Heart Snapshot [JiCheol]

🌸📸 Capítulo 1 📸🌸

Las personas son tercas. Quieren hacerse creer que los recuerdos durarán para siempre, que los detalles de aquel importante día siempre quedaran grabados en sus memorias. Aunque desgraciadamente, años después no recordarán si quiera lo que hacía tan especial aquel día.

Para JiHoon captar los momentos era lo más importante, pero no solo como un fugaz recuerdo, sino como una inmortal fotografía. Día tras día paseaba por la ciudad, buscando cada vez en un nuevo rincón las inspiración para sus fotografías y cortometrajes.

"Trato de inmortalizar lo que para algunos pasa desapercibido"

Esas eran las palabras que el joven siempre llevaba como motivación. Las que le mantenían luchando por su sueño, pero también las que le ataban a un remordimiento del cual nunca se pudo desprender.

El joven era preso de ese pensamiento todos y cada uno de los días en los que se percataba del error que cometió años atrás. Algunos lo llamarían fugaz, otros un juego de niños, pero para Jihoon, aquel verano junto a aquel joven fue mucho más que eso.

~•~•~•~•~•~•~•🌸6 años antes🌸•~•

La suave brisa de inicios de verano mecía las copas de los florecidos árboles con suavidad. Las estrellas brillaban en un despejado cielo como si fuera su última vez. El silencio de la noche era interrumpido por el barullo de un festival no muy lejano y por la suave respiración de un joven que, sobre una plana roca, contemplaba fascinado las estrellas.

JiHoon nunca había sido de los niños ruidosos y juguetones.
Para él, el silencio y la tranquilidad eran su método de diversión.

Carecía de amigos ya que los niños de su edad lo consideraban aburrido, aunque no era algo que lo preocupara, es más, este afirmaba que no necesitaba molestos e inmaduros críos de 12 años pertubando su paz.

Las luces de las casas comenzaban a apagarse en el pequeño pueblo y pronto todo rastro de festival se sumió en un profundo sueño.

—¡JiHoon!-se escuchó en la lejanía.

Una joven mujer salió de una de las viviendas y visualizó el lugar hasta encontrar a su hijo sobre una roca contemplando las estrellas.
Al escuchar a su madre el pequeño saltó agilmente de la roca muy emprendió el camino de retorno a su hogar.

—En el fondo sabía que no irías.-suspiró la mujer una vez que su hijo llegó.

—No podría haber visto las estrellas si hubiera ido. Festivales como esos hay muchos mamá, noches como la de hoy no.-sonrió el pequeño antes de depositar un beso en la mejilla de su madre y dirigirse a su habitación.

La mujer lo contempló preocupada. Su hijo nunca había hecho amigos y su actitud no era la propia de un niño de 12 años. Parecía que el joven vivía absorto en un mundo paralelo, un mundo completamente distinto al real.
Uno en el cual nadie era capaz de entrar sin el permiso de Jihoon, quien tampoco dejaría que nadie introdujera un solo pie en él.

El día amaneció soleado, acompañado del característico barullo de pueblo. Los pequeños corrían y jugaban de un lado a otro, riendo y gritando, todos menos JiHoon. Este permanecía sobre aquella roca, lugar donde se había acostumbrado a ir, absorto entre las páginas de un libro. Su rostro cambiaba constantemente mientras avanzaba, sonriente mientras leía el comienzo, serio cuando de pronto el nudo de este comenzaba a desarrollarse y triste cuando el desenlace llegó con la muerte de su personaje favorito.

Para JiHoon la lectura no era solo un medio de entretenimiento al que acudir cuando el aburrimiento tocaba las puertas de su mente. Él consideraba cada lectura como un viaje, una aventura a través de lo desconocido donde lo imposible se vuelve posible.

El joven pasaba las últimas páginas con miedo, ansioso pero temeroso de leer el final, aunque fue interrumpido de pronto por la voz de un joven.

—Oye, ¿es normal que un niño de doce años esté leyendo una novela para más de dieciséis?

JiHoon ignoró al joven y prosiguió con su lectura.

—Mmm, ya veo. A juzgar por tu silencio no es algo habitual así que permíteme...¡flash!

JiHoon alzó la vista sorprendido al escuchar el disparo de una cámara junto a él.

—Oye, ¿por qué me has hecho una foto?-indicó el menor algo molesto.

—Trato de inmortalizar lo que para otros pasa desapercibido.-dijo el joven sonriendo.