El corazón de JiHoon golpeaba salvajemente su pecho al contemplar el rostro del mayor desde aquella corta distancia. Sentía un ardor calentar sus mejillas y un nerviosismo recorrer todas y cada una de las partes de su pequeño cuerpo. No sabía cómo reaccionar ante aquella situación, ¿debería empujarle? ¿golpearle y salir corriendo?
Miles de pensamientos traspasaron la mente de JiHoon, pero el menor no hizo nada. Una parte de él deseaba mantener esa corta distancia y en cualquier momento hacerla desaparecer.
—Olvídalos.-dijo con frialdad.-Olvídale.
Aquellas palabras se clavaron en el pecho del menor como afilados cuchillos.
—No.-respondió seriamente.—No volveré a hacerlo. No me olvidaré de SoonYoung, nunca. Y tú no eres quien para decirme nada, no me conoces, no sabes nada de mi así que no quieras meterte en mi vida. La única razón por la que siquiera hablo contigo es porque tienes esa foto y puedes hacer público ese estúpido y falso rumor que te has inventado.
Las palabras fueron saliendo una tras otra de la boca del menor sin siquiera pensarlas dos veces, provocando un inmenso dolor en el pecho del castaño, el cual se alejó de JiHoon tras escucharlas.
—Tienes razón.-rió sarcástico.—No sé nada de ti, ni de tu vida. Solo sé que no eres más que un enano de mal carácter con aires de superioridad que está obsesionado con un maldito niño de su infancia del cual siquiera recordaba el nombre.-el mayor comenzó a atacar al menor.
JiHoon escuchaba al castaño tratando de evitar que las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos salieran al exterior. ¿Por qué le dolía tanto lo que estaba diciendo?
Y aún más importante, ¿por qué se arrepentía de lo que había dicho escasos minutos antes?La respuesta era simple aunque el joven no quiso aceptarla. No lo hizo porque nunca lo había sentido, porque no sabía si era cierto o no. Porque aquella teoría desafiaba cualquier ley de la realidad. Porque realmente no quería admitir que se había enamorado de alguien a quien apenas conocía.
—¡Cállate!-gritó el peliblanco dejando caer dos lágrimas por sus mejillas.—¡No voy a seguir escuchándote! ¡Me voy!-tras ello se levantó del sillón y aproximó a la puerta, esquivando al castaño.
SeungCheol quedó congelado al ver las lágrimas que recorrían la tersa piel del menor. Al percatarse de que tenía la intención de marcharse corrió hacia la puerta y colocó su mano contra ella, acorralando al de baja estatura.
—No te vas a ninguna parte.-dijo con la voz ronca. Un nerviosismo recorrió el cuerpo del menor al escuchar tan cerca de su oído a SeungCheol.
—He dicho que me voy.-trató de abrir la puerta pero no pudo.—¡Déjame ir!-vociferó.
—¡No!-respondió agarrando con brusquedad las muñecas de JiHoon y colocandolas en la oscura puerta de madera.
Ambos jóvenes se miraban fijamente. Las lágrimas seguían recorriendo el rostro de JiHoon, pero él seguía sin saber la razón de ello. No podía detenerlas y tampoco era capaz de controlar el punzante dolor que se apoderaba de su pecho.
De pronto todo quedó en silencio. Se podían percibir con dificultad los sollozos de JiHoon y sus pesadas respiraciones.
—Por favor.-susurró devastado.-Déjame ir.
—¿Cúal era la pregunta?-dijo sorprendiendo al menor.
—¿Qué?-respondió extrañado.
—Para tu trabajo, ¿qué era lo que querías preguntarme?-insistió.
El menor se mantuvo en silencio algunos minutos antes de volver a hablar.
—¿Qué es el amor para ti, SeungCheol?
Al escucharla sintió una fuerte presión en el pecho. ¿El amor para él? Nunca antes había pensado en ello, pues no había salido con nadie anteriormente, todas sus relaciones se resumían a fiestas donde conocía a jóvenes, y estas solo duraban una noche.
Tras varios minutos pensado respondió.—¿Querías ayuda? Pues aquí la tienes.-dijo antes de acortar la distancia que los separaba y besar con brusquedad al menor, alzando su mentón para intensificarlo.
JiHoon no entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero aún así le gustaba. Trataba de seguir el ritmo del mayor, aunque nunca había besado a nadie antes. Alzó sus manos con lentitud y las enlazó tras el cuello del mayor, el cual sonrió por un breve instante al sentir el tacto de las manos del menor antes de volver a atacar los labios del peliblanco.
SeungCheol deslizó suavemente una de sus manos hasta la cintura del menor para acercarlo a él. Ambos jóvenes continuaron besándose durante varios minutos, separándose para coger aire antes de regresar.De pronto el teléfono de JiHoon comenzó a sonar, sorprendiendo a ambos jóvenes. JiHoon lo sacó del bolsillo bajo la atenta y molesta mirada del mayor y encendió la pantalla. En ella se podía observar un mensaje de SoonYoung.
De Soonnie:
Para JiHoon:
Ya he terminado, ¿qué querías preguntarme?El rostro de SeungCheol cambió radicalmente, aquella sonrisa que mostraba se borró por completo, y se separó bruscamente de JiHoon.
—Esto es para mí el amor, el contacto físico. Si no necesitas nada más puedes irte a casa.
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Heart Snapshot [JiCheol]
RomansDía tras día JiHoon trata de dejar su pasado atrás y seguir adelante, pero ¿qué pasará cuando, nada más llegar a la universidad, el chico de sus recuerdos aparezca como un estudiante de su misma facultad y se vea envuelto en un problema con el joven...