Capítulo 17

276 46 8
                                        

Claudio

Llegué a mi casa, por fin. Baje del auto que gracias a dios manejaba Ernesto, porque no lo despidieron. Ernesto bajo mi maleta y estaba apunto de entrar a mi casa, pero una llamada entro a mi celular.

-Hola, Clau- esa voz tan chillona que odio, pero no reconozco- Mañana Romina hace una fiesta por su cumpleaños y pues quería que vayas conmigo.

-Lo siento- ¿Cómo se llama? Ni siquiera la tengo agendada, jamás agendo a las chicas con las que me acuesto- Pero hoy no tengo ganas de ningúna fiesta- mentí.

-Oh, que pena- dijo ella- Bueno si cambias de opinión avísame- colgué la llamada y bloqueé al número, que niñas ingenuas. Confunden una noche de sexo con amor.

-Oh shit- mire hacia al lado y estaba Olegario intentando tomar tres cajas inmensas.

-Deje que lo ayude- Salí del patio de mi casa y me acerque al suyo- ¿Puedo?.

-Si no es molestia- tome una caja y la llevamos al auto- Gracias, Claudio.

-No hay de que- le dije.

-¿Oye tu eres compañero de mi hija?- asentí con la cabeza- No quiero sonar metiche ni nada por el estilo, pero hoy mi hija llegó a casa caminando extraño. Me enseñó su rodilla y estaba de un color morado ¿Sabes si tuvo algún problema con alguien?.

Emilia tiene la rodilla...

Veía como estaban golpeando a Silverio y la ira se estaba apropiando de todo mi cuerpo. Reaccioné, tome a Emilia por los hombros y no me di mi fuerza.

Soy un pelotudo, nunca me disculpé con ella. No le puedo decir a su papá lo que hize- No nidea- dije- Pero me comprometo a cuidarla. ¿Cómo esta ella ahora?.

-Esta guardando reposo- me dijo, mierda me siento muy mal. Es mi culpa, yo la lastime- Y yo me siento peor las empleadas hoy se fueron con el chófer a México para ir a buscar lo último de la mudanza y estoy dejando a Emilia y a mi otra hija solas.

-¿Necesita alguien que las cuidé?- necesito está oportunidad.

-Es que Eli es una señora grande y no puede encargarse de Emilia con la rodilla lastimada y mi hija Azul es algo... Caprichosa- me explico- Y mis otras empleadas se fueron... Si, si necesito alguien que las cuidé.

-A mi me llaman Claudio Meyer el niñero- me van a matar por esto- Déjeme que les haga compañía a sus hijas, por favor.

-¿Encerio lo harías?

-Si- dije- Solo déjeme decirle a mi mamá que estoy al lado y listo.

-Te debo la vida, Claudio- dijo Olegario- Me salvaste.

Y usted a mi.

(...)

Sabía perfectamente dónde estaba el cuarto de Emilia, subí las escaleras como pancho por mi casa. Pero...

-¿A dónde cree que va?- preguntó una voz femenina- Niño insolente- Ella debe ser Eli.

-Hola- dije y me acerque a ella. Era una señora de unos setenta años creo, tenía el pelo castaño con algunas canas y parecía una señora amable- Olegario me dijo que cuidara a sus hija, debo ir a revisar si están respirando.

-¿Acaso estás insinuando que las estoy cuidando mal?.

-Nunca dije eso.

-¿Acaso estás insinuando que soy mentirosa?.

-Se está confundiendo- dije- Debo subir a ver a Emilia- y subí lo más rápido que pude. Quedé enfrente de la puerta de su cuarto, no sé porqué estaba tan nervioso y felíz... Solo es una chica más, si, una chica que te trae bastante idiota.

RevanchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora