☹Chapter Twenty

3.6K 397 59
                                    


CAPÍTULO VEINTE| THE LAST KISS

GERTRUDE Y JOSEPHINE le habían preparado una maleta con ropa, dinero y un pasaje de un barco a Verónica quien se iba a ir ese mismo día, era la segunda mañana que estaba con ellas y también la última

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


GERTRUDE Y JOSEPHINE le habían preparado una maleta con ropa, dinero y un pasaje de un barco a Verónica quien se iba a ir ese mismo día, era la segunda mañana que estaba con ellas y también la última. Su estadía había sido pequeña pero había significado bastante para la pareja de mujeres.

Otro punto que cabe aclarar es que Verónica le había dado las cartas a Josephine quien se iba a encargar de enviarlas en cuanto la chica estuviera a una distancia segura.

El plan era irse a al sur de Francia, donde residía una amiga de Josephine llamada Beatrice Cora quien se iba a hacer cargo del cambio de papelo para darle una nueva identidad a Verónica y proveerle un nuevo hogar, no era una mujer extremadamente rica como Josephine o los Vogue pero aún así podía mantener a Verónica de la misma manera que los Cuthbert habían podido hacerse cargo de Anne.

Veronica se miro en el espejo una última vez, se había cortado el cabello al ras de las orejas y se había hecho también fleco para cambiar su imagen y no ser reconocida, tenía puesto un vestido azul grisáceo extremadamente sencillo y zapatillas negras. Todo la extravaganza y el lujo se habían esfumado pero a ella no le importaba en lo más mínimo.

Desayunó, tomó su maleta y se dispuso a caminar hacia la entrada.

Se despidió y les dio las gracias a Gertrude y Josephine por última vez antes de irse caminando hacia el embarcadero. Seguía sin creer que esa sería la última vez que pisaría Charlottetown en su vida pero no tenía otra opción.

Eran las ocho de la mañana, las calles estaban cubiertas de nieve, había un aire nostálgico en el pueblo y se movía bastante gente por las calles. Todo se veía perfectamente normal. Duro media hora caminando hacia la estación de trenes, le dio el pasaje a un guardia y luego se sentó en uno de los banquillos a esperar.

Había gente caminando con maletas en sus manos, algunos con más apuro que otros y ella simplemente estaba sumida en sus pensamientos.

Quizá lo podrían ver como el final pero en realidad era el comienzo.

Veronica nunca había vivido de verdad hasta ese día, por que a partir de ahí sería libre, podría comenzar desde cero.

Pero aún así le dolía dejar Avonlea, a sus amigos. Cada una de sus aventuras, rostros y actitudes se volverían recuerdos. Con el pase del tiempo incluso olvidaría sus nombres, pero no se esfumarían por completo, dentro de ella siempre vivirían aquellos chicos del pequeño pueblo.

¿Y si hubiera dejado que todo fluyera como de costumbre aquella noche? ¿Hubiera validó la pena?

Quizás si o quizás no pero el hubiera ya no existía.

𝐁𝐄𝐀𝐔𝐓𝐘 𝐃𝐄𝐏𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍,     gilbert blythe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora