El Hermoso Rollito |#4|

23. Obra: La reina infiel.

Ambos comieron en silencio una vez tuvieron sus platillos, Carrie no pudo evitar poner los ojos en blanco cuando el delicioso aroma de la pizza llegó a su rostro. Una gran pizza de pepperoni frente a ella.

—Es mucho para mi—murmuro una vez solos nuevamente.

Jean tomaba los cubiertos cuando escucho a la joven.

—Como cuanto puedas.

—Podríamos compartirla—Zabel la timidez con que había mencionado aquello y no pudo evitar su sonrisa—¿Quieres?

—Sólo un pedazo, cara.

Desprendió el pedazo con el queso derretido extirandose, y colocando el pedazo en el plato de Jean.

—Grazie.

Y si comenzaron a comer, sin platica de por medio a médica comida. Cuando Carrie se perdió en sus pensamientos, peleando con sus ideas y haciéndolo saber con gestos en su rostro. Cosa que captó su compañero.

—¿Que es lo que está mal en esa cabecita?—pregunto.

—Podría hacerte una lista.

Su risa provocó un escalofrío por su cuerpo, asombrada por la reacción al sonido.

—¿Que es lo que te tiene pensando tan duramente?—reformulo.

—Estoy en esta obra escolar—comenzó—Soy la protagonista y... ¿Quieres ir a verme?

—Oh...escuche sobre esto —sus ojos se agrandaron un poco, comicamente a su tranquila reacción—Liam mencionó tu obra, él está emocionado por verte, incluso me ha invitado.

Ella se sorprendió un poco con eso último, ¿Su padre había invitado a su socio a un evento escolar de sus hijos?

—Si—sonrió recordando a su papá—Entonces, ¿Estarás ahi?

—¿Realmente me quieres ahi?

—Me encantaría tenerte ahí.

Jean cubrió la mano joven sobre la mesa con la suya y asintió.

—No me la perderé.

La cuenta se pago unos minutos después y ambos salieron del ligar, Jean había insistido a llevarla a su casa, a lo que ella negó con una sonrisa. Se despidió con la mano y corrió a casa con una gran sonrisa en sus labios y todavía la sensación en su pecho.

—¿Se puede saber donde estabas, Marilyn Carrie Payne?—tan pronto como cruzo la puerta fue atacada por su padre y Harry. Ambos cruzados de brazos y miradas rabiosas, como dos madres osa.

—En el parque.

—Mentira, te busque ahi—dijo Harry—Los chicos nos dijeron sobre tu dichoso encargo, así que fui a buscarte y no te encontré. Dime una mentira más creible.

—Bien, estaba comiendo con un apuesto hombre que seguro podría ser mi papi dulce proximamente.

—Demonios, eso si se lo creo—jadeo Zayn tomándose con fuerza de la pared.

Juguetona se rio por la reacción, una similar paso por su tío Harry, quien tenía un color blanco y los ojos perdidos.

—Dime que es una broma, niña—pidió el de ojos verdes.

—Claro que es una broma—encogió los hombros quitando importancia al asunto, arrojó su mochila en uno de los sillones al pasar y fue a prender el televisor.

Por las puertas de cristal miro a sus primos con su hermano y el novio de este. Decidió quedarse a ver las caricaturas, ya que las miradas y susurros de el grupo no le daban buena espina.