Capitulo 18

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| Jessica |

Espere a Elen unos segundos y los pendejos aun seguían besándose lo cual era perfecto, Elen llego, se sentó a mi lado colocando las servilletas delante de mi y viendo para la mesa de los populares quienes estaban omisos a nuestra conversación y planes.

—¿Con quien comienzo?

—Pues obvio que con la parejita, estoy más que segura que con ellos quieres comenzar y como de niñas siempre nos atrapaban las bromas ahora no —reveló sonriendo maliciosa como si de una venganza se tratara a todas las veces que nos atraparon.

Asiento, colocó dos pedazos de papel enrolados en cada orificio de mi nariz preparando lo que se viene, dos una pequeña bofetada al aire asegurándome que nadie lo viera causando que el jugo que estaba cerca de la parejita se derramara sin ninguna razón cayendo en la ropa de Licia produciendo que la tipa chillara de frustración lo que nos provoca risa.

—¡Arg! ¿¡Quien lo hizo!? ¿Fueron ustedes verdad? —interroga apuntándonos con las manos pero la verme comienza a reír seguro es por los cosas de papel que tengo en la nariz—. ¡Que ridícula te vez! —exclama en carcajadas como si fuera gracioso mi dichosa enfermedad.

—Más ridícula eres tú qué haces acusaciones estupidas ya que nosotras estamos hasta acá y además te ríes de alguien enfermo, eres realmente hueca Licia —Elen la insulta incitándo a Lizzie quien se levantó enojada caminando hacia nosotros pero se cayó en el camino ¿Que? Es obvio que no la iba dejar mover sus curvas de esa forma tan asquerosa delante de mis ojos, ósea mi vista, quedaría ciega si lo hacía un minuto más.

—¿Que sucede muñeca? ¿En tu casa no te enseñaron cómo caminar? ¿Tan estupidos son? —alego pero no me salió como esperaba porque la oración que Logan pronunció me dio justo en el corazón.

Camina hacia Licia y la ayuda a levantar—. Eres una tonta Jessica, no puedes andar por el mundo insultándo a las personas que no te han hecho nada y por lo menos los padres de Lizzie siguen juntos —comenta Logan haciendo que mis guardias se bajaran. Pensé que jamás me diría eso pero lo hizo, creo que no es el mismo Logan que conocí hace 10 años.

—Eso si fue un golpe bajo Alexander, espero que te sientas orgulloso por apoyarla y si ella tiene a sus dos padres juntos pero eso no hace que tenga mas neuronas y yo prefiero que mis padres no estén juntos a llegar a ser como algunos de ustedes —señaló a el equipo de basquetbol y las perritas para luego quitarme las cosas de papel de mi nariz ya llenas de sangre, me levanto de mi asiento y salgo de la cafetería tirando en el primer bote de basura los pequeños royos de papel.

Literalmente corro con dirección al campus con intenciones de estar sola pero me sorprendo al ver a unos 3 chicos con Maxim.

—Supongo que será por las malas señorita Black —anuncia Maxim con su estupido acento pero no estaba de humor para ellos así que si sería por las malas pero aprenderían a dejarme en paz.

Los sujetos que venian con Maxim avanzaron hacia mi pero con un movimiento de mi mano ambos ya estaban en el suelo, sentia el liquido rojo bajar por el pequeño espacio entre mi nariz y mis labios, Maxim quedo solo y justo cuando iba a lanzarlo por los aires el hablo.

—Si algo me llega a pasar le di ordenes a los francotiradores para disparar a Katherine, Jennifer, Alan, Aaron, Elen y ¿Como era su nombre? Ah, si Logan ¿Vienes conmigo Lisbeth? —habla Maxim logrando inrritarme con su sola presencia, bajo mi guardian asintiedo—. Eso es perfecto ¿Quieres saber que me hace especial? —demanda mi respuesta a lo que ruedo los ojos.

—La verdad que no pero eso no hara que te calles —declaro alzando los hombros lo que hace que me mire serio pero lo ignoro, con un movimiento de su cabeza una grieta en el arbol se abre dejandome casi hipnotizada por los colores que tiene la grieta.

—Las mujeres primero.

—Se dice damas estupido.

—No entiendo porque los americanos se esmeran en insultar tanto, vamos Lisbeth —exige esta vez a lo que ruedo los ojos y en seguida cruzo el portal sin saber donde me llevará. Una luz cegadora hace que cierre los ojos por unos minutos pero luego pude abrirlos totalmente y pude darme de lo que había enfrente.

Hay unas cuentas personas ahí con algunos cárteles de bienvenida, un chico tenia un gran pastel en manos y los demás solo sonreían.

—¡Bienvenida! —gritan al mismo tiempo causando que pegara un saltito en mi lugar, dan miedo cuando hablan al mismo tiempo. Un hombre rubio se acerca a mi con intenciones de abrazarme pero lo amenace apuntándolo con mi mano derecha.

—Tranquila Jessica, no tienes nada que tener, solo quiero darte la bienvenida —declara generando que entrecerrando los ojos.

—Claro, fingiré que te creo pero no lo hago porque me obligaron a venir acá y dices ¿Que no tengo nada que tener? No me hagas reír —le hago saber con un tono serio y a la vez amenazante para que se aleje de mi por lo menos unos países más, como China a ver si no lo terminan matando y me deshago de él.

—Maxim ¿Que hiciste? Te dije que no la amenizaras, fue lo primero que te dije, perdónalo Jessica Maxim es algo impaciente a veces —reconoce regañando a Maxim con la mirada quien ni siquiera le puso atención y se fue a otro lado— Bueno como verás preparamos esto para ti y queremos decirte que te ayudaremos con tu enfermedad, también a saber quien es el amor de tu vida, estás en las mejores manos y si después de eso quieres irte esta bien, déjame presentarte a Verónica —el cabellos rubios le hace señas a una chica pelinegra quien se acerca a mi con una sonrisa.

—Hola Jessica, soy Veronica, te examinaré solo una vez ¿Ok?

Asiento algo dudosa y ella coloca su mano en mi hombro sonriente, sus ojos se vuelven blancos al tocarme y ahí descubro lo que es ella ocasionando que me aparte de ella al instante.

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La chica telekinesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora