Claudio
Llegué a mi casa, por fin. Baje del auto que gracias a dios manejaba Ernesto, porque no lo despidieron. Ernesto bajo mi maleta y estaba apunto de entrar a mi casa, pero una llamada entro a mi celular.
-Hola, Clau- esa voz tan chillona que odio, pero no reconozco- Mañana Romina hace una fiesta por su cumpleaños y pues quería que vayas conmigo.
-Lo siento- ¿Cómo se llama? Ni siquiera la tengo agendada, jamás agendo a las chicas con las que me acuesto- Pero hoy no tengo ganas de ningúna fiesta- mentí.
-Oh, que pena- dijo ella- Bueno si cambias de opinión avísame- colgué la llamada y bloqueé al número, que niñas ingenuas. Confunden una noche de sexo con amor.
-Oh shit- mire hacia al lado y estaba Olegario intentando tomar tres cajas inmensas.
-Deje que lo ayude- Salí del patio de mi casa y me acerque al suyo- ¿Puedo?.
-Si no es molestia- tome una caja y la llevamos al auto- Gracias, Claudio.
-No hay de que- le dije.
-¿Oye tu eres compañero de mi hija?- asentí con la cabeza- No quiero sonar metiche ni nada por el estilo, pero hoy mi hija llegó a casa caminando extraño. Me enseñó su rodilla y estaba de un color morado ¿Sabes si tuvo algún problema con alguien?.
Emilia tiene la rodilla...
Veía como estaban golpeando a Silverio y la ira se estaba apropiando de todo mi cuerpo. Reaccioné, tome a Emilia por los hombros y no me di mi fuerza.
Soy un pelotudo, nunca me disculpé con ella. No le puedo decir a su papá lo que hize- No nidea- dije- Pero me comprometo a cuidarla. ¿Cómo esta ella ahora?.
-Esta guardando reposo- me dijo, mierda me siento muy mal. Es mi culpa, yo la lastime- Y yo me siento peor las empleadas hoy se fueron con el chófer a México para ir a buscar lo último de la mudanza y estoy dejando a Emilia y a mi otra hija solas.
-¿Necesita alguien que las cuidé?- necesito está oportunidad.
-Es que Eli es una señora grande y no puede encargarse de Emilia con la rodilla lastimada y mi hija Azul es algo... Caprichosa- me explico- Y mis otras empleadas se fueron... Si, si necesito alguien que las cuidé.
-A mi me llaman Claudio Meyer el niñero- me van a matar por esto- Déjeme que les haga compañía a sus hijas, por favor.
-¿Encerio lo harías?
-Si- dije- Solo déjeme decirle a mi mamá que estoy al lado y listo.
-Te debo la vida, Claudio- dijo Olegario- Me salvaste.
Y usted a mi.
(...)
Sabía perfectamente dónde estaba el cuarto de Emilia, subí las escaleras como pancho por mi casa. Pero...
-¿A dónde cree que va?- preguntó una voz femenina- Niño insolente- Ella debe ser Eli.
-Hola- dije y me acerque a ella. Era una señora de unos setenta años creo, tenía el pelo castaño con algunas canas y parecía una señora amable- Olegario me dijo que cuidara a sus hija, debo ir a revisar si están respirando.
-¿Acaso estás insinuando que las estoy cuidando mal?.
-Nunca dije eso.
-¿Acaso estás insinuando que soy mentirosa?.
-Se está confundiendo- dije- Debo subir a ver a Emilia- y subí lo más rápido que pude. Quedé enfrente de la puerta de su cuarto, no sé porqué estaba tan nervioso y felíz... Solo es una chica más, si, una chica que te trae bastante idiota.

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Revancha
ספרות נוערYo no quería hacerle daño, solo quería tener unas vacaciones normales con mis amigos. Pero todo se fue a la mierda... El, la piedra y... La sangre. Mi camisa estaba llena de sangre, yo no sabía que hacer. Y después la pelota rosa golpeó mi cabeza...