Yoongi
La primera vez que lo vi, estaba llorando en la acera frente a mi casa. Tenía una rodilla sangrante, y una bicicleta tirada en el suelo. Me acerqué sigilosamente a su lado, pero él ni siquiera se inmutó ante mi presencia.
—Ya deja de llorar —le dije—. Haces demasiado alboroto. —Finalmente me prestó atención. Me miró con ojos cristalizados y su labio inferior temblando—. Si no sabes manejar una bicicleta sin rueditas, nunca te montes en ella sin rodilleras.
—E-es que yo... —No fue capaz de terminar su oración, simplemente comenzó a sollozar otra vez.
Irritado, le extendí mi mano, ganándome una expresión confundida de su parte.
—Ven —pedí—. Te ayudaré con esa herida.
Cuando se dio cuenta de a qué me refería, tomó mi mano y se dejó guiar por mí hasta mi hogar. Lo llevé hasta la sala y fui al baño a buscar el boquitín de emergencia. Al regresar a la habitación, saqué los materiales necesarios para tratarlo y me arrodillé frente a él para limpiar la sangre de su herida. Con suavidad, pasé un paño mojado y jabón sobre esta. Al desinfectar con un poco de alcohol, noté como apretaba su mandíbula, tratando probablemente de no soltar algún quejido. Como paso final, apliqué una pomada cicatrizante.
—Gracias —habló él cuando terminé. Tenía una pequeña sonrisa en sus labios—. Mi nombre es Kim Taehyung y tengo diez años.
—¿Y? —Su rostro expresó confusión.
—Se supone que te presentes —indicó.
—Min Yoongi. Tengo once.
—¡Entonces eres mi hyung! —exclamó con efusividad. Yo sólo pude pensar en lo rápido que cambiaba de ánimo. De repente, me miró con expresión curiosa y preguntó—: ¿Sabes correr en bicicleta sin rueditas?
—Sí.
—Enséñame, por favor. —Le miré con las cejas alzadas.
—¿Por qué tendría que hacerlo?
—Porque eres mi hyung —dijo. Me pareció una excusa estúpida—, y mi nuevo amigo porque me ayudaste.
¿Amigo? Que tonta sonó esa palabra en mis oídos en aquel momento, nos habíamos conocido por menos de quince minutos.
Volvió a sonreírme. Su sonrisa cuadrada me pareció la más bonita que había visto en mucho tiempo. Ahí fue que lo supe; yo terminaría haciendo todo lo que aquel chico me pidiera.
Sí terminamos siendo amigos, e incluso le presenté a los otros chicos del barrio, Seokjin y Hoseok. Sí terminé enseñándole a andar en bicicleta. Sí terminé tomándole un cariño especial a Taehyung.
—¡Hyung! —Un grito logró eliminar toda la calma que sentía segundos antes— ¡¿Qué haces?! —Kim Taehyung se encontraba gritándome desde la calle, mientras que yo trataba de ignorarlo para poder seguir acostado en el techo de mi casa y mirar las nubes con tranquilidad— ¡Hyung!
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A Mi Nivel [Taekook]
FanfictionHay maneras muy extrañas en las que el destino une a dos personas. En el caso de Kim Taehyung, sus inseguridades lo llevan a lamentarse y su deseo de cambio parece ser malintepretado por el mismo destino. Esto afecta de manera negativa a su compañe...