Deja que se acabe

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Canelle no parecía haber envejecido un día en los doce años en que no la había visto. De hecho, solo su cabello castaño rojizo era diferente ahora más corto. Supongo que de ahí fue donde consiguió su nombre. Cannelle. Canela en francés.

Ella estaba sentada en una banca de metal que tomó el lugar de una pared completa en el espacio cuadrado en forma de caja. Cannelle no estaba amarrada, dado que Jackson y Geri estaban en la habitación con ella. Incluso si por algún milagro ella logra pasarlos, aún habría tres guardias más fuera de la puerta. Sus ojos estaban negros, y sangre goteaba de su boca, pero no estaba acobardada.

Cuando entré, parpadeó, luego se carcajeó.

―¡Bonjour, Erick! Ha pasado mucho tiempo. Finalmente luces como un hombre. Estoy muy sorprendida.

Sentí una desagradable mueca tirar de mis labios. ―Bonjour para ti también, Cannelle. Sip, me crecieron músculos y trasero y un montón de cosas más. Qué diferencia hacen una docena de años, ¿eh?

Ella fue directo por la garganta. ―Debo felicitarte por tu amante, Joel. Qu'un animal, non?** En este caso, su reputación era... no lo suficientemente cortés.

Perra. Quería desgarrar esa sonrisa de suficiencia de su rostro.

// En francés, Qué animal, ¿no?//

―Qué lástima que no parecía impresionado por tus habilidades en el dormitorio. Quiero decir, el hecho de que no consiguieras que dejara la ciudad para ménage à cinq** no habla muy bien, ¿no es así?

//un quinteto con cuatro chicos y una chica.//

Jackson se rió entre dientes con malévolo humor. ―Oh, ustedes dos tienen una historia, ¿cierto? Es posible que desees empezar a hablar ahora, cariño. He sido gentil contigo, pero Erick tiene un temperamento malvado. Él probablemente te matará antes de que pueda razonar con él.

―¿Él? ― Cannelle golpeó su dedo con desprecio hacia mí. ―Él es un niño.

Hombre, ella escogió al chico incorrecto con el estado de ánimo incorrecto.

―Pásame ese cuchillo, Jackson.

Lo pasó, con sus ojos turquesa brillando. Geri lucía un poco nervioso. Cannelle ni siquiera parpadeó.

―No me matarás, Erick. Juegas al duro, pero sigo viendo al pequeño chico delante de mí.

Jackson consideró a Cannelle con asombro. ―Ella está loca.

―No, ella simplemente está recordando quién era yo. Javier cometió ese mismo error, al principio.

Le sonreí de nuevo a Cannelle mientras le daba vueltas al cuchillo de una mano a otra. Sus ojos siguieron el movimiento, y por primera vez, ella lucía vacilante.

―¿Recuerdas ese gran puto malvado en el que Javier no quería que me convirtiera? Bueno, eso sucedió. Ahora, tengo prisa, así que esto es lo que voy a hacer. Voy a clavar este cuchillo a través de tu mano, y la única forma de que me detenga es que hables, así que por favor. Por favor. No hables.

Ella no me creyó. Cuando Jackson sostuvo la mano de Cannelle en el banco, forzando su mano a permanecer plana, ella seguía dándome esa mirada de te-lo-advierto. Cuando sostuve el cuchillo sobre su mano, dándole una última oportunidad de hablar, ella seguía pensando que yo mentía. Solo cuando clavé la hoja en su mano entre la muñeca y sus dedos, sacudiendo la hoja en un giro, ella captó la situación. Y no pudo evitar gritar.

―Sé que duele ― observé. ―Mi padre le hizo eso a mi muñeca el año pasado, y demonios, fue doloroso. Agobiante, también. Cuando arranqué la hoja, todos los tendones se cortaron. Necesité sangre de vampiro para sanar el daño. Lo necesitarás también, Cannelle, o nunca volverás a utilizar esta mano de nuevo. Así que puedes hablar, y un poco de sangre de vampiro la pondrá como nueva. O no hablar, y mutilaré tu mano derecha después.

Destined for an early grave  [joerick]    -ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora