Me aleje de Azul lo más rápido que pude y mire a quién acababa de gritar su nombre. No puede ser.
Era ella... La loca. ¿Por qué es tan jodidamente hermosa? Su rostro enojado y sus labios, tengo que unas ganas de volverlos aprobar en estos instantes. Ahora veo quien es mi vecina y déjenme decirles pero que vecina más presiosa tengo.
-¿Que haces con mi hermana?- su pregunta me saco de mis pensamientos pervertidos, ahora voy abrir esa tonta ventana todos los días- Tiene 16 años, anciano- ¿Anciano? Tengo 18 eso no es tanto- Salte de mi casa ya.
-Hola- dije con una sonrisa- Creo que no me dijiste hola- me encanta hacerlas enojar- Soy Claudio Meyer.
-No simules que no me conoces- si Emi, te conozco- Alejate de mi hermana- ¿Celos?- No te quiero ver cerca de ella.
-Tengo 16 años- dijo Azul- Se cuidarme perfectamente.
-No lo veo- contesto la peliazulada- Ibas a dejar que este- y me miró buscando alguna palabra para decirme.
-Lindo, guapo, inteligente, hermoso...
-Naco- me interrumpío y no sé qué significa eso que me dijo- Azul no te quiero ver cerca de este naco. Ahora vete de mi cuarto.
Azul hizo el típico berrinche de bebé y se fue lanzando unas cuantas malas palabras. No sé porqué, pero estaba bastante feliz de ver a la loca, me trató bien mal y todo en la isla, pero ese beso no lo voy a borrar y pienso repetirlo.
Su celular comenzó a sonar y la canción describía lo que yo necesitaba ahora con ella.
Que me muero por besarte la boca, mamá
Hace tiempo que mi sueño e' volverla a probar
Porque bailas como nadie más sabe bailar
Te pareces a la playa y las olas del mar.Ella contesto la llamada- Hola, lo sé. Alvaro- el idiota- Yo también tengo cosas que hacer aquí y tengo que desempacar un buen y...
-¡Esta conmigo!- grite- Dale Emi ¿Que tengo que hacer para que me des otro beso?.
Su cara me daba risa y tal vez un poquito de miedo, estaba furiosa. Creo que me tengo que ir, solo porque quedé con mis amigos.
Pase a un lado de ella y le di un rápido beso en la frente para irme un poquito más satisfecho. Estoy bastante feliz ella es mi vecina, significa que podré conseguir algo más con ella y que todas las mañanas podré verla, espero que no ponga cortinas.
(...)
-Hola chicos- dije con una gran sonrisa.
-¿Por qué tan sonriente Meyer?- me preguntó Silverio.
Tome asiento al lado de Ulises. Estábamos en un bar solíamos venir todos los días y eso significa que comenzamos a tomar bastante temprano, recién son las doce del mediodía.
-La chica de la isla es mi vecina- rei- Creo que eso hay que festejarlo.
-Volvio el enamorado- ¿Espera que?.
-Ulises no estoy enamorado- dije- Y mucho menos de ella ¿No recuerdan lo que les dije?.
-Si, pero si recuerdas lo que viviste con ella- hablo León- Bro estabas muy feliz esa noche que volviste después del beso.
-Y estabas triste cuando volviste de la playa- dijo Silverio- ¿Recuerdas que ella te había rechazado...
-No hace falta que me lo recuerdes- dije, tome el vaso de... Lo que sea que tenga dentro y lo tome de un sorbo- Ella perdió mucho al rechazarme.
-Te rompieron el corazón- rio mi queridísimo Ulises- Bro solo confirma que si te dolió.
-No me dolió- dije- La piba no me importa.
-Algun día te vas a enamorar- hablo León- Y quiero estar vivo para ver eso.
-No, no y no- rei- No sé ni lo que significa la palabra amor y vos querés verme enamorado.
La verdad es que veo mi futuro al lado de una empresa con mi apellido y lujo por doquier. No me veo casado ni con hijos, es aburrido siempre estar con la misma chica ¿No creen?.
-Vas a saber cuándo estés enamorado, cuando llegue esa persona que rompa con tus esquemas- dijo Ulises- Y con esquemas me refiero a que ya no quieras dormir con medio millón de chicas y solo quieras dormir con ella. Vas a sentir todas esas cosas que llamas tonterías y en ese momento vas a saber que caíste en el juego del amor.
-Te vas a enamorar- termino de decir León.
Mire a Silverio y el nos veía confundido se que el piensa lo mismo que yo ¡Que todo lo que dicen estos dos boludos son boludeces, como ellos!.
-No vine hablar sobre el amor- dije- Vine a beber, lo necesito.
(...)
Todo gira a mi alrededor, no puedo ni mantenerme en pie y estoy solo a unos pasos de llegar a la puerta de mi casa. Creo que ya son las cinco de la tarde y... Ah mis papás me van a cagar a pedo por llegar a la casa en este estado.
Escuché unas risas y mire de dónde venían y ahí estaban.
Emilia y Álvaro estaban sentados en una banca afuera de la casa de el riendo. Creí que lo que había dicho lo iba alejar de ella, ni yo sé porque quiero verlos lejos si ellos no me importan.
Quería dejar de mirarlos, pero no podía. Alvaro por fin se había dado cuenta que los estaba viendo, tomo el rostro de Emilia entre sus manos y la beso. No me iba a quedar ahí como un boludo mirándolos, decidí entrar a mi casa.
-Por fin llegas- hablo mi mamá creo que desde la cocina o el comedor... No sé, estoy dado vuelta- Ven quiero presentarte.
La concha de la lora.
Camine hasta donde supongo que venía su voz. Ella estaba al lado de mi papá mirando hacia algún lugar en particular, me acerque más y ahí estaban tres niños. Una niña rubia y los otros dos niños tenían el mismo color de pelo que tengo yo... Ellos son los trillizos.
-Hola- dijo la niña y se acercó a mi, esto es raro- Me llamo Luz como la luz que alumbra la casa. Soy...
-Una persona que ya no aguanto- la interrumpí- ¿Podemos hablar?- pregunté mirando a mis papás- A solas- y ahora mire a los dos niños que me estaban mirando bastante mal.
-Vamos Luz- El pibe que creo que es Alexander o Guillermo, no sé debo aprender a diferenciarlos ¿Que dije? Estos niños no se van a quedar acá- Estaremos en la sala- y los tres se fueron.
-Son insoportables- dije- Las dos copias me estaban mirando mal y la pibita ya no la aguanto.
-Guardate tus comentarios- dijo mi mamá- No pienso discutir contigo en el estado que estás- carajo- Y por castigo por llegar así a la casa todo este mes te quedarás sin tarjetas de crédito fin.
Se viene el drama... Nuevamente.
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Revancha
Novela JuvenilYo no quería hacerle daño, solo quería tener unas vacaciones normales con mis amigos. Pero todo se fue a la mierda... El, la piedra y... La sangre. Mi camisa estaba llena de sangre, yo no sabía que hacer. Y después la pelota rosa golpeó mi cabeza...