Capitulo 7

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-Esto es estúpido- dije entredientes- A los vecinos no les interesamos.

-Genera una buena convivencia presentarse- dijo mi mamá.

Y la puerta se abrió. Una niña que me llegaba hasta por los hombros más o menos, con anteojos y el pelo castaño claro nos abrió la puerta. Yo la miré y le sonreí, solo por respeto no me puedo meter con ella desde acá se nota que es menor de edad. Y espero que ella lo entienda porque me mira como todas las chicas de like me miran.

-Hola, hermosa- hablo mi mamá, pero la piba parece que no se dió cuenta porque está muy concentrada mirándome- Soy Rosario, el es Javier Meyer y el es mi hijo Claudio Meyer, somos tus vecinos.

-Pues que hermoso vecino tenemos- creo que piensa en voz alta la chiquita- Perdón- se dió cuenta que todos lo escuchamos- Soy Azul Ruiz, un gusto conocerlos.

-Azul te dije más de mil veces que no le abras la puerta a desconocidos- ese es su papá, supongo. El señor alto y canoso nos recibió con una sonrisa de labios cerrados- Disculpen es que es otro lugar y nunca se sabe. Hola, soy Olegario Ruiz es un gusto conocerlos.

-El gusto es nuestro- hablo mi papá- Y está bien, el pueblo está algo peligroso.

-Papá los vas a espantar- dije y no era un chiste, pero a esta chica Azul le pareció gracioso que comenzó a reírse- No fue un chiste- dije serio.

Un silencio se hizo presente, era normal no los conocemos y como que no hay tema para hablar.

-Entonces- dijo Olegario- ¿Gustarían pasar? Vamos hacer vecinos por mucho tiempo y mejor que los invitemos a comer.

-No queremos ser molestia- dijo mi mamá.

-Al contrario. Por favor pasen- y así lo hicimos. Todos pasamos.

Era una casa hermosa, había una gran puerta de cristal que daba al patio dándonos la vista de una increíble piscina, la sala estaba llena de cajas y cuadros aún no colgados en la pared, la escalera que estaba enfrente de nosotros también estaba llena de cajas y creo que tienen mucho que desempacar.

-Mi hija no está- dijo el señor Ruiz- Sus amigos se mudaron cerca y está con ellos. ¿Quieren un vaso de agua o algo más fuerte?.

-¿Alcohol? Papá- dijo Azul.

-Oh tu no- contesto el. Creo que alguien no la dejan tomar alcohol que desgracia.

-Esta muy bien que no tomes alcohol- hablo mi papá- Después los pierdes y no sabes que hacer con un adolescente que le gusta el alcohol. A mí hijo ya lo perdimos.

-No me perdieron- rei sarcásticamente- Azul cuando vos quieras los dos vamos alguna fiesta.

Su papá creo que no le gusto la idea y creo que no le agradó porque la forma que me vio fue única, jajaja me miró muy mal. Hablando de Azul es linda, si fuera más grande estaría con ella en un cuarto y fin del cuento.

-Azul creo que tienes que llevar esa caja a tu cuarto, por favor- dijo Olegario, no le gustaba para nada las miradas que su hija me estaba echando.

-Papá yo...

-Ahora.

La piba le obedeció y se fue a buscar una caja. La verdad es que ahora seguro se iban a poner a charlar de pelotudeces así que- La voy ayudar- me levanté y me fui detrás de Azul, tranquilos no voy hacer nada con ella- Deja que te ayude- me acerque a ella y tome la caja- ¿Que tenés acá? Está muy pesada.

-Son cosas de mi hermana- me dijo ella nerviosa- Gracias.

-No hay de que- le dije- ¿A dónde la llevo?.

Ella me llevo a la parte de arriba de la casa. Los pasillos de los cuartos también estaban lleno de cajas, ambos entramos a un cuarto... A mira que bien la ventana de este cuarto da a mi habitación.

-¿Que sucede?- me pregunto Azul.

-Ese es mi cuarto- le dije y señale afuera de la ventana.

-Que hermosa vista tiene mi hermana- otra vez creo que lo pensó y lo dijo en voz alta- Perdón yo...

-Tranquila- le dije- ¿Azul cuántos años tenes?.

-16- me contestó con una sonrisa. Es muy chiquita, lo siento mucho- Puedes dejar la caja sobre la cama.

Asentí y la dejé sobre la cama. Vi el interior de esa caja y estaba llena de premios, wow. Su hermana debe ser una genio premios al mejor estudiante, premios por competir en debates, premios por deportes y medallas marcando el primer lugar- ¿Todos esos premios son de tu hermana?- pregunté.

-Si- dijo con algo de fastidio- Es la genio, la atleta, la popular y todo lo que te puedas imaginar- de la forma en la que lo dijo puedo afirmar que odia a su hermana- Se lleva todo.

-Creo que se te nota algo enojada.

-Mi hermana recibe la atención de todo el mundo- dijo ella- Mi papá la ama porque no toma, no sale a fiestas, no es un desastre en todo lo que hace y a veces pienso que... A mí papá no le intereso.

-Tranquila- dije y me acerque a ella- Aveces los padres son así. Nos hacen sentir mal con algo, pero vos no podés quedarte de brazos cruzados y no hacer nada, tenés que ser mejor que ellos- pesimo consejo para una adolescente, ya que está en la etapa de que su comportamiento es como un volcán nunca se sabe cuándo va hacer erupción.

-Gracias- y se acercó más a mí. Esto está mal, pero no tan mal- Tu si sabes que decir.

Creo que la distancia era de menos de tres centímetros. Estábamos a nada de besarnos, me van arrestar por esto, pero no me importa porqué un beso no se le niega a nadie y mucho menos a esta niña que se que me tiene ganas.

-¡Azul!.

La loca...

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