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Tres días después...

Dallon terminó de asearse y se acercó a su casillero. Aplicó desodorante en sus axilas y roció algo de perfume en su pecho justo antes de ponerse una camiseta limpia. Trataba de ignorar a sus compañeros de baloncesto para revisar su teléfono y leer las recientes notificaciones que le habían llegado. Todo era lo mismo de todos los días, excepto por un mensaje que un número no registrado le había enviado. Tenía curiosidad, lo admitía, pero prefería avisarle a su roommate que la práctica había finalizado, por lo que iría directamente al apartamento. Así, dejó para después el mensaje del número desconocido.

Dallon, acorde con su imagen estereotipada de universitario súper genial, tenía su propio transporte, pero no era un auto como el de la mayoría de los estudiantes. No, él contaba con una motocicleta y estaba muy contento de usarla a diario para ir a casa. Aunque su mejor amigo -que a veces actuaba como su mamá- le había dicho tantas cosas al respecto, él seguía prefiriendo sentir el viento cortándose a su paso mientras conducía a toda velocidad. Y esos momentos los disfrutaba mucho más estando recién bañado; de no ser por el casco, estaba seguro de que su cabello se hubiera secado en los cuarenta minutos del camino de la escuela al apartamento que rentaba junto a Seaman.

Llegó a su destino, bajó del vehículo y abandonó el estacionamiento para entrar al edificio. Tomó las escaleras, pues nunca le molestaba hacer un esfuerzo. Al entrar a su apartamento, Ryan le dijo que saldría en busca de comida para el almuerzo y él no se quejó de ello. Su día fue tan normal y simple, todo marchaba como solía y él estaba tranquilo con eso. No obstante, cuando estuvo en su habitación solo para comenzar a hacer su tarea y tomó su teléfono, recordó el mensaje de esa tarde.

Intrigado, lo revisó.

Desconocido:

Dallon, ¿cierto? Espero que tus amigos me hayan dado el número correcto, fue muy difícil acercarme y conseguirlo. ¿Podrías confirmar que eres tú, por favor?

Dallon (?):

Dime quién eres.

Desconocido:

Oh, soy Brendon. Brendon Urie. ¿Me recuerdas? Nos conocimos hace días gracias a Tyler Joseph.

Dallon (?):

¿Pediste mi número? ¿Por qué?

Brendon Urie:

Siento que empezamos mal y después de pensarlo, quiero intentar llevarme bien contigo. ¿Aún se puede?

Dallon:

Por supuesto, pero ¿por qué no sólo te acercaste a mí para decirme esto?

Brendon Urie:

Sucede que soy un poco tímido. Además, lo que Tyler me dijo sólo hizo que me diera más pena buscarte.

Dallon:

¿Qué te dijo?

Brendon Urie:

Él me dijo lo que ustedes dos hablaron al día siguiente que nos vimos. ¿Es cierto eso?, ¿de verdad llamé tu atención?

Dallon:

Maldito Dientes Chuecos.
Sí, es verdad. ¿Para qué negarlo? Pienso que eres un chico lindo 😉

Brendon Urie:

Oh, vaya.
¿Te digo algo gracioso?

Dallon:

Claro.

Brendon Urie:

Yo también pienso que eres lindo.

Y después de eso, ellos comenzaron a intercambiar más y más mensajes.





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Okay, como ya notaron, utilicé este "formato" de mensajes de texto y quiero aclarar que la mayoría de los capítulos serán así. Sí, también serán muy cortos, y por eso decidí que las actualizaciones serán dos capítulos por semana, uno en Sábado y el otro en Domingo, duh.

Listo, eso es todo lo que tengo para decirles sobre esta nueva historia que tendrá aproximadamente treinta capítulos, creo. Espero que la disfruten uwu

Clear •• BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora