose los labios.
Lo que hacía por ese maldito motociclista, puta madre.
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Angeles y Demonios (Kookmin/Jikook)
FanficDonde Jungkook es el pandillero vendedor de drogas del pueblo de Busan, y Jimin es el chico perfecto, hijo del pastor y la alguacil del lugar. Ambos se conocerán en un evento del pueblo, en no muy lindos términos, pero aunque naturalmente deban odia...