Todos esperábamos con entusiasmo noticias sobre el último ataque prometido por el general de nuestro ejército; nuestro más grande deseo era que esta guerra terminara, estaba generando demasiadas pérdidas materiales y humanas que amenazaban aún más el bienestar de mis aliados, sin embargo, nos manteníamos optimistas pues podíamos ver la luz al final del camino.
Esa tarde decidí darle un descanso a la señora Mae, quien había hecho un excelente trabajo cuidando a mi madre, sin embargo, yo sabía lo agotador que era y aunque insistió que ella podía seguir haciéndolo, al final accedió a tomarse el día libre. Mi madre ya había mejorado notablemente, los médicos sugirieron que pasara en cama un par de semanas más antes de poder volver a sus actividades normales; ella por supuesto, se oponía, decía sentirse bien y exigía que la dejáramos levantarse de la cama, pero no tomaría riesgos con la salud de mi madre, seguiríamos las indicaciones hasta que fuera seguro para ella.
— Me alegra tanto saber que esta guerra está por terminar. — Dijo ella en cuanto le comuniqué las noticias que habían llegado de nuestro último ataque. — Deseo tanto como tú que le llegue su castigo a Sloan.
— Muy pronto llegará madre, pagará por todo lo que nos hizo sufrir y por todo lo que nos arrebató.
— No hay día en el que no piense en tu padre... lo extraño tanto. — Dijo con profunda tristeza.
— También lo extraño madre, todos los días y será así el resto de mi vida, él no merecía ese final, merecía una larga y feliz vida.
— Mientras Sloan me mantuvo prisionera, hubo un momento en el que desee morir, pensaba que si tu padre y tú ya no estaban en este mundo yo no tenía por qué seguir aquí, quería que ya llegara mi momento de reunirme con ustedes... pero, cuando Donovan me dio la noticia de que estabas con vida y a salvo supe que aún tenía que luchar, sabía que tu padre hubiese deseado eso, no podía dejarte sola y puse todos mis esfuerzos para mantenerme con vida y volver a ti.
— Y no dejaré que nadie te hago daño nunca más, siempre te protegeré.
— Sé que lo harás hija, y no importa que tan cansada y vieja esté, yo siempre te protegeré a ti. — Se quedó en silencio un momento observándome. — Me recuerdas tanto a tu padre... tienes sus ojos, al verlos siento que él también me regresa la mirada y mi más grande consuelo es saber que una parte de él aún vive en ti.
No dije nada, solo tomé su mano con fuerza y besé su frente; perder a mi padre, fue infinitamente más difícil para ella, toda la corte sabía lo mucho que se amaban y lo enamorados que estaban, y ellos nunca se cansaban de contarme su historia diciendo que fue amor a primera vista; no lo dudaba, solo bastaba con que se dirigieran una mirada para que el mundo entero se diera cuenta de su amor y si a mí me causo un gran dolor perder a mi querido padre, sé que una parte de mi madre murió con quien fue el amor de su vida y por ello no me detendría hasta recuperar el reino por el que ambos trabajaron tanto, eso era lo menos que podía hacer para honrar la memoria de mi padre.
La noche llegó y junto con ella el agotamiento, mi madre se había dormido ya hace tiempo, yo había decidido leer un poco, pero sin darme cuenta me quedé dormida en una silla, desperté hasta que la señora Mae me tomó del hombro.
— Ve a descansar Rowan, yo me quedaré aquí. — Dijo en voz baja.
— Gracias. — Contesté incorporándome.
Ella comenzó a acomodar las almohadas de mi madre mientras que yo salía de la habitación. En el castillo reinaba la oscuridad, pero también la calma, tanto silencio indicaba que ya todos dormían; caminé lentamente entre los pasillos esperando no tropezar, hasta que llegué a mis aposentos. Una vez adentro desaté las cintas de mi vestido quedando solo con un fino camisón, me senté ante el tocador y comencé a cepillar mi cabello; de pronto alguien llamó a la puerta, me acerqué a ella.
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Huyendo de la traición
Historical FictionDespués de que el más fiel consejero de su padre lo asesinara para quedarse con el trono, Rowan la princesa de Brexfarn, logra huir con ayuda de uno de los sirvientes del palacio, quien también es su más grande amigo y amor secreto. A pesar de que a...