Jugar rudo

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Vagué por la casa, impresionado por su tamaño. Tenía un hermoso interior, balcones de hierro forjado y tres niveles. Las paredes estaban pintadas en tonos fuertes, con moldes blancos elaborados en la parte superior. Todos los baños que había visto eran de mármol. En pocas palabras, era rico y de buen gusto sin hacerme sentir miedo de sentarme en las sillas del siglo XVIII.

Piezas del gusto y estilo de Joel se vieron en medio de los toques femeninos. Una colección de cuchillos de plata. Sofás cómodos en vez de estrechos. Por supuesto, tuve tiempo para notar tales cosas. Él se fue a ver a Marie sin mí.

Su anuncio de que iba a ir solo me envió a farfullar una objeción furiosa que hizo que Amber  huyera de la habitación. Joel tomó mi ira en silencio, esperando hasta que terminara de oponerme categóricamente a su negación de llevarme. Él dijo que mi presencia podría distraer a Marie de escucharlo, o alguna mierda como esa.

No le creí por un momento. Joel solo estaba tratando de protegerme otra vez. Si yo no iba, sin importar sus proclamas de paso seguro, entonces significaba que su reunión con ella era peligrosa. Aun así, se resumía a una lucha física con él cuando era momento de irse o dejarlo ir con promesas de venganza. Escogí lo último. 

Así que, después de vagar alrededor de la casa, tomé una ducha en una bañera. Entonces me puse en una bata de seda y empecé a vagar por la casa de nuevo, buscando una lavadora y secadora. No tenía ropa limpia que usar y era muy temprano para comprar algo nuevo. La única cosa abierta después de las tres de la mañana eran los bares.

Cuando Joel regresó, era casi el amanecer. Pasó por la puerta, deteniéndose ante la vista de Amber y yo. Estábamos en el piso y yo trenzaba su pelo.

Mientras él había estado fuera, me puse a conversar con Amber. Ella parecía ser verdaderamente una buena persona, resultó que me agradó con sorprendente rapidez. Le di a Joel una sola mirada fulminante, incluso mientras me derretía por el alivio de que él estaba a salvo, entonces resumí mi atención al cabello de Amber.

―Tu cabello es precioso. Tan grueso. Deberías dejarlo crecer hasta que tropieces.

―Veo que ustedes dos se están llevando bien― dijo Joel con ligero asombro. ―¿No me vas a preguntar cómo fue, gatito?

―Entraste y tomaste las escaleras de a una― respondí. ―Y no me has ladrado para que entre al carro, así que tomo eso como que Majestic no te dijo que nuestros traseros eran trofeos para la temporada de caza. ¿Estoy equivocado?

Su labio se curvó. ―Aun molesto conmigo, según veo. Entonces deberías disfrutar esto. Marie quiere conocerte, y se rehúsa a que yo esté presente cuando lo haga.

Me reí con una fuerte carcajada, satisfecho de mí mismo. 

―Dios, Joel debiste haber discutido eso hasta ponerte azul. Diablos, ya me agrada.

―Pensé que eso te gustaría.― Su expresión me dijo cuán poco divertido le pareció. ―¿Debería dejarte con tu trenzado e irme a la cama? Pareces preferir la compañía de Amber que la mía.

―Es realmente molesto cuando tienes que sentarte y hacer girar tus pulgares mientras la persona que amas se va hacia el peligro, ¿no?― Dije, sin sentirme culpable en lo más mínimo.

―No me gustó la idea de dejarte atrás― disparó en respuesta. ―Aún así, tú casi estás desternillándote de la risa ante la posibilidad de hacerme lo mismo a mí.

La cabeza de Amber giro hacia atrás y adelante entre nosotros dos. Como yo todavía tenía tres de sus trenzas en mis manos, sin embargo, eso lo hizo más difícil.

Destined for an early grave  [joerick]    -ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora