—Bien, ¿Cómo se dice abuelo?
—Nonno.
—Correcto—enseño sus blancos dientes al sonreírle—¿Hermana?
—Sorella—rápidamente dijo.
—Algo más dificil—Jean fruncio los labios, pensativo desde su lugar tras el escritorio, Carrie sentada lucia hermosa e inocente sobre el suelo con hojas regadas a su alrededor y plumas de colores—Dime, ¿Cómo puedo preguntar la comida favorita de otra persona?
—Qual'è il tuo cibo preferito?
Asombrado le aplaudió haciéndola sonreír aún más.
—Aprendes muy rapido.
—Tengo un buen maestro—la atmósfera cambio con aquello último y las sonrisas poco a poco sesaron.
Carrie volvió a sus estudios en el suelo, subrayando palabras con las plumas, Jean trato de volver a su trabajo, pero un pensamiento paso por su mente y bajo a su boca.
—Puedo compararte con un día de verano—murmuro, ella no lo miro pero si sonrio, conocía el poema—Más hermosura y suavidad posees. Tiembla el brote de mayo bajo el viento y el estío no dura casi nada.
Se sonrojo bajo las palabras prunciadas con sentimiento y ese sexy acento europeo.
—A veces demasiado brilla el ojo solar y otras su tez de oro se apaga—recitó lo siguiente, todavía en su trabajo sobre las hojas—Toda belleza alguna vez declina, ajada por la suerte o por el tiempo.
—Pero eterno será el verano tuyo—por fin ella lo miro, desde su lugar en el suelo, y sin embargo, sintiéndose tan celestial—No perderás la gracia, ni la Muerte se jactará de ensombrecer tus pasos cuando crezcas en versos inmortales.
—Vivirás mientras alguien vea y sienta. Y esto pueda vivir y te dé vida—terminó la joven, ambos con brillo flor—Jamás he preguntado, ¿De dónde eres? Hablas italiano, pero ¿Eres italiano?
—Por parte de mi madre—respondio—Mi padre era de Rumanía, ambos se conocieron durante una celebración en Nueva Orleans. Yo nací, crei y viví diez años de mi vida ahí, antes de que nos mudaramos a Florencia.
—Eso es...solo wow—sus cejas se dispararon hacia arriba con la nueva información—Eso explica tu hermoso acento. Me encanta.
Jean descanso el mentón sobre su mano, halagado sonrió. Su mano izquierda golpeaba la pluma sobre los papeles.
—Grazie.
La alarma en el celular de la menor sono, su tiempo había acabado. Maldijo por lo bajo y recojo su desorden y fue a colocarlo en uno de los estantes. Jean había asignado un espacio para las cosas de la joven. Habían acordado que las clases serian cuando ella pudiera y tuviera tiempo.
—Debo irme, papá debe estar esperandome para tomar mis medidas—bufo, imaginando la frustración que les esperaba.
—¿Para tu vestido de graduación?—pregunto el mayor.
—Sep.
Jean salió de su asiento y fue hacia el otro extremo, abrió la puerta de su almacén personal y extrajo una gran caja. Regreso a su lugar y colocó la caja de regalo sobre la superficie del escritorio.
—Es para ti. Un pequeño presente por tu graduación. Abrelo—pidió educado, y señaló el presente.
Alzó una ceja por ello, pero el color cremoso de la tapa la llamo. Se aventuró y abrió la caja, su sorpresa salió en un jadeo sonoro cuando vio el interior.
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El Hermoso Rollito |#4|
Teen FictionCarrie jamas fue fan del sabor vainilla Hasta que conoció a ese hermoso rollito de cabellos dorados y mirada de cordero a medio morir