El Hermoso Rollito |#4|

36. Él final es sólo el comienzo

Algunas cosas mejoraban, cosas nuevas llegaban. Y la felicidad no era menos.

Después de que Albert por fin "acabará" con sus intentos, cosa que muchos agradecieron, este se dispuso a disfrutar lo que tenía con Carrie. Dejándose amar como un gato callejero que acaba de ser adoptado.

La familia Payne le llamada "pequeño Adam", pues decían que tenía cosas del mayor. Este dijo que nadie era tan hermoso como él, a lo que Sofía beso la mejilla de su esposo con adoración.

Edward seguía sobre la enfermera, Valerie le había dicho que no necesitaba nada para saber que quería de novio al pequeño Styles, pero este se empeñó en ser un buen caballero e iniciar su propio cortejo. Claro que, lejos de los consejos de su familia.

Josh comenzaba adaptarse a la nueva actitud que había adoptado su padre. Después de que el pequeño Payne confesara ser gay, Adam no se había permitido perder de vista a su retoño e incluso, espiar sus citas de estudio.

Sofía había tratado de disuadir a su esposo para dejar en paz al joven, pero había sido peor. Nadie pudo detener a Adam cuando corrió al compañero de Josh de casa. Y cuando los demás supieron no pudieron evitar burlarse del padre posesivo que era Adam Savage.

                              [💛]

Ese día Liam había invitado a todos a un picnic, incluyendo a Jean, los King y los Monroe.

Las familias habían llegado antes que Zayn y Liam, quienes habían enviado a sus hijos con Zed y su familia.

—¿A qué se debe esto?—pregunto Sam llegando con Charlott a su lado. Erick perforando la espalda del joven profesor con su esposa tratando que dejará eso por la paz.

—Mis suegros están sospechosos desde hace días—contestó Zed—Quizás Liam por fin liberara a mi suegrisexy para que yo lo cuide.

—Papá te matara si sabe como llamas a mi papi—murmuro Sean.

Carrie sonrió cuando vio a Albert caminar hacia ella con Richard batallando con unas canastas. Los padres de Albert platicaban con los king.

—Precioso—saludo ella abriendo sus brazos, suspiró una vez Albert entró en ellos y se dejó amar. Ella aspiro sobre la piel del cuello blanco—Hueles deliciosos.

—Te extrañe—ella rie bajo ante el tono dolido que usa el rubio al hablar.

—Oh, mi dulce voluntad—arrulla peinando sus cabellos—Nos vimos ayer. Han pasado menos de veinticuatro horas.

—Mucho tiempo—se separo y planto besos en los labios de su novia—¿Tú no me extrañaste?

Su cuerpo tembló con esos ojos azules expresar tanta inocencia, como un pequeño cachorro. Y vuelve a abrazarla, besando su cuello y amando la suavidad de su cuerpo masculino.

—Jodidamente si, pequeño hermoso.

Nuevamente se separaron, mirándose. Hasta que Carrie vio por encima del hombre del rubio y sonrio ampliamente.

—¡Mr. Jean!

El mayor saludo a la joven que corría hacia él, con un rubio irritado detrás de ella.

—Viniste—suspiró ella llegando.

—Jamás podría rechazar una invitación de Liam—le sonrió, sus sentimientos floreciendo en sus ojos cafe—A parte, il mio figlio estaba emocionado por verte.

Dot aparecio segundos después con un juego de ajedrez bajo su brazo derecho, su tierno rostro sin expresión regalo una sonrisa a Carrie.

—Hola, el señor Jean me ha comprado un nuevo ajedrez—le enseño—Dijo que podría traerlo para ganarte otra vez, porque dice que eres pésima para ello.