El Hermoso Rollito |#4|

21. Visita especial

—Profesor—levantó la mano atrayendo la atención del docente—¿Puedo ir al baño?

—Pero rápido, Payne.

Esta sonrió tomando su mochila para salir del salón, guiño un ojo a Ed, le había dejado un mensaje para que avisará a los demás y a papá Zayn a donde se había ido y con quien.

Apresurada corrió por los pasillos a la salida, girando en una esquina choco con una pila de copias que se desparramaron por el piso.

—Rayos, perdón...—su mueca se borró al ver a la otra persona.

—No, yo... Yo tuve la culpa, no mire—dijo Albert arrodillandose en el piso para juntar todo.

Ella misma siguió la acción y ayudo en silencio, pasando por alto las miradas azules que le dedicaban.

—Que desorden—exclamo O'Connell quien aparecio en ese momento y ayudo a ambos chicos.

—Bien, ya quedo—sacudió sus manos—Nos vemos.

—Espera...—la pequeña y tímida voz del rubio la detuvo en su huida rapida—¿Po-Podemos hablar?

Giro con burla sobre sus talones y miro su muñeca para ver la hora, sin tener un reloj realmente.

—No, no tengo tiempo—el chico estaba por objetar cuando la castaña formó una incómoda sonrisa—Para la próxima, Monroe.

O'Connell fue testigo de la mirada desolada de su amigo, sus ojos sobre la chica que corría a la salida. Palmeo despacio el hombro del pálido Albert en apoyo.

—Vamos, amigo, nos están esperando.

Desanimado siguió a su amigo de vuelta a clases.

Quizás mañana Carrie tendría tiempo para hablar.

Quizás.

💛              🍥             💛

La chica sonrió rápido en la camioneta con excitación.

—Presiona el acelerador, Horan—ordenó señalando dicha cosa.

—Hola, tio, ¿Como estas? Yo pero si muy bien, ¿Quw tal tu dia?—su voz tenía tonos de enojo y sarcasmo—Ponte el puto cinturón o no te llevo a ninguna parte.

—Dramatico—bufo colocándose el cinturon.

Niall salió del estacionamiento rápidamente, escuchando las bocinas de algunos autos cuando hizo una maniobra violenta en ahí mismo, cosa que hizo reír fuerte a la chica a su lado.

Vibraba de emoción en su asiento, mirando por la ventana las calles que casi borrosas las veía con la velocidad de su tio.

A casi cinco calles fue que Niall estaciono frente al orfanato.

—¿Lista?—pregunto el rubio.

Ella negó, pero todavía abriendo su puerta. Desde ahí podua escuchar las risas y gritos en el interior. Su cuerpo dolió por la emocion.

Siendo empujada por Niall a la estructura, pasaron pos los grandes pasillos con niños corriendo por ahí y por allá.

Una mujer se acercó a ellos con una sonrisa.

—Debe ser el señor Horan—ambos estrecharon las manos, mientras Carrie seguía buscando por todos lados—Estamos encantados por tenerlos aquí, siganme. Dot ha estado euforico desde que supo que vendrían a verlo.

El sólo nombre del niño hizo casi chillar a la joven. Siguiendo a la mujer por todo el lugar hasta el patio trasero. Donde más niños jugaban.

Y lo vio, sentado en una banca bajo el gran árbol a la distancia, pero no estaba solo.