Capítulo 10 (Jennifer)

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Unos sonoros aplausos suenan detrás de mí, en la entrada de la tienda.

- Esa escena ha sido realmente hermosa. - La voz grave con acento extraño del hombre al que le escupí en la máscara nos sorprende a Alesh y a mi. Nos giramos instintivamente hacia la procedencia de la voz.

- Sí, me ha gustado mucho. Me recuerda a algunas películas con los típicos finales felices. Esas películas en las que el protagonista o la protagonista se besan con su amada o con su amado. Después de superar todos los problemas ¿No se merecen ser felices? El caso es que esta solo fue la escena final, no habéis superado todos los problemas realmente. - Deja de aplaudir y e observa. Noto como su mirada recorre mi cuerpo, incomodándome, y la mantiene fija un poco por debajo de la cadera.

-Impresionante, señorita Clark. Veo que se ha recuperado usted muy rápido. -No aparta la mirada.

-¿Cómo sabe mi...? -

-¿Quién es usted? -Alesh me interrumpe- ¿Qué es todo esto? ¿Por qué estamos encerrados aquí? - Se pone nervioso e intenta levantarse de la cama. El esfuerzo le hace sangrar por el brazo.

Pongo mi mano sobre la suya para tranquilizarle y me mira a los ojos. Quiero quitarle la máscara y ver el color real de sus ojos. Es entonces que recuerdo que no tengo la máscara puesta, así que la cojo con una mano y me la pongo rápidamente.

- Estén tranquilos, por favor. Somos la armada rusa, hemos rodeado la ciudad y la hemos aislado para que el foco de la enfermedad no alcance al resto del país. -

- Se transmite por el aire. - Alesh adopta un todo de voz frío y monótono.

- Interesante... Señor, ese dato ya lo sabemos. El caso es que lo sepa usted, porque ninguno de los supervivientes tenía idea alguna. - Responde el hombre.

- Entonces, digamos que hace realmente en la ciudad. - dice Alesh.

- Me temo que no podré darle esa información. Pero confío ciegamente en que cuando se reúna con los demás supervivientes en la prisión, consiga una plaza para hablar en privado con usted. -

- Con nosotros. Somos dos ¿Recuerdas? -

- Disculpe, pero la señorita Clark no irá con usted a la prisión por el momento, ella se quedara aquí unos días antes de reunirse de vuelta con usted. Espero llegar a un acuerdo con ustedes. -

- Jennifer ¿Conoces a este tío? - Me pregunta Alesh.

- No tengo ni idea de cómo sabe mi nombre. -

- Bueno, me temo que hasta que no nos digas como demonios sabe el nombre de Jennifer no llegaremos a un acuerdo. -

- Me temo que eso tampoco puedo decírselo. Y si no podemos llegar a un acuerdo, tendrá que ser obligándole... - Hace un gesto con la cabeza y grita algo en otro idioma a través de su máscara. Aparecen por la puerta cuatro soldados con un fusil colgado cada uno.

- Bueno, usted será escoltado por estos hombres hasta la prisión. - Señala a Alesh.

Los cuatro hombres de acercan a la cama y ordenan a Alesh levantarse. Hace de nuevo el esfuerzo y brota mas sangre de su hombro. Pero entre gemidos de dolor se consigue levantar y llega hasta la salida con los soldados. Antes de desaparecer mira detrás del cristal de mi máscara.

- Bueno señorita Clark, ahora le toca a usted. - Dice el hombre.

- ¿Que va a hacer conmigo...? -

Se acerca a mi mirándome de arriba a abajo, como si estuviera saboreando mi cuerpo.

- Ya dije que me gustabas ¿No? - Dice quitándose el cinturón.

La plaga ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora