El día siguiente...
Dicho y hecho. Durante la noche, Brendon no pudo dormir del todo bien debido a los nervios que aún sentía de tan sólo pensar en Tyler, sus manos alrededor de su cuello y el peligroso fuego de sus ojos furiosos. También sintió terror al levantarse y prepararse para ir a sus clases, pero se refugió en la esperanza de que, como en los días pasados, el castaño no asistiera hoy y así no pudiera atormentarlo más de lo que los recuerdos de él hacían ya.
Esa mañana ocurrió con tanta normalidad. El camino a la universidad en transporte público, las clases del día con los compañeros de siempre, el almuerzo con Jenna y la salida pasado el mediodía. Como era costumbre entre ellos, terminadas sus clases la rubia y el azabache se adentraron a la cafetería de la escuela a comprar alguna bebida o una golosina para el camino. Sin embargo, al salir de ahí y caminar a través de las mesas al aire libre en la parte trasera del edificio, Urie se detuvo al notar algo extraño.
La de hermosos ojos azules también frenó sus pasos tras darse cuenta de que su opuesto ya no la seguía. Se giró hacia él y vio en la misma dirección que su par de marrones, cuadrando en lo que sucedía. Dallon no estaba ahí; la mesa en la que éste solía esperar al pelinegro ahora estaba ocupada por otras personas. En los alrededores no había señales de aquel alto deportista y, en efecto, eso era raro tomando en cuenta lo supuestamente interesado que estaba en Brendon.
— Salimos unos minutos más temprano, — Intentó ella. — tal vez por eso aún no está aquí. — Esa mañana, durante un momento libre entre la clase de termodinámica y la de química analítica ambiental, ambos habían charlado y el más bajo puso a la rubia al tanto de lo que había sucedido ayer con Weekes. El viaje en la motocicleta, el beso, la revelación que tuvo acerca de lo que sentía por el basquetbolista, entre otras cosas. La chica estaba feliz por la noticia, sobre todo porque parecía que el ojimarrón también lo estaba. Sin embargo, hasta ese momento los dos recordaron que se trataba de un estudiante de la Facultad de Deportes, miembro del equipo de baloncesto y un coqueto sin remedio. — ¿Por qué no le envías un mensaje para...?
— No tengo su número. — Respondió el otro, usando esa voz fría e indiferente que lo caracterizaba; así solía hablar cuando se esforzaba por evadir sus emociones. Siguió caminando, ahora con más firmeza y rapidez que antes. — Vámonos.
— Bren... Agh. — Black se dio por vencida, fue detrás del menor y calló su opinión, sabiendo que cuando Brendon se ponía así era difícil tratar con él, tal como un anciano.
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¿Saben qué creo? Que este fic va a terminar muy pronto, idk (how xd)
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Clear •• Brallon
Fiksi Penggemar«Te amo. ¿Acaso no es lo suficientemente claro?». Dallon Weekes recibió de pronto un mensaje de 'Brendon Urie'.