Heart Snapshot [JiCheol]

🌸📸 Capítulo 11 📸🌸

Al día siguiente JiHoon se preparó para pasar la noche fuera.

Guardó un par de mantas en la mochila y algunos snacks salados.

JiHoon detestaba la dulce, a diferencia que su amigo.
Agarró una fina rebeca a petición de su madre y salió de casa, guiado hacia el lugar de encuentro por la tenue luz de las estrellas. Una vez allí pudo ver a su amigo, el cual se encontraba mirando la pantalla de su cámara fijamente.

—¡Hola!-dijo el menor sorprendiéndolo. El pelinegro sonrió y le tomó una foto.

—Hacía mucho que no me tomabas una fotografía, ¿cuál es la razón esta vez?-preguntó confuso mientras extendía una de las mantas y se sentaba sobre ella.

—Recordar este día para siempre y nunca olvidarlo.-explicó.

Por más que trataba de ocultar la tristeza de su corazón, aquella sonrisa no era suficiente para hacer creer a JiHoon que todo estaba bien. Sus padres le habían dicho que partirían al amanecer del día siguiente y por ello quería aprovechar sus últimos momentos con JiHoon.

El menor lo miró fijamente, sabía que su amigo estaba actuando distinto pero prefirió no sacar el tema al ver que este devolvió su vista a la pantalla.

—¿Me dejas tu cámara por favor?-preguntó sonriente el joven peliblanco.

—¿Qué pretendes?-el mayor lo miro divertido.

—Déjamela y lo sabrás.-dijo antes de arrebatar el aparato de las manos del pelinegro.

Una vez con el dispositivo en sus manos se colocó cerca de su amigo, el cual no pudo evitar tensarse al sentir la presencia del menor tan cerca de él, y volteó la cámara, haciendo que la lente los apuntara a ellos.

—¡Di patata!-exclamó antes de presionar el botón.

El flash saltó de repente y la foto se tomó. JiHoon se apresuró a ver cómo había quedado la toma y sonrió satisfecho.

—Nunca nos habíamos hecho una foto juntos, ¿verdad?

El mayor lo contempló y sintió un enorme vacío en su interior. Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, y para evitar que el peliblanco lo viera decidió abrazarle fuertemente y hundir su húmedo rostro en el hombro del menor.

El corazón de JiHoon se aceleró con brusquedad y sus mejillas comenzaron a arder como llamas.
¿Qué era aquella sensación tan extraña? No podía describirla como dolorosa, era más bien agradable.

—¿Estás bien?-preguntó el menor regresando a la realidad tras perderse en sus pensamientos.

—Sí.-sonrió separándose de JiHoon.—Y bien, mi querido astrónomo, ¿qué constelación es esa?-el mayor quiso olvidar todos los problemas que se cernían sobre él solo durante aquella noche. Quería pasar la última pero la mejor noche con él, y por ello tendría que dejar esos pensamientos atrás.

JiHoon sonrió emocionado al escuchar la pregunta de su amigo y sin pensarlo dos veces comenzó a hablar.

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El día amaneció algo nublado pero aún se notaba  el calor de finales de verano.

JiHoon abrió sus ojos molesto por la luz que entraba por la ventana de su habitación. Se incorporó lentamente y contempló a su madre, la cual se encontraba sentada a los pies de su cama con el corazón encogido.

—¿Qué pasa mamá?-preguntó el pequeño asustado.

—Cielo, tengo que decirte una cosa...

Tras escuchar las palabras de su madre el pequeño salió de su habitación corriendo, aún en pijama y sin haberse puesto zapatos se dirigió hacia la casa de su amigo, esperanzado de que todo era una broma de mal gusto que el pelinegro y su madre habían planeado. Más no fue así, y al llegar a la puerta del viejo edificio su corazón se partió en dos, las lágrimas brotaron de sus ojos y comenzó a sentir un punzante dolor en su pecho.

—Mentiroso, dijiste que nunca me dejarías solo...-dijo entre sollozos.

Fin del flashback

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Tras la amenaza de SeungCheol el joven peliblanco no había vuelto a recibir ningún mensaje suyo en el resto del día.

Caminaba bajo la tenue luz de las farolas de la ciudad hacia su casa, totalmente exhausto. Había sido un día muy largo y lo único que deseaba era que toda aquella pesadilla acabase.

Se sentía un poco agobiado al no saber que era lo que el mayor pretendía tras haberlo amenazado de esa manera. ¿Quizás volvería a llamarlo mientras estaba en clase? O incluso algo peor, ¿hacerle ir fuera del horario de la universidad?

El joven negó con la cabeza tratando de sacar esos pensamientos de su cabeza e ingresó en su departamento, directo a su cama.

El molesto ruido del despertador lo sacó de su sueño bruscamente. El joven se había quedado dormido nada más llegar a casa, e incluso seguía con la misma ropa que el día anterior. Se levanto soñoliento y se dirigió a la ducha, para prepararse antes de marchar a la universidad.

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—¡JiHoon! ¡JiHoon!-lo llamó JiHyo al verlo entrar en la clase.—¿Te has enterado?

El joven la miró confuso.

—¿Enterarme de qué?-preguntó.

—Parece ser que hay alguien que está acosando a SeungCheol.