Los cadáveres de todos mis compañeros, los que entraron junto a mí y los que se quedaron fuera, están tirados por la sala de recepción derramando sangre en el suelo blanco. Se ve el oscuro pasillo que nos separaba de los refuerzos llenos de sangre, vísceras, cadáveres, extremidades arrancadas, cabezas por el suelo... ¡QUE PUTO ASCO JODER!
Apunto aterrorizado a todas partes, buscando señales de algún movimiento pero sin encontrar nada. Empiezo a correr por la sala principal y llego al pasillo oscuro; lo que se veía desde lejos era poco comparado a esto.
Los cuerpos están abiertos por el estómago y los intestinos y órganos esparcidos por el suelo; otros han tenido menos suerte y se quedaron sin extremidades pero aún con vida y agonizando, a algunos les faltan las piernas y se arrastran hasta el punto de luz del final del pasillo.
Empiezo a correr lo más rápido que puedo hacia la puerta. La sangre que hay por el suelo me mancha las botas negras, mientras las pisadas crean pequeñas ondas en la inundación sangrienta. Intento ignorar el olor tan fuerte que se cuela incluso por la máscara y salgo corriendo por la puerta de triple cristal blindado que está destrozada.
En el exterior está amaneciendo, y veo el cuerpo del sargento degollado junto a otros muchos que están destrozados.
¿Cómo ha pasado SEMEJANTE brutalidad? ¡MALDITA SÉA!
La calle está llena de gente corriendo por todas partes; en las paredes hay algunos cadáveres que dejan una mancha carmesí en el hormigón blanco. Los coches pitan a los que se cruzan en su camino y chocan entre ellos. Al final lo veo; los efectos de la enfermedad que hasta ahora estaba dentro del edificio:
La cara de un niño corriendo empieza a deteriorarse y a arrugarse, como si envejeciera por segundos. Sus gritos de dolor me hacen centrar la vista sólo en él mientras se retuerce en el suelo de rodilla y se sujeta la cara. No pasa ni medio minutos y el niño se levanta, con la cara supurando sangre y algunos pedacitos de carne que parece derretida cayendo al suelo. Sólo da tres pasos antes de que su cara entera esté en el suelo derramada y mezclada en sangre, es entonces cuando el cráneo se le ve y cae al suelo. Muerto, supongo.
Aparto la imagen de mi mente y me adentro en la multitud de personas huyendo de algo invisible. Por toda la avenida se escuchan los mismos gritos agonizantes de varias personas: ya se está expandiendo.
Llego a un cruce de calles y giro por otra a la derecha por que parece más vacía. Entonces los veo:
Tres hombres corpulentos, caminado por la calle con paso torpe, con la cara demacrada por mordiscos y supurando ese líquido negro.
Una mujer embarazada pasa delante de ellos y uno la agarra por el cuello fuertemente, a ella se le pone morada la cara y de repente le explota la cabeza. Los otros dos hombres la agarran por los brazos y se los arrancan con un fuerte tirón que a la vez, la parte por la mitad. Los órganos e intestinos caen al suelo y, entre ellos, la forma de algo parecido a un bebé está inerte dentro de una especie de bolsa transparente.
Se me revuelve el estómago, pero no puedo aguantarlo más así que me quito la máscara y hecho todo el revuelto. Me pongo inmediatamente la máscara. No quiero arriesgarme a correr la misma suerte que aquel pobre niño.
Al caminar, los tres hombres dejan cuerpos destrozados y charcos de sangre con cada nueva víctima que atrapan. Lo hacen como si fuera un juego, coger cualquier cosa que te encuentres y destrozarla.
Ver tanta sangre por los suelos, mezclada con órganos y extremidades amputadas me da asco.
Sigo a los hombres con cuidado, tengo que hacer algo de una vez.
Apunto con el fusil a la cabeza de uno de ellos y le observo por la mirilla: no son mordiscos lo que tienen en la cara, son insectos. ¡PUTOS INSECTOS!
No se que cojones está pasando, pero aún así aprieto el gatillo y veo como la bala entra en su cráneo haciéndola explotar. ¿El fusil estaba cargado con munición explosiva? No está permitido utilizarla en lugares cerrados como edificios o salas pequeñas, ¿Por qué habrán cargado el fusil con munición explosiva?
El cerebro se incrusta en la cabeza del hombre que tiene al lado, mientras el cuerpo cae al suelo como un edificio derrumbándose.
Los cuerpos de los otros dos caen igualmente cuando les reviento la cabeza de un disparo. A pesar de no ser muy fuerte, tengo una puntería incomparable.
Los insectos que tenían los tres hombres empiezan a volar y deduzco que son moscas, pero, ¿Moscas?¿ A caso estaban muertos? ¿Que demonios es todo esto?
En el aire, aparecen varios helicópteros que me sobrevuelan a toda velocidad. ¿Helicópteros? ¿QUE DEMONIOS ES TODO ESTO?
Ignorando el estruendo de los helicópteros, los gritos agonizados de la gente detrás de mí, las explosiones de los coches ardiendo, empiezo a correr sin rumbo alguno por la larga calle.
Entre todo éste caos, varios grupos de gente joven con máscaras iguales a las mías, aparecen detrás de mí disparando a todo el que se cruce con los fusiles que tenía mi escuadrón. Han saqueado sus cuerpos.
Cuento cuantos son: aproximadamente unos quince. Son de ambos sexos, hombres y mujeres. Me esconde en un callejón y apunto a la cabeza de un chico de unos diecinueve años. Cuando estoy a punto de disparar, un fuerte golpe en la cabeza con algo duro me deja completamente inconsciente.
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La plaga ©
Terror¿Que pasaría si una enorme plaga recorriera el planeta causando muerte por todas partes?¿Una plaga peor que la peste negra, pero con mucha más intensidad aún?¿Que secretos se guardan en el principal foco de la enfermedad?¿Como detenerla? Sigue el ca...