A Mi Nivel [Taekook]

Capítulo 18

Taehyung

Yo no tengo idea de cómo luce mi padre, y la verdad es que tampoco me importa mucho. Mamá dice que nunca fue un hombre esencial en su vida; probablemente se trató de un novio que la embarazó y luego la abandonó, sin importarle que ella estuviera esperando sangre de su sangre.

Nunca he tenido una figura paterna estable. Los hombres que llegan a la vida mi madre se van tan rápido que apenas llego a conocer sus nombres. Sé que ella se siente mal por no poder mantener una relación y por no poder brindarme un padre, pero, aunque a veces me hace falta uno, me siento orgulloso de que todo este tiempo hayamos sido ella y yo contra el mundo.

Por esto, soy muy estricto cada vez que me presenta una nueva pareja. Ninguno de esos tontos es digno de ella. No me meto en su vida amorosa como tal, pero si le dejo saber cuando uno de los tipos no me agrada.

―Hijo, te presento a Gong Ji Chul ―Y este señor, no me gusta para nada. Él sujeto extiende su mano y yo la aprieto firmemente, mirándolo a los ojos.

―Mucho gusto, señor ―saludo. Mi expresión seria es imperturbable hasta que observo la vestimenta fina de aquel hombre. Mi madre lo dirige al comedor y yo aprovecho para alejarla un poco y susurrarle al oído con cautela.

―Mamá, ese hombre tiene ropa Gucci ―comento.

―Sí, no te había dicho, pero él es millonario ―dice, haciéndolo ver tan simple.

¿Millonario? ¿MILLONARIO? ¿En dónde mamá se encontró a un sujeto así? Me acerco a la mesa sigilosamente y me siento delante del señor, tratando de mantenerme lo más calmado posible.

―¿Y en qué trabaja usted? ―pregunto una vez que tenemos nuestros platos servidos. Él se ve tan fino y elegante ante cada movimiento que hace al comer, como si supiera a la perfección las reglas de etiqueta. Pronto, la sonrisa detestable en su rostro se forma otra vez antes de contestarme.

―Soy CEO de una empresa de electrónica y tecnología.

―¿Cuál?

―¿Qué marca es tú teléfono?

―Es un Samsung.

―Pues soy el presidente ejecutivo de la empresa que creó tu teléfono.

Ah.

A LA VERGA.

¿Este tipo es famoso, millonario y dueño de una marca que recorre todo el mundo? ¡¿Qué carajos, mamá?!

―¿Cómo se conocieron? ―No muestro ninguna reacción física ante lo anterior, no quiero piense que me ha asombrado.

―Su edificio queda en frente de mi nuevo trabajo ―habla mamá, uniéndose a la conversación.

―¿De la cafetería?

―Sí ―responde ella―. Fue muy gracioso, le estaba trayendo su comida cuando tropecé y todo cayó encima de él.

―Yo tenía una reunión importante y no me iba a dar tiempo de ir a mi casa a cambiarme ―sigue el sujeto la historia. Ellos se miran sonrientes y yo siento ganas de vomitar ante la escena. ¿Por qué parecen tan cercanos y felices? Nunca había visto a mamá tan emocionada por una cosa tan trivial como contar una historia.

―Lo llevé hasta aquí y limpié todo lo más rápido posible ―termina mamá. ¿Este señor había estado antes aquí y ahora es que me entero?

Deshonra, desgracia. La traición, la decepción.

―Pero ¿cómo fue que surgió "todo esto"? ―Creo que mi tono de voz suena un poco despectivo al pronunciar las últimas dos palabras.

―Él venía frecuentemente a la cafetería, y en uno de esos días me invitó a salir.