Capítulo V

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Había comenzado mi día en la taberna al igual que Leathan; después de lo que había pasado la noche anterior no nos habíamos dirigido la palabra aún, él ni siquiera había dormido en la habitación; no estaba molesta, después de haber descansado y aclarado mis ideas, la verdad era que me sentía avergonzada, e internamente ya me había llamado idiota más de mil veces, lo mejor para ambos hubiese sido que yo siguiera guardando mis sentimientos; pero lo hecho, hecho estaba. Ahora ya nada me impediría pensar fríamente en mi verdadero objetivo, y ese era salvar a mi madre y recuperar mi reino. Aun no tenía noticias de Donovan, y si él no se apresuraba a ayudarme, yo misma buscaría la forma, lo haría, aunque mi único plan fuese ir armada con una espada al encuentro de Sloan; pero antes de hacer cualquier cosa, debía disculparme con Leathan, debía estar en "paz" con él.

Él estaba detrás de la barra limpiando los tarros con rostro inexpresivo; me sentía nerviosa con el simple hecho de acercarme a él, sabía que no estábamos bien y que tal vez ni siquiera quisiera escucharme, aun así, con todo el valor que tenía en mi cuerpo me acerqué decididamente dando un profundo respiro.

— Leath... perdón Alistair. – Volteó a verme con la misma expresión que me estrujaba el corazón.

— ¿Sí?

— Yo solo...

— No, no debes decir nada, lo siento, fui un...

— No, quien se debe disculpar soy yo, fui imperdonablemente grosera ayer, no solo contigo sino con Rose también, puedo ver que ella es una joven muy dulce y amable, me alegra mucho que ella haga feliz a mi amigo. Lamento haberte dicho todo lo que dije anoche y también lo que hice, no debí actuar así, no quiero que estés molesto conmigo, como lo sabes, eres lo único que tengo y no me gustaría perderte y mucho menos por lo que ocurrió. — Mi voz comenzaba a entrecortarse y dejé así mi discurso, no quería volver a ser débil frente a él.

— Gracias, pero eres una tonta si crees que algún día me perderás, hemos pasado muchas cosas juntos y tenemos muchas cosas más por hacer. — Sonrió.

— Eso es algo que también quería decirte.

— ¿A qué te refieres? — Preguntó confundido.

— Leathan me voy. — Dije con determinación.

— ¿Cómo que te vas? ¿a dónde? — Su tono era de preocupación.

— Voy por mi madre y por mi reino.

— ¿¡Estás demente!? — Dijo tomando su rostro con ambas manos.

— No, haré un plan, y ese es mi objetivo, pero para hacerlo no puedo quedarme aquí.

— Rowan, hacer eso es un suicidio. — Dijo entre dientes.

— Pero mientras no hago nada, día a día vivo con la incertidumbre de saber si mi madre vive o ya murió.

— Donovan dijo que tenía un plan, debes esperar. — Dijo tratando de mantener la calma.

— Leathan, ya me cansé de esperar, a veces creo que Donovan es un traidor y que en verdad el dichoso plan nunca existió. — Dije mientras una lágrima corría por mis mejillas.

— No voy a permitir que te lances al vació sin un plan certero, dime ¿a dónde irás?

— Yo... no lo sé. — Dije sintiéndome estúpida.

— ¿Sabes cuántos peligros hay allá afuera? No es seguro para ti, si emprendes un viaje sola cualquier cosa podría pasarte; te pueden secuestrar, te pueden asesinar si quieren y no podrás dar pelea. — Sus palabras me molestaban sobre todo porque tenía razón.

Huyendo de la traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora