Capítulo 31

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Taehyung

Entro a mi casa de mala gana y lo primero que veo es a mi mamá sentada en la sala junto a su millonario y misterioso novio. Su conversación se ve interrumpida por mi súbita entrada y se quedan unos segundos en completo silencio, incomodándome. Los ojos de la mujer que me dio la vida comienzan a escanearme por completo y su ceño se frunce.

―¿Estás bien? ―pregunta ella, levantándose del sofá y acercándose a mí. Cuando está lo suficientemente cerca, pone una mano sobre su boca, expresando sorpresa al ver los golpes en mi rostro―. Traeré el botiquín.

―No ―me niego. Mamá eleva una ceja―. Ya me trataron en la enfermería.

―Bien. ―Ella asiente, entendiendo y tiempo después se cruza de brazos, cambiando su rostro de preocupación a uno de enfado. Sé perfectamente que ahora se viene el regaño―. Me llamaron de la dirección, Taehyung ―dice ella. No me sorprendo porque yo mismo estuve allí cuando el director hizo la llamada―. ¿Cómo así que te peleaste?

Me encojo de hombros ante su pregunta.

―¿No te importa? ¡Te dieron una semana de suspensión! ―exclama sumamente alterada―. ¡Eso puede perjudicar tu beca!

―Lo lamento ¿si? Estaba defendiendo a un amigo ―me excuso. Me hierve la sangre nuevamente de solo recordar a aquel imbécil insultando y amenazando a Jungkook.

―No me importa lo que estuvieras haciendo. Vas a estar castigado toda la semana ―sentencia. Mi mandíbula se tensa con coraje. ¿Por qué no puede ser más compresiva con este asunto?

―Cariño, no creo que debas ser tan dura con él ―interviene el señor Gong, aproximándose a nosotros.

―¿Y tú que haces aquí? ―pregunto hastiado.

―No le hables así, Tae ―me regaña mamá y luego posa su mirada en el hombre―. ¿Por qué piensas que te puedes meter en la crianza de mi hijo?

―P-perdón ―se disculpa el señor con nerviosismo. Si no estuviera tan molesto, me reiría―. Sólo digo que el muchacho estaba defendiendo a un amigo. Lo hizo por una causa justa. No está bien pelear, pero ya suficiente estrés debe tener por la suspensión.

Mi mamá lo mira durante un tiempo, pareciendo sopesar lo que dijo. 

―Bueno, supongo que tienes razón ―cede ella.

―No necesito que me defiendas ―le digo al señor Gong, rodando los ojos.

―Taehyung. ―Mi mamá me mira con el ceño fruncido y el señor forma una sonrisa incómoda.

―Mis disculpas ―hablo antes de meterme en más problemas y trato de tranquilizarme―. Es que sigo de pésimo humor por la pelea.

―No hay problema ―asegura el hombre. Cuando el ambiente se vuelve menos tenso, mamá baja la guardia.

―Ji Chul, me quedaré con mi hijo ―anuncia, volviendo a su faceta de madre preocupada―. Saldremos en otra ocasión.

―¿Iban a tener una cita? ―pregunto, pero ninguno responde. Los observo con atención y me doy cuenta de las prendas elegantes que llevan―. Vayan, no cambien sus planes.

A Mi Nivel [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora