Llevando uno de sus dedos a su boca, mordió la piel alrededor en signo de nerviosismo. Llevaba casi dos horas caminando en círculos, pensando como hablar con su padre de eso que le estaba carcomiendo.
Pensó que quizás delante de sus demás tíos él no podría ahorcarla. Rio nerviosa.
Pero también estaba la posibilidad de que si lo hiciera después de despertar del posible desmayo que tendría.
Lo pensó y lo pensó, ¿Valía la pena? No estaba muy segura.
Pensó en ese chico rubio que le daba curiosidad, era bonito.
Se armó de valor y bajo a la sala, donde sus papas y tíos reían de las anécdotas que tío Erick platicaba, mientras sus primos perseguían las gallinas que Niall les había traído para entretenerlos un rato.
Para que dejen de molestar, había dicho el rubio liberando a las gallinas.
Hubo unas que quisieron morder a Edward y algunas que Josh lograba atrapar y luego liberar. Zed cuidaba que ninguna pícara a Sean, y Juliet sólo se dedicaba a grabar las caídas graciosas de Sam.
—No entiendo por qué trajiste gallinas—Daniel miro mal a su esposo acunando a la niña en sus brazos—Pudiste traerles dulces, algo más normal.
—No sabía que éramos normales, mi amor—miro hacia donde los chicos perseguían a las gallinas—¡Edward, cuidado con Rodolfo, es un gallo de pelea y no tolera que...mierda, Rodolfo, sueltalo!
El poli se levantó corriendo a auxiliar a su sobrino del gallo que picaba su cabeza.
Carrie paso a donde sus padres seguían riendo y se plantó delante de ellos.
—Papi—llamo la chica al llegar frente a su padre, quien dejo de reir y prestar atención a su retono.
—¿Qué pasa, mi amor?
—Me gusta un niño—Liam sintio su rostro palidecer y un hueco en su estómago creció rápidamente—Pero no se que hacer, ¿Qué puedes decirme tu?
La sala entera se volvió silenciosa, tanto Harry como Niall, quien iba llegando, palidecieron junto con el papá de la chica. Zayn se ahogó con el pedazo de galleta que masticaba y los demás simplemente esperaron una reacción del abogado.
Carrie espero pacientemente, pero a cada segundo eliminado sentía más preocupación y hasta parecía que su papá había dejado de respirar.
En ese momento Zed y Sean llegaron a la sala, deteniendose al lado de un Niall de piedra.
Zed miro al papá de su osito y fruncio los labios.
—Creo que se quedó viudo, señor Malik—comentó Zed, viendo que su suegro todavía estaba en blanco, lanzo una sonrisa a Zayn y guiño el ojo—Pero yo puedo cuidar de usted.
Liam parpadeo rápidamente y miro mal al novio de su hijo.
—Toca a mi esposo y el único viudo en la habitación será Sean.
—¡Papá!
Como no queriendo, volvió con su hija.
—¿C-Como que te gusta...un chico?
—¿No me digas que es el tal Adolfo Morrison?—pregunto Niall.
—Es Albert Monroe, y si—sintió su rostro arder, pero siguió sería—Me parece bonito.
—Te parece bonito—repitió Liam.
No sabía como actuar, más bien, no sabía que decir.
¡Su hija tenía un interés amoroso!
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El Hermoso Rollito |#4|
Teen FictionCarrie jamas fue fan del sabor vainilla Hasta que conoció a ese hermoso rollito de cabellos dorados y mirada de cordero a medio morir