A Mi Nivel [Taekook]

Capítulo 19

Jungkook

Tengo este pensamiento de invitar a salir a Taehyung desde el lunes, pero ya han pasado casi cuatro días y aún no le dicho nada sobre ello. Se me viene a la cabeza cada vez que lo veo, pero siempre sucede algo que me impide hablarle de la salida. Si no es que nos interrumpen, es que de repente me pongo tímido y me da vergüenza hacerlo. Hoy es el último día antes del examen, así que debo invitarlo de una vez si es que quiero salir mañana con él luego de la prueba. 

Y hablando de la dichosa prueba, durante toda la semana, los chicos y yo nos hemos estado reuniendo en diferentes casas para estudiar para la misma. Esta vez nos encontramos en casa de Taehyung, donde haremos un breve repaso de todo lo que hemos aprendido en las noches pasadas. 

—Fernanda Clarinete bromeó y atendió —habla Jimin, señalando las palabras que escribió en su cuaderno—. ¿Ya lo tienen?

—Eso creo —dice Hoseok—. F de flúor, c y l de cloro, Br de bromo, y de yodo y at de astato.

—¡Exacto! —exclama el rubio. Me encuentro riéndome por lo bajo, pues esta forma de aprendernos la tabla periódica me parece muy graciosa.

—Bien, ahora que te los sabes todos, vamos a los ejercicios de conversión con moléculas, por favor —pide Taehyung algo frustrado. 

—Pero ya los repasamos —se queja Jimin.

—Y aún me pierdo un poco en ellos. Necesito toda la ayuda posible. —Sus ojos denotan preocupación. Me da pena verlo así; él se ha estado esforzando mucho al igual que nosotros, pero aún no logra entender todos los temas.

—Yo te enseño —me ofrezco. Sus mirada inmediatamente se ilumina.

—¿Hablas en serio? —pregunta—. Te lo agradecería mucho.

—Sí, no me iré hasta que estés confiado con estos ejercicios —le informo y me siento a su lado. Jimin nos observa y procede a susurrarle cosas a Hoseok.

—Chicos —llama el pelinegro—. Jimin y yo ya entendemos todos los temas, así que nos iremos.

—Sí —concuerda el otro—. Así podrás enseñarle sin interrupciones a Tae.

Taehyung les dedica una extraña mirada que no sé como interpretar, y estos proceden a despedirse. Pronto, solo nos encontramos el castaño y yo en su habitación, uno al lado del otro y con miles de apuntes sobre su mesa de estudio.

—¿Ya memorizaste el número de Avogadro? —le pregunto.

—Es seis punto cero veintidós por diez a la veintitres  ¿verdad? 

—Sí. —Le sonrío feliz al ver que finalmente puede decirlo sin titubear—. ¿Y en qué tipo de ejercicios los usas?

—En los que me piden que cambie a moléculas, fórmulas unidad, átomos... —menciona, colocando un bolígrafo bajo su labio inferior.

—¿Y cómo es el orden de conversiones que tienes que hacer si te piden cambiar de gramos a moléculas? —Taehyung entrecierra sus ojos mientras parece pensarlo mucho.

—De gramos, a moles y de moles a las moléculas —contesta luego de varios segundos.

—Perfecto —digo—. Ahora resuelve este ejercicio.

Le doy un papel donde hay varias premisas y le señalo el ejercicio que quiero que haga. Luego de unos pocos minutos, él me entrega una hoja con el proceso y la respuesta. Yo lo reviso a conciencia y lo miro seriamente.

—¿Y bien? —pregunta un poco nervioso.

—Lo hiciste muy bien, Taehyung. No te has equivocado en ningún paso.