Capítulo XVIII

470 49 15
                                    

Habían pasado exactamente dos semanas desde que Bastian se había marchado de Brexfarn, y mientras esperábamos su regreso se había comenzado a planificar mi coronación. Donovan sugirió hacer un gran baile para celebrar mi ascenso al trono, sin embargo, debido a todos los acontecimientos que me habían traído hasta ese momento no consideraba prudente hacer una gran celebración. Haber regresado a mi hogar me provocaba gran alegría, pero al mismo tiempo me hacía recordar a mi padre, y me dolía saber que no lo volvería a ver; aquello me entristecía profundamente, así como las muertes de todos aquellos que pelearon en mi nombre, sin mencionar a la señora Mae, no había día que no la recordara, ni día en el que no me culpara por su final. Habían sucedido demasiadas tragedias en tan poco tiempo que celebrar era lo último que me apetecía.

Afortunadamente, tanto Leathan como yo, ya nos sentíamos mucho mejor, nuestras heridas habían mejorado notablemente, lo que nos permitía dar pequeñas caminatas para evitar estar recostados todo el día. A medio día sin falta nos encontrábamos en uno de los pasillos y caminábamos de un lado a otro mientras conversábamos.

Los dos estábamos muy tensos, él ya sabía de los planes del consejo y lo único que nos quedaba era albergar la esperanza de que Lotbriam y Delford estuvieran de acuerdo con nuestra decisión, de lo contrario nuestra situación solo se complicaría más.

— ¿Crees que tarden mucho en volver? — Preguntó Leathan.

— No lo sé, esperaba que para este día ya estuvieran aquí, necesito que se lleve a cabo la coronación, solo hasta ese momento me reuniré con el consejo.

— ¿Crees que se nieguen a permitir que nos casemos?

— No permitiré tal cosa. — Dije con determinación. — Necesito que Bastian y mi madre vuelvan, tengo que hablar con ellos, muy probablemente sabrán qué podemos hacer.

— Yo te lo dije, nadie lo permitiría. — Dijo un tanto agobiado.

— ¿Podrías por favor dejar de lado tanta negatividad? En cuanto me coronen serás nombrado líder del consejo junto con Donovan, muy probablemente el siguiente punto que el consejo querrá tratar será mi matrimonio y es ahí cuando soltaré la noticia. A final de cuentas, Donovan, tú y yo tendremos la última palabra, pero debemos convencer a la mayoría del consejo, y para eso espero tener el apoyo de nuestros aliados.

— Dicho así parece muy sencillo, pero ¿qué si las cosas no suceden como las planteas? Es muy probable que el consejo esté en contra de esa decisión y me preocupa pensar que el rey Alaric y el rey Augusto no te den su apoyo, ¿qué haremos entonces?

— Bueno, pues el consejo puede quedarse esperando por su rey consorte y su heredero porque jamás llegarán, no pienso casarme con nadie más que tú y por eso mismo nuestra única opción es convencerlos a como dé lugar.

Leathan no contestó, solo soltó un pesado suspiro haciéndome saber que no confiaba en que este plan funcionara y en poco tiempo ambos regresamos a nuestras respectivas habitaciones. Me senté frente al tocador y comencé a cepillar mi cabello cuando Katherine entró haciendo una reverencia.

— Majestad, el vestido para su coronación está terminado lo traeremos para que la modista pueda realizar los últimos detalles.

— Sí, gracias Katherine. — Dije sonriendo sin ánimos.

Al poco tiempo una sonriente Katherine apareció acompañada de la modista, cuyo nombre jamás había memorizado.

— Majestad, es un placer saludarla.

— Lo mismo digo. — Me limité a contestar.

— Por favor, póngase de pie y procederé a hacer los arreglos pertinentes.

Huyendo de la traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora