17. Pequeños momentos

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—No, no, no... ¡Y No!—un golpe fuerte se escucho en todo el auditorio—¡Edward, debes parecer más romántico, más elegante y real!

—Eso trato, profesor Arnold—mirando con los dientes apretados.

Carrie hizo una mueca al sentir el dolor en los nervios de su boca.

—Tu personaje tiene que expresarle sus sentimientos al papel de Carrie.

—Lo que quiero es expresarle una bola de...

El profesor golpeó la nuca del chico con el libreto enrollado.

—¡Desde el principio!

Por milésima vez, Carrie y Edward rodaron los ojos, pero cuando escucharon la caída del libreto enrollado sobre el escenario, ambos entraron en papel.

Edward, en su papel de Esteban el médico real, se acercó al jardin artíficial donde Carrie, en su papel de Elizabetha la reina, leía un libro de pasta roja.

—Mi señora—hizo una elegante inclinación.

La reina dejo de ver su lectura para ver al médico real, cerró el libro con un dedo marcando la página.

—He sabido por mi marido que nos abandona en unos días.

—No es para siempre, mi reina—respondió, ambos compartiendo una mirada que se suponía debía ser de complicidad intima—Sólo serán unas pocas semanas para llevar el parto de la hermana del Rey.

La reina asintió, comprendiendo aquello.

En ese momento George, quien hacia al papel del Rey Mason, entró en escena sonrió amplio al doctor y a su esposa.

—Ahí estas, amigo—golpeó amistosamente la espalda del doctor, se acercó para besar la mejilla de la reina y volvió en su altura—¿Ya le has dicho a Elizetha Sobre tu viaje?

—Algo de eso ha mencionado—respondió la reina antes del médico.

—¡Precioso, chicos!—aplaudió el profesor interrumpiendo la escena.

Ed jadeo dejando ir el aire que había contenido.

—¿Ya nos podemos largar?—esperanzado sus ojos brillaron.

—Si, sólo debo darles unas cuantas indicaciones para el lunes, recuerden que sólo tenemos dos semanas antes de la presa raciones, niños.

Carrie si quito la corona de plástico y se la entregó a una de las chicas, Juliet sentada entre los asientos del público seguía tecleando en su celular. El profesor la había escogido como directora de la escena final. Y Carrie tenía esperanzas en que ella la haría desgarradora y con mucha, mucha sangre.

Milagrosamente el director no se había enterado de la pelea con Jessica, así que nuevamente se había salvado de otra suspensión.

—Carrie, estas perfecta en el papel, cielo—halago el profesor sonriente—Ensayen mucho este fin de semana, el lunes llevarán el libreto sin leer.

Ed fue detrás del profesor chillando que era mucho para aprender en dos días y que tenía mejores cosas que hacer que andar pensando en besar a princesas, y mucho menos cantar una canción sobre los meses del año.

—¿Ayuda en algo que te diga que cada mes será una muchacha?

Aquello hizo callar al chico, respondiendo rápidamente.

—Bueno, no es tan mala la melodía, es contagiosa.

Payne fue por su mochila olvidada en los primeros asientos y fue hacia Juliet.

El Hermoso Rollito |#4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora