Scary Love

Valiente

Narrador omnisciente:

Tzuyu no habló mucho con sus padres a la mañana siguiente, y estos no preguntaron respecto a lo que había sucedido para que el señor Minatozaki los llamara así que se ahorró el llorar ante el recuerdo latente de aquellas palabras que el padre de Sana había dejado incrustado en su mente, la chica simplemente se dedicó a desayunar para luego despedirse de ellos; a simple vista parecía que la relación con los mayores había mejorado, pero ella simplemente estaba saturada con sus propios pensamientos como para tomarse la molestia de pensar en lo que ellos habían hecho, así que solo lo ignoraba fingiendo que todo iba de maravilla, de la misma forma en que los mayores habían actuado. La castaña no conversó con sus amigos cuando Jihyo la pasó a buscar, simplemente se sentó en la parte trasera del vehículo sintiendo como su hombro se adhería contra el de Taehyung, como era de esperarse la pelimorada encendió la radio, obviamente todos se habían dado cuenta que algo no andaba bien, en su rostro se veía el rastro de su llanto nocturno y como no había descansado correcto, pero para su alivio ninguno se atrevía realmente a cuestionar que había sucedido. 

Cuando Jihyo se estacionó, Tzuyu fue la primera en descender de aquel medio de transporte, con su bolso colgando por sobre uno de sus hombros y sus nulas ganas de asistir a clases la chica comenzó a caminar hacía el edificio ignorando por completo la forma en que sus amigos la llamaban esperanzados a que se detuviese, pero no lo hizo; realmente ella no quería actuar como una perra, no tenía intención de lastimar a los chicos ante su mal humor, pero estaba tan cansada-no era una excusa, pero realmente se sentía de esa forma-, se sentía tan ahogada por culpa de todas las cosas que debía soportar que ya sabía que no era capaz de sobrellevarlo y lo detestaba-odiaba ser tan débil-. Tzuyu no quería ver a sus amigos, no quería oír a nadie, porque le daba pavor el actuar bajo el enojo y cometer un error.

La taiwanesa con sus hombros tensos y un horrible malestar en la boca de su estómago comenzó a caminar por el pasillo sintiendo cómo los estudiantes no le dejaban de ver; desde que había golpeado a Mark que se había hecho bastante famosa en los pasillos de su instituto, y eso no le agradaba para nada, y como no, Momo había aprovechado su inesperada popularidad para aumentarla aún más haciéndole entender a todo el mundo que ella era una bravucona, y la novia de Minatozaki Sana. Cuando Tzuyu se enteró lo que la chica había hecho estuvo tentada en utilizar su nuevo apodo contra ella, pero rapidamente recordó que la vez que golpeó al idiota de Tuan estuvo apunto de llorar, así que sabía que no estaría dispuesta a pasar nuevamente por algo parecido-a menos que fuese en un situación en concreto-. A pesar que se le daba bien el ignorar las miradas curiosas de los adolescente, realmente se le hizo imposible el no prestar atención a unas en particular que hace bastante tiempo que había estado enfocada en su cuerpo. Curiosa alzó su mirada del suelo buscando a esa persona en particular, y realmente, si era sincera, no le tomó mucho tiempo el encontrarlo; ahí frente a ella estaba Mark, de pie en compañía de sus amigos. El muchacho apretó sus puños a la vez que daba un paso en su dirección.

Cuando Jackson se percató de la presencia de la castaña rapidamente tomó el brazo de su mejor amigo intentando detenerlo-se había encargado día tras día que ambos chicos no se toparan para evitar todo tipo de enfrentamiento innecesario-, ahora su esfuerzo por mantenerlos alejados se estaba yendo por el caño, y no tenía forma de poder evitarlo. Tzuyu por lo general no esperaba mucho de las personas, y menos lo haría de alguien como Mark, así que realmente no se sorprendió cuando lo vio empujando al más alto para acercarse dispuesto en darle un golpe solo para arruinar su creciente popularidad. La castaña en otros instantes lo hubiese ignorado actuando con la madurez que rápidamente había adoptado ante los diferentes altercados en que estuvo envuelta al conocer a Sana, pero estaba lo suficiente molesta con la vida para descargar su ira contra las facciones del delgado muchacho.