32.

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Todavia no podía creer que estuviera en el aeropuerto. No podía creer que iba a volver a Barcelona. Claro que por un lado quería ver a mis amigas, pero joder, ni siquiera me habían dejado despedirme de Evan, mi padre me había arrastrado hasta aquí sin mi consentimiento, que obviamente, le importaba un comino. Sentía un dolor en el pecho que no aguantaba. Las lágrimas amenazaban con salir, y sentía que ya no iba a poder contenerme.
-Flashback-
Mi casi hermano se había ido del cuarto y quede sola otra vez. Eran casi las 3 de la tarde. Nose cuántas malditas horas habían pasado desde que Evan se fue de la casa  y todavía no había vuelto. Necesitaba hablar con él. Nose que demonios iba a pasar de aquí en adelante.
Mi padre sin pedir permiso entró a mi cuarto. Su rostro reflejaba enojo, mucho enojo. De inmediato me levante de la cama con esperanza de que el quisiera hablar conmigo.
-Papá quisier..-
-Ni te gastes Emma. Solo vengo a avisarte que en una hora partimos al aeropuerto- y esas últimas palabras me dejaron helada, no podía ser cierto.
-Qué? No papá, no puedes estar hablando enserio- mi padre retrocedió unos pasos cundo se me acerque –
-Estoy desconcertado Emma, todavía no puedo creer lo que hiciste—dolor. Había dolor en sus palabras.
-Le quiero papá, con el me siento bien, el me hace feliz, se que.. – mi padre me miraba con el ceño fruncido-
-Cállate, solo… cállate. No puedo siquiera escucharte decir que le quieres, y no de la manera a la que se le quiere a un familiar—pequeñas gotas salían de sus ojos, a lo cual se me formó un nudo en la garganta.-
-JODER, TU SABES MUY BIEN QUE EL NO TIENE NUESTRA SANGRE, ASÍ QUE YA DEJA DE DECIR QUE ES MI MALDITA FAMILIA PORQUE NO LO ES – Mis gritos se mezclaron con el llanto que largue luego. Pero eso no fue lo peor. Mi mejilla ardía. Me había abofeteado? Realmente lo había hecho?
-No puedo creer en lo que te has convertido. Estoy decepcionado. En una hora quiero que estés lista, y me da igual que no hagas la maleta te iras sin ella-
Mi mente estaba en blanco, había quedado en shock. Mi padre jamás en la vida me había levantado la mano. Mi corazón bombeaba con fuerza. Sentía que había entrado en un ataque de ansiedad. Nose porque tenía miedo. Quería que me abrazen, que Evan me abrazara, y el no estaba, simplemente no estaba.
Media hora ante de que nos vayamos, decidí salir al patio, sentía que me faltaba el aire, y mis ojos ardían y estaban hinchados de llorar. Vi que mi tía estaba sentada en una de las reposeras, mirando al mar, el cual no tenía fin. Comencé a temblar, quería hablar con ella y despedirme. Nose como noto mi presencia pero se dio vuelta y me quedo mirando fijo, luego hizo el intento de una sonrisa la cual me incentivo a acercarme. Me senté en la reposera de al lado, y  pasaron algunos minutos en los que sólo se escuchaba el viento.
-Siento que he decepcionado a todos- hablé después de unos minutos- Solo… no puedo. No puedo decir que me arrepiento, porque no lo hago- el nudo en la garganta impedía que hable claramente- Me sentí tan bien cuando llegue a tu casa, que… solo me deje llevar, hacía mucho que no me había sentido así, feliz, querida por alguien- mire a mi tía, y ella estaba haciendo lo mismo, nego con su cabeza sonriéndome y luego me abrazo. Necesitaba tanto su abrazo. Comencé a llorar a lo que mi tía se separo de mi, y me tomó de las manos, calmandome.
-Oye, cariño… ya está, no tienes que hacerlo, yo nunca te voy a juzgar-
-Siento tanto haberte lastimado, a ti, a mi padre, jamás fue con intención-
-Emma cielo, ya lo sé, créeme. Te entiendo perfectamente. Es extraño pensarlo, y admito que al principio me dolió, pero yo no puedo decidir por ti, ni por Evan, no puedo juzgarlos. Y respecto a tu padre, sabes que no puedo meterme en sus asuntos, es tu padre, y como tal se siente decepcionado, va a llevar un buen tiempo que logre entenderlo. Y no sabes lo triste que me pone que tus vacaciones se terminen de esta manera, ya me había acostumbrado a tenerte en casa- las palabras de mi tía me reconfortaron, iba a extrañarla demasiado.
Mi padre y Katherine ya estaban subiendo las maletas al auto, Chad se encontraba dentro de éste. James nos llevaría hasta el aeropuerto. Estaban todos, menos Evan. Donde demonios estaba? Porque se había escapado así?. Comencé a llamarlo, pero solo me daba el buzón. Mi corazón se achicaba cada vez más. Porque no quería verme?. Le marque, una, dos y tres veces pero solo daba el buzón.
-Emma vamonos- mi padre se despedía de mi tía. Sabía que esperaba a evan, pero no lo iba a permitir. – sube al auto- dijo otra vez.
Abrace por última vez a caroline y así me despedí. Así se suponía que iba a terminar todo? No vería más a Evan? Se olvidara sin más de mi? Así iba a terminar nuestra historia que ni siquiera había tenido un comienzo? Miles de preguntas que no sabía si iban a tener respuesta.
-Fin flash back-
En el avión solo podía pensar en Evan. El ocupaba cada rincón de mi mente. Miraba cada segundo mi teléfono esperando algún mensaje o llamada, pero nunca llegó nada. Como tal masoquista que era, entre a mi galería de fotos la cual estaba llena de nuestras caras. La última habían sido en la discoteca, estábamos borrachos, nuestras mejillas estaban rojas de tanto alcohol, pero nos veíamos felices. Y es que estando con él solo me salía ser feliz.

¿Primos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora