Cambio de narrador: 3º persona.
Con un fugaz y repentino golpe, el puño de aquel corpulento y calvo hombre se incrustó con fuerza en el rostro de Sam. Él no gozó de tiempo para reaccionar ante aquel golpe, ya que estaba muerto antes de llegar al suelo. Cayó fuertemente contra el oscuro y poco iluminado asfalto, con la cara completamente desfigurada. De su nariz brotaba un flujo incesante de sangre, que se entremezclaba con el ojo que colgaba de su correspondiente nervio. La cuenca ocular parecía un profundo y oscuro pozo sin fin. Por su boca fluía también sangre, que le manchaba el destrozado cristal de la máscara. Por toda su cara se habían clavado pequeños trozos de vidrio.
—¡¡SAM!! —gritó Jennifer horrorizada.
La mujer hizo amago de acercarse al cuerpo del joven, pero una fuerte patada le acertó de lleno en la cabeza. Su cabeza salió disparada y se perdió en la oscuridad. La sangre brotó violentamente de su cuello, manchando el cuerpo de Sam por completo. El suelo quedó manchado de un charco de sangre en el que Jennifer cayó. Su ropa quedó totalmente manchada de sangre.
—Venga, adelante —les dijo a todos los demás hombres.
Uno le quitó las esposas al doctor Clark y a Alesh, que tenían dibujada una horrible sonrisa en la cara. El musculoso y desnudo cuerpo de Alesh salió corriendo hacia los cadáveres del suelo, que chorreaban sangre por todas partes. Los demás se dirigieron también y comenzaron a arrancarle la ropa a jirones al cuerpo de Jennifer.
—Buen señuelo chicos, no me arrepentiré de haberos mordido —les dijo uno de los hombres a Clark y Alesh.
Las prendas de Jennifer salieron despedidas y su cuerpo quedó totalmente desnudo. Los pechos quedaron al aire y se mancharon de sangre, con todo el torso. Avariciosos, los hombres comenzaron a masturbarse violentamente alrededor del inerte cuerpo degollado. Sólo uno, que era Alesh, se había quedado encima de Jennifer. Estaba penetrándola violentamente, abriéndole las piernas y destrozándola por el interior. Con cada embestida notaba un placer mayor en su miembro, que se mezclaba con la cálida sangre que salía de su vagina. Alesh tiró de Jennifer hacia él con tal fuerza que se abrió aún más —con un sonido de desgarre— el órgano de Jennifer. El hombre escupió dentro de ella todo su esperma, que goteaba mezclado con la sangre cuando sacó su pene del interior de Jennifer. Se levantó pesadamente y se hizo a un lado; el ensangrentado cuerpo fue violado por cada uno de los hombres que se encontraban allí, hasta que le tocó el turno al último. El doctor Clark disfrutó aquello como jamás lo había hecho. Destrozó lo poco que quedaba del cuerpo de su hija, aunque no recordaba que lo era. Disfrutó destrozarle el estómago; disfrutó arrancarle los órganos; disfrutó desgarrarle las extremidades.
Lo disfrutó .
—Bueno chicos ¿Qué demonios hacemos ahora? —preguntó uno.
Alesh estaba sentado en el suelo, desnudo, observando la luna. El doctor Clark tenía empapada la bata blanca con sangre y los demás estaban igualmente sucios. Todos se miraron durante unos instantes, como si se estubieran preguntando algo. Al fin alguien lo formuló.
—¿Dónde está toda la gente? —preguntó el hombre que estaba más lejos.
Se llamaba Edgar, y se limpiaba un poco la sangre de la bata verdosa para poder sentirse más cómodo.
—Pues no lo se. Esto ha sido divertido, pero parece ser que sólo encontramos a la espía y a un soldado extraño. En la frontera todo estaba... —jamás pudo terminar la frase.
Su cuerpo fue acribillado por las balas de los soldados. Quedaron reducidos a poco más que un manojo de carne humana sangrando.
Con la muerte de todas estas personas, la única información que podria salvar el mundo de aquella destrucción fue borrada. La humanidad se sumergió en su auto destrucción.
Fin
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La plaga ©
Horror¿Que pasaría si una enorme plaga recorriera el planeta causando muerte por todas partes?¿Una plaga peor que la peste negra, pero con mucha más intensidad aún?¿Que secretos se guardan en el principal foco de la enfermedad?¿Como detenerla? Sigue el ca...