Heart Snapshot [JiCheol]

🌸📸 Capítulo 17 📸🌸

Insignificante. Esa era la palabra que describía cómo se sentía JiHoon. Llevaba encerrado en casa desde que sucedió aquello con SeungCheol y siquiera había movido un pie de la cama. 

Tenía numerosas llamadas perdidas de SoonYoung, el cual se preocupó al no verle en la universidad durante tantos días seguidos. 

Agarro el teléfono y contempló la pantalla deslizando los mensajes que tenía, se sorprendió al ver uno de ellos.

De Niñato creído:
Para JiHoon:
Te dije que te acabarías enfermando.

Leyó el mensaje y no pudo evitar recordar aquellas palabras. ¿Acaso todo aquello fue una simple demostración de lo que hacía con todos los chicos? ¿Todo era fingido?

JiHoon había sentido cosas que nunca antes experimentó pero al parecer todo fue un simple juego para el castaño.

El joven agarró con fuerza la sábana, donde se encontraba reliado, y lágrimas salieron de sus irritados ojos.

De Jihoon:
Para Niñato creído:
Muérete.

De pronto una llamada apareció en la pantalla del móvil. SoonYoung lo había visto en línea y decidió aprovechar el momento para que el menor le respondiera.

—¿Qué te pasa?-respondió. En su tono de voz se notaba que había estado llorando escasos segundos atrás.

—¿Qué me pasa? La pregunta más bien es ¿qué te pasa a tí? ¿Por qué no vienes a la universidad? ¿Te enfermaste?

Jihoon escuchaba en silencio al joven mientras trataba de detener las lágrimas de sus ojos. 

—Si, me resfrié.-mintió. 

—¿Me podrías explicar desde cuando los resfriados hacen llorar a las personas?

—No estoy llorando.

—JiHoon, te conozco. Estás llorando y se te nota. ¿Vas a contarme que te pasa?

El joven se mantuvo en silencio durante varios minutos pensando si de verdad debería hablarle al mayor sobre lo sucedido con SeungCheol.

—No lo sé.-habló finalmente.—Desde que pasó no he podido dejar de pensar en ello. He intentado pasar página y hacer como si nada hubiera sucedido, pero no se por qué simplemente no puedo.

—Retrocede JiHoon, ¿qué es lo que pasó?

JiHoon le explicó entre sollozos al mayor lo que hubo entre él y SeungCheol. 

Aunque el peliblanco no lo podía percibir a través de la llamada, el rostro de SoonYoung cambió radicalmente y la rabia se apoderó de su ser. Repentinamente se despidió del menor y colgó la llamada. Salió del edificio de artes en busca de SeungCheol, si tenía que elegir entre ser expulsado por saltarse clases o por destrozarle la cara a un niñato no dudaría ni un segundo cual escoger.

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—Eres un completo capullo, Choi SeungCheol.-dijo sin pudor su gran amigo Hansol tras escuchar lo que él joven tenía para contarle.

—Tampoco te pases.-reprochó desanimado.

—No me estoy pasando, eres un idiota.-repitió recalcando la última palabra.—¿Cómo se te ocurre hacer eso? ¿A caso no te gusta?

El escuchar aquellas palabras hizo que un nerviosismo recorriera el cuerpo de SeungCheol.

—¿Gustarme? ¡No me hagas reír!¿Cómo podría hacerlo? Es un enano de mal carácter que tuvo la osadía de enfrentarme y vacilarme.

—Sí, y también de corresponder el beso que tú-recalcó.—empezaste y que luego arruinaste queriendo hacerte el chulo.

—No fue así. No sé por qué lo dije, simplemente el ver ese mensaje en su teléfono me enfadó. 

—Se llaman celos, y lo sientes cuando alguien que no eres tú se relaciona con la persona que te gusta. SeungCheol, serás muy bueno en los estudios pero eres un completo estúpido para el amor.

—No estoy enamorado de JiHoon, no hagas bromas de mal gusto.-reprochó.

El americano clavó fijamente sus ojos sobre SeungCheol.

—Entonces ¿por qué lo besaste?

Ahí lo había atrapado. No tenía respuesta para aquella pregunta, él siquiera sabía por qué lo besó. 

—Agh, deja de mirarme así Hansol. Te he dicho que no me gusta.-dijo mientras se levantaba del metálico banco y comenzaba a caminar. Al pasar junto a la facultad de artes se sorprendió al ver a SoonYoung aproximándose a él con una mirada no muy amistosa.

—Vaya, parece que vienes enfadado. ¿Se te ha roto la cámara?-burló el castaño.

—Te lo avisé, JiHoon no es un juguete.-dijo antes de propinarle un brusco golpe en el rostro. SeungCheol se limpió la sangre que se deslizaba bajo su labio y sonrió.

—Vaya, parece que el perrito guardián ya mostró sus colmillos.