Frágil

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Narrador omnisciente:

A pesar que lo sucedido con Taehyung había ocurrido la noche anterior, ella aun no era capaz de sacarse de la cabeza lo que había hecho-sabía a la perfección que nadie más que ella era la responsable-, se sentía culpable y tenía motivos más que suficientes para sentirse de esa manera. A la mañana siguiente de ese bochornoso altercado su padre la había obligado asistir a clases, y a pesar que ella se negó rotundamente en colocar un pie en el instituto ya que era consciente que cada segundo que pasaba lejos de Sana era un segundo desperdiciado, de todas formas el hombre fue tajante en su decisión; llegó al punto en que la amenazó con encerrarla en su habitación si no acataba sus órdenes, así que ahí estaba, sentada en su pupitre de siempre con sus ojos oscuros sumergidos en la indiferencia absoluta mientras que los demás estudiantes que la rodeaban prestaban atención a la materia que el profesor no dejaba de vomitar. 

Tzuyu apretó sus labios posando sus ojos en Taehyung, el muchacho no le había quitado su mirada desde que ella apareció en la habitación; la adolescente solo lo observó por uno que otro segundo antes de que la vergüenza y culpabilidad la atacara, causando que desviara la mirada hacia el pizarrón. El adolescente bufó presionando su frente contra la mesa de madera logrando que un curioso Jimin lo observara para luego centrarse directamente en la castaña que estaba al lado de la ventana, ¿Qué traman esos dos? se cuestionó queriendo saber del drástico cambio de actitud en su mejor amigo como en la chica. Jihyo y Jeongyeon no se quedaban atrás, ambas estaban sentadas detrás de la taiwanesa así que habían visto con bastante facilidad ese intercambio de miradas por parte de su mejor amiga y el pelinegro. A pesar que el profesor seguía soltando bastante información respecto a la materia que entraría en sus próximas pruebas, tanto Park como Yoo se dedicaron a escribirse notas deslizandola por la mesa como fuente de su tema de conversación. 

¿Crees que hubiesen discutido? Jeongyeon leyó lo escrito por la pelimorada así que rápidamente tomó aquel trozo de hoja y anotó su respuesta, con bastante facilidad deslizó el material contra las manos de la coreana notando como la chica presionado su palma contra la hoja cuando el profesor miró hacia su dirección, ante los nervios ambas chicas sonrieron en dirección del hombre causando que este solo frunciera el ceño desviando la mirada hacia otro estudiantes para seguir con su clase. Velozmente Jihyo agachó su vista observando la respuesta, lo último que supe fue que Taehyung la volvió a defender del simio ese, y que Sana estaba en coma, así que no creo que estén precisamente peleados, la respuesta de la peliazul fue larga, pero ligeramente precisa, así que la pelimorada se enfocó en responder. Ahora más que nunca debían tener cuidado en la forma en que se estaban comunicando porque su profesor de vez en cuando colocaba su atención en ellas. ¿Pero viste como se veían? Tae parecía estar realmente preocupado y Tzuyu lo suficientemente incómoda para no sostenerle la mirada, Jeongyeon había leído la respuesta de Jihyo y estaba completamente de acuerdo con ella. Hablaremos con Tzuyu, y esa fue la última respuesta de la peliazul antes de que el timbre sonara indicando que las clases habían finalizado. 

En silencio la castaña se puso de pie, sin muchas complicaciones guardó lo que había dejado sobre el escritorio teniendo un vago deseo de querer prestar atención a la clase porque una pequeña parte de su mente le recordaba que si no lo hacía se le iba dificultad aún más el pasar la materia, y no iba a mentir, realmente hizo el amago de querer escribir, ¿Pero a quien engañaba? realmente no tenía ánimos de estar en ese lugar. Cuando la adolescente terminó, llevó una de las tiras de su bolso contra su delgado hombro dejándolo colgado en esa zona, para luego tomar rumbo hacia la salida queriendo huir lo más rápido posible.

—Tzuyu—Taehyung la llamó antes de que hubiese cruzado el umbral de la puerta sosteniendo velozmente su antebrazo deteniendo a la muchacha de su vano intento por huir de su mirada, ¿Acaso él no se daba cuenta que no lo quería cerca? su mente en esos instantes estaba lo suficientemente inestable como para tener que enfrentarse a él. La castaña giró su rostro observandolo por sobre su hombro, notó sus ojos angustiados acompañados por ese conocido brillo de preocupación, y a pesar que quería oirlo, no podía, porque la culpa la carcomía y la castigaba, así que quería huir y esconderse, solo para pensar que todo estaba bien—¿Podemos hablar?—cuestionó manteniendo aun su mano envuelta en la extremidad ajena—sabes que tenemos que hablar lo que sucedió—Tzuyu lo tenía claro, pero el hecho de ser consciente no significaba que realmente quería enfrentar ese tema. Por impulso la adolescente dio un paso hacia atrás—Tzu...

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