Abrí la puerta de mi casa, y me tomo por sorpresa que mi padre estuviera sentado en el sofá bebiendo un poco de vino, o lo que sea, mis ojos daban vueltas.
Hacia varios días que no le veía la cara a mi padre para ser verdad. El me evitaba, o viceversa. Lo miré unos segundos y me dirigí al cuarto.
-Emma espera- creo que después de una semana era la primera vez que mi padre me dirigía la palabra, y eso -por un instante- me hizo sentir bien. Lo miré esperando su respuesta. -ven, siéntate aquí- palmo sus manos en el sofá al lado suyo.
Me quite los zapatos que ya me estaban matando, y me senté.
-Antes que nada, tienes que saber que te amo, tal y como eres, todas aquellas palabras que te dije en Miami, fueron por puro enojo del momento, y si tú.. en verdad quieres a Evan, yo jamás voy a juzgarte, estos días que hemos estado asi, sin hablarte, solo.. perdóname hija, y compréndeme- mi padre largo un sollozo y me abrazo, lo cual me dejó helada. En ese momento que sus brazos me rodearon sentí que no necesitaba nada más, que mis problemas se habían esfumado. Se sentía bien. Me sentía bien.
- Gracias papá, no te imaginas cuánto necesitaba tus abrazos, perdóname por todo- mi papá sonrió y limpiaba las lágrimas que caían de mis ojos-
-Te amo cariño, jamás dudes de eso, y otra cosa.. tienes que hablar con tu madre- rodee los ojos al instante, y mi padre rio.-
-Mm lo pensaré- bromeé. En verdad, tenía que hablar con ella, pero ahora lo único que quería era dormir, el dolor de cabeza me estaba matando- Buenas noches papá- le di un beso en la mejilla y me fui al cuarto-
-Date un ducha que hueles a alcohol Emma, por dios- reí-
Por supuesto que no hice caso y me tire en la cama, y así con ropa puesta me quedé dormida.
El ruido de un teléfono sonando impedía que siga con mi hermoso sueño, demonios. Me levanté y mire hacia todos lados buscando de dónde venía el ruido. Me agaché para ver debajo de la cama, y ¡Pum! Cai al suelo.
-Joderrrrr- grite enojada. Apuesto que hasta los vecinos de al lado me habrán escuchado- y todo por tu maldita culpa-
-Le acabas de gritar a tu teléfono? – Un Chad riendo se encontraba de brazos cruzados en la puerta de mi cuarto-
-Callate- le tire con un almohadón, y luego me tire en la cama otra vez- me fijé quien fue el causante de que me despertara- Dime qué es una broma imbécil-
-Lo siento, tu padre dijo que te levantara, y veo que funcionó-
-Ahhhg, eres un estúpido- comencé a tirarle todo lo que encontré a mano en mi cama-
-Ya ya, lo siento- luego de desquitarme, me dirigí al baño, necesitaba urgente ducharme, tenía resaca- Por ciert..- mi hermanastro no termino su frase que le cerré la puerta del baño en su cara- Que amable eres- reí
Cuando escuché que se fue de la habitación, deje que el agua hirviendo caiga sobre mí. Por una extraña razón sonreí, estaba feliz, o quizás solo era el hecho de volver a confiar en mí padre.
El almuerzo con mi padre, Katherine y Chad fue de lo más normal, y se sintió bien.
Esa misma tarde, fui a hablar con mi madre. Hubo discusiones pero al final, terminó todo más que bien, aunque lo de volver a vivir con ella, no lo tenía pensado todavía.
Luego de visitar a mi madre, me reuní con mis amigas. Unos minutos antes de llegar al lugar acordado, me llegó un mensaje al celular que no me lo esperaba para nada. Mi corazón dio u vuelco.
-Quizás es un poco tarde.. pero, podemos hablar?-Gracias por todos sus comentarios!!! Son lxs mejores ❤️❤️
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¿Primos?
Teen FictionQue pasa cuando te enteras que tienes un primo que vive en California, que nunca en tu vida habias visto? Si, te emocionas como cualquier persona, y te vuelves loca por conocerlo. Pero no, este no es mi caso. Yo no quería conocerlo, y peor, no querí...