Capitulo 2

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| Jessica |

Uno de ellos tiene a mi abuela de el cuello, sus ojos expresan sorpresa al mirarme pero la ira en mi empezaba a crecer más y más a cada segundo.

—Libere a mi abuela, solo lo diré una vez—Amenazo a el tipo que sujeta a mi abuela con ira.

—Jessica Black, te hemos estado buscando—dice

—Suelte a mi abuela o no respondo—respondo con enojo

—Tranquila no le haré daño, la liberaremos si vienes con nosotros, queremos entrenarte-anuncia el moreno que sostiene a mi abuela.

Me importa un quinto si me quiere entrenar nadie le hará daño a mi abuela, busco algo en contra de el y lo único que encuentro es un florero servirá para el que tiene a mi abuela, de los otros me encargaré despues, con un ligero movimiento de mi cabeza el florero levita y impacta con rudeza en la cabeza de el tipo que sostiene a mi abuela.

Este cae al suelo mientras que los otros por instinto me apuntan con sus armas, levanto mis manos en dirección a ellos y las voy cerrando poco a poco mientras el aire no ingresa a sus cuerpos dejándolos morados poco a poco hasta que decido que es suficiente y abro mis manos, sus cuerpos caen desmayado sobre la alfombra, siento algo líquido bajar por mi nariz y lo remuevo con mi suéter.

—Salgamos de aquí abuela, antes de que vengan más, no puedo ponerte en riesgo—declaró con preocupación por la vida de mi abuela, no sé si abra más de esos tipos.

— ¿Te parece si nos vamos donde tu madre?-propone con calma que hace que piense que ya se volvió loca.

— ¿Con Jennifer? Ella es la única que no me ha visitado cuando lo prometio-exclamo con algo de molestia porque lo prometió pero no lo cumplió

—Princesa yo... Yo le conté que eres—menciona haciendo que la mirara sorprendida

— ¿Estas loca abuela? No dudo que fue ella que mando a estos psicópatas—exclamó sorprendida por lo que mi abuela hizo.

—Jessica ella es tu madre, se preocupa por ti, ella nos ayudará lo se—asegura con firmeza haciendo que dude de mis pensamientos.

—Esta bien pero ella no es mi madre y no existe para mi aunque nos ayude-termino aceptando la propuesta sin refutar—No signifique que confíe en ella—declaró

—No digas eso y ve a hacer una maleta—

—Ven conmigo, no puedo dejarte sola—digo preocupada

Ella asiente y ambas caminamos hacia las escaleras, la subimos con un poco de rapidez porque en realidad no se cuando abrirán los ojos esos idiotas, caminamos con rapidez a mi habitación y entramos, busco entre mis cosas una maleta después de unos minutos la encuentro, la coloco sobre la cama y mi abuela comienza a doblar camisas, pantalones y ropa interior para luego meterla en la maleta.

Cuando ya creo que es suficiente la cierro y tomó mi teléfono luego salimos de la habitación, mi abuela no iba a llevar nada ya que dice que tiene ropa en casa de mi madre, asi que atravesamos el pasillo en silencio y bajamos las escaleras.

Mi abuela tomó las llaves de el auto de la cocina y así salimos de la casa camino al auto, mi abuela me extendió las llaves y yo las tome, abrí la puerta de el piloto para así apretar un botón y abrir las otras puertas, coloque mi maleta en el asiento trasero mientras que mi abuela se subió atrás también, cierro la puerta de atrás y me subo en el asiento de piloto.

Cierro la puerta y comienzo el trayecto a Los Ángeles.

1 hora y 57 minutos después.

La chica telekinesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora