El Hermoso Rollito |#4|

5. Siempre ganando

—Tendremos que hacer los equipos sin la señorita Vieira, quien lamentablemente se sintio indispuesta y tuvo que irse a casa.

La comisura de los labios de payne se alzaron con una pequeña sonrisa de satisfacción ante la explicación del sexy profesor. Tomo apuntes lanzando una que otra mirada a su presa.

—Corre a él—susurro su compañero de mesa—Algunas chicas están interesadas en tu amoremocho, pero ellas buscan quien les haga todo, y conociendo lo torpe e inocente de Albert, seguro hace todo.

Payne miro mal a la primer chica que trato de acercarse al pequeño rubio. Regresando a su lugar rápidamente.

Tomo su libreta y se acercó al asiento vacío, chocando su hombro con el del rubio, quien se sobresalto y miro a su nueva compañera. Sus mejillas obtuvieron un rápido sonrojo que trato de disimular bajando la mirada.

—Bien—hablo nuevamente el profesor—Yulen, tendras que hacer equipo con la señorita Vieira—la chica al final asintió, Charlott paso por cada mesa dejando los temas en pequeñas notas—Los temas a investigar son variados, tendrán dos semanas para tener todo listo. Quien califique esto con excelencia, no tendrá examen.

Carrie leyó el tema y asintió.

—Esta muy fácil—paso el papel al pequeño rubio—Podemos iniciar hoy, puedes venir a mi casa o yo podría...

Albert la interrumpió rápidamente.

—En tu casa está bien

—Me parece perfecto, rollito—sonrió a su dulce presa.

                💛          🍥         💛

—¡Dame esa galleta, Jo!—grito Edward señalando la dichosa galleta en mano del joven Payne.

—La tendrás cuando la arrebates de mis fríos y muertos ¡ahhh!

Ambos rodaron por verde césped del patio. Sam apostaba con Juliet, mientras Carrie observaba el intercambio entre su hermano y su novio fugitivo.

—¿No deberías estar en la Universidad?

—¿No deberías estar acosando a Monroe?—su cuñado regreso el golpe. Sin dejar de prestar atención a su dulce prometido.

—Touche.

—Escuche que harán un trabajo juntos.

Ella asintió y se recosto contra el árbol, su rostro giró y vio al delgado ser que cautivó su atención.

—Tuve un poco de ayuda para eso.

—¿Donde harán el trabajo?—pregunto Juliet.

—En mi casa.

—¡Eso es genial, prima!—chillo un sucio Edward volviendo con la mitad de la galleta—¿Qué pondremos en la nota de secuestro?

—¿Cuál carta de secuestro?

—La que le haremos llegar a sus padres—respondió, como si aquello fuera lo más obvio y normal en el mundo—Yo había pensado algo como:"Señor y señora Sweeney Monroe, decidí quedarme con su hijo por que lo amo, y no se preocupen, yo lo proveere alimento, ropa y todas las comodidades de este mundo. Lo volveran a ver cuando yo haya puesto un anillo en su dedo y cinco cachorros en su vientre."

Todos miraron con extrañeza a Styles.

—Mil veces te he dicho que no voy a secuestrarlo.

—Pero...

—Tampoco poner un anillo en su dedo o cachorros en su estómago—acaricio su cien—Ya dinos, ¿Louis te sacó de un laboratorio o anormal saliste de sus...?